Por MARÍA DEL PILAR RODRÍGUEZ MESA
La forma musical El Canario es ampliamente conocida y los musicólogos aceptan como centro de dispersión las Islas Canarias y aporte identificativo de la población aborigen. Si nos vamos al diccionario de la RAE lo encontramos definido como: “Baile antiguo procedente de las islas Canarias, que se ejecutaba en compás ternario y con gracioso zapateo”. También se acepta en el folklore canario “ciertos misteriosos dejes de procedencia ancestral”. Por otra parte, ha sido suficientemente referido que los canarios mostraban sus destrezas coreográficas por las calles sevillanas, donde en el barrio marinero de Triana formaban un grupo coherente. Su influencia será notable derivando en formas afines varias, algo que no ha sido suficientemente trabajado.
¿Y cuáles serán esas formas afines a El Canario? En los espacios cultos deriva a la música barroca como Canarios, acompañado de un baile refinado. Su expansión puede atribuirse a la presencia de esclavos canarios entre la aristocracia, la oligarquía y el clero. Pero vamos con las expresiones populares de cante y baile, corporativas y de cante recio a voz abierta, que incorpora como acompañamiento, entre otros, instrumentos de cuerda de variada categoría. Encontramos, por supuesto, el fandango, porque: Fandango, ¿dónde has nacío/ que tó el mundo te conoce? Y, además: fandanguillo, seguidillas, jota, jotilla, verdiales, mayos, folías, rondeñas, malagueñas, malagueñitas, granadinas, murcianas. Son expresiones diseminadas en la España meridional, en la franja que desde el occidente alcanza el levante y que en trabajos previos hemos citado como Banda Guanche y también en Canarias. Formas como las malagueñas parranderas canarias, la malagueña de los novios de Fuerteventura, las pandas de Verdiales de la Axarquía o las cuadrillas de malagueñas en pueblos de Almería, así como el fandango murciano o las rondeñas del sur de Extremadura, presentan claras semejanzas. Algunas coplas de Verdiales son reveladoras. En Comares, pueblo de la Axarquía, se oye: Con grande acompañamiento/ saliste de las Canarias,/ con grande acompañamiento/ pasaste por tierras varias/ antes de llegar al convento/ Virgen de la Candelaria. Muchas de estas expresiones pasarán a América, particularmente en la zona caribeña y partes del Golfo de México.
¿Y por dónde se andarían los guanches? Vamos a trompicones con una escueta cronología. La expansión atlántica a finales del siglo XIII, con base en los puertos atlánticos del reino de Sevilla, alcanza Canarias y la costa atlántica del Magreb. Se acepta 1291 como fecha de redescubrimiento del archipiélago, que adquiere rápidamente carácter de intermediación que no perderá y que se afianza con el descubrimiento de América. Además, era el único archipiélago macaronesio habitado y el más próximo a la costa africana.
Muy pronto los genoveses establecen factorías comerciales. La Santa Sede intenta su dependencia sufragánea como Reino de la Fortunia en 1344. El reino de Aragón interviene con una iniciativa misional y una evangelización temprana.
Mercaderes de nacionalidades varias se establecen en puertos del Condado de Niebla y otros puertos sevillanos. Una de las actividades era el tráfico. De manera que en condición de esclavitud aparecen muy dispersos. Por ejemplo, Génova era el núcleo mercantil del momento, y los genoveses hacia finales del siglo XIV venderán esclavos canarios, y unos compradores eran los mallorquines, que a su vez se hacían de esclavos en las islas. Ciertos mecanismos permitían lograr la libertad.
Alcanzamos 1402 con la expedición normanda y fecha escogida por los historiadores para señalar el inicio la conquista formal de las islas. Por corrimiento de la frontera cristiana, Andalucía -Andalucía del Guadalquivir- quedaba conquista en el siglo XIII, donde linajes sevillanos primarios y secundarios estarán involucrados en la conquista isleña a lo largo del siglo XIV y XV, y resulta impensable que no introdujeran guanches como repobladores, en algún grado, en sus señoríos en situación de penuria poblacional. ¿En qué condiciones? Lo más probable como paniaguados, y también como libres y aliados.
Las islas eran importantes para la corona de Castilla, de manera que en 1476 contrata la pesquisa de Esteban Pérez de Cabitos, en 1477 asume directamente la conquista de las islas mayores y a finales de 1479 se firman los tratados Alcáçovas-Toledo, que reconocían la plena soberanía de los reyes de Castilla sobre las islas y ponían fin a las pretensiones de Portugal, que a cambio adquiría derechos sobre la costa atlántica africana. Hacia 1484 queda sometida Gran Canaria, hacia 1492 La Palma y hacia 1496 Tenerife. Castilla quiere y necesita aliados, de manera que los isleños provenientes de los bandos de paces estarán acogidos a la condición de naturales de Castilla, es decir, de nativos, de castellanos, cristianizados y con nombres y apellidos castellanos podrán proseguir tanto con sus usos y costumbres como mantener su territorialidad.
El proceso de extensión de la frontera cristiana prosigue. El al-Andalus por sucesivas pérdidas territoriales estaba reducido a los casi 30.000 kilómetros cuadrados del reino de Granada que se considera formado en 1238, y que quedaría conquistado tras las campañas desarrolladas entre 1484 y 1492.
l proceso de incorporación trae aparejado dos movimientos repobladores. El primero entre 1484 y 1568 y el segundo entre 1571 y 1595, cuando se da oficialmente por terminado, pero extendiéndose hasta aproximadamente el primer cuarto del siglo XVI. Los estudios sobre este prolongado lapso de repoblación indican claramente la prevalencia de andaluces, novocastellanos y de levantinos. Mientras que los repobladores septentrionales se muestran poco representados. En este contexto los canarios y sus progenies asentados en territorios castellanos meridionales formarán parte de esos contingentes. Esto al parecer no tiene suficiente respaldo en fuentes documentales, quizás porque no se hayan expurgado exhaustivamente. No importa. Siempre están las comprobaciones indirectas igual de válidas.
*Historiadora venezolana