
El Pleno del Ayuntamiento de Santa Úrsula aprobó ayer por unanimidad la suspensión del expediente de resolución y liquidación del contrato de gestión de servicios públicos para la explotación y mantenimiento del complejo y la piscina municipal.
Dos años después del cierre de la instalación, el Consistorio y la concesionaria no han llegado a un acuerdo que permita al primero volver a sacar a licitación un servicio muy demandado.
“Hemos llegado al último punto que es la propuesta de resolución que emite el Ayuntamiento al Consejo Consultivo de Canarias que tiene un plazo de resolución de entre tres y seis meses, pero en el caso de que no pudiera hacerlo por los motivos que fueran, el expediente caduca y tendríamos que retrotraernos y volver al inicio de todo, por eso hemos decidido pararlo”, explica el alcalde, Juan Acosta.
De esta manera el procedimiento se suspende por decisión del pleno hasta que el Consejo Consultivo empiece a estudiarlo. “Lo que no queremos es que se terminen los plazos que prevé la ley”, explica.
Mientras tanto, subraya, la piscina sigue llevando un mantenimiento porque es obligación de Eulen y los técnicos municipales y una empresa externa controlan si se ha producido un deterioro o se ha arreglado parte de los desperfectos que se habían expuesto.
El Ayuntamiento tiene ya los pliegos redactados en caso de que el Consultivo falle a su favor, “solo habría que hacer alguna modificación puntual porque no estamos en la misma situación que años atrás”.
En la carta de despido que Eulen envió al personal en junio de 2019 expuso que el motivo de su decisión de dejar la gestión del complejo deportivo se debía a un déficit económico que la hacen “de todo punto inviable pues arrojan año tras año un elevado resultado negativo”.