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Simón Herrera, el cura de las 500 subidas a Cosme

El párroco palmero de Arafo corre casi a diario por la espectacular "pared", llega a alcanzar el 20% de desnivel, que va desde el pueblo al monte Los Frailes
En el tramo final de Cosme, el más duro con un desnivel que llega al 36% / NORCHI

Solo necesita un buen calzado y equipación cómoda -sin olvidar el móvil, por si tiene que atender un apuro- para disfrutar casi a diario de su pasión, correr en plena naturaleza. No hablamos de un runner ni de un deportista de élite, hablamos del cura de Arafo. Con medio siglo de vida, Simón Herrera alcanzó el 31 de julio las 500 subidas a Cosme, una auténtica pared que llega desde el pueblo de Arafo al área recreativa de Los Frailes. No se trata de la distancia, apenas 1,6 kilómetros, sino de la dureza de la misma, con un desnivel en el tramo final que llega al 36%, tanto que ha sido escenario recientemente del entrenamiento del mismo Chris Froome, exganador del Tour de Francia.

Se aficionó a correr con 14 años, cuando jugaba en La Palma al baloncesto con jugadores canaristas como Carlos Menotti o Pipi Cabrera. “Siempre que corría iba por delante y ya por mi cuenta hacia casi todos los días Santa Cruz de La Palma-aeropuerto, hasta que me ordené sacerdote y allí donde iba me montaba mi propio circuito. Cuando llegué a Arafo vi esa pista blanca desde la carretera general, al que llaman Camino de Cosme. La primera vez lo subí caminando y me decidí a hacerlo corriendo, hasta que empecé a hacerlo con cierta regularidad. Hasta la llegada del confinamiento lo había hecho 75 veces y la gente me animaba a llegar a los cien, porque me seguían a través de las redes sociales. En junio de 2020 llegué a los 100, pero los otros 400 los hice en menos de un año”.

El camino de Cosme tiene exactamente una distancia de 1,6 kilómetros, con un cemento estriado para evacuar el agua. La pendiente, exacto en tramos que se sitúa en torno al 2 o 3%, tiene una media del 15%, aunque en el último tramo, el más exigente, el desnivel llega al 36%.

“La principal cuestión para hacer la subida es ir dosificando los esfuerzos y por supuesto tener mucha fuerza mental, piernas y constancia. Muchos que se animaron a hacer el recorrido conmigo empezaban muy fuerte, pero acababan llegando caminando y con muchos minutos de diferencia” relata el párroco de Arafo, que tampoco olvida el crono: “el mejor tiempo que he realizado ha sido de 17.59 minutos, que para mí es un tiempo bestial, aunque el récord creo que lo tiene Glendor, un corredor de trail, que lo ha hecho en 14 minutos”.

Cada 75 subidas se ha ido colocando una estrellas en la camisa y va camino de la séptima, al sumar ya 510 / DA

En ese objetivo de marcarse retos, Simón Herrera colocaba después de cada 75 subidas una estrella en su camiseta, y hasta ahora lleva seis y además cinco tartas obsequio de sus feligreses por cada vez que alcanzó la centena. Siempre con el ánimo de “seguir siempre para adelante, nunca mirar para atrás”, con mensajes positivos en el Facebook, con un gran seguimiento, “no sé si porque soy el cura o por qué”, tanto que a animado al alcalde de Arafo y al de Güímar, o el cantante El Pachanga, muy conocido en Arafo, que ha subido 75 veces. “Cada Cosme ha sido distinto y cada vez que sube me cuesta más, porque lo he subido con mucho calor, con lluvia, con niebla y hasta con granizada cuando llegó la tormenta Filomena”.

El próximo objetivo, tras conseguir el permiso de la familia Meseguer, dueña del último muro antes de llegar a la meta, es la de colocar a San Cosme en una pequeña urna, que ahora solo tiene allí una fotografía de papel, aunque nadie sabe, ni siquiera el alcalde Juan Ramón Martín, de dónde viene el nombre del camino.
Pero esa no es la única afición deportiva del singular cura. Aparte de su amor por el baloncesto, engendrado en la fructífera cantera palmera, es seguidor de lucha canaria y fanático del fútbol internacional, como su hermano, que en un viaje fotografió los 16 campos de fútbol de la Primera División belga. Fue seguidor del Atlético de Madrid y hoy lo es del Barcelona, por el antimadridismo de su padre. Presume de tener ya la camiseta que lucirá Messi con el número 30 en el PSG. En poco tiempo se ha ganado al pueblo Arafo, tanto que se siente “un arafero más”, y se nota con la pasión que le pone en Facebook a las retransmisiones de los partidos del equipo de fútbol.

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