
Escritor, doctor en Periodismo, consejero del Cabildo de Tenerife, alcalde de Güímar y viceconsejero de Empleo del Gobierno de Canarias, sucesivamente, Rafael Yanes imparte su magisterio en la Diputación del Común. Las historias tenebrosas no le chafan la narrativa.
-¿De qué se queja el diputado del Común?
“Pues, de que la Administración no conteste con la celeridad debida y de que no cumpla con las leyes”.
-Estarán muy ocupados en sus asuntos…
“Ahí están la ley de dependencia, el decreto de discapacidad… Los plazos que están establecidos no se respetan”.
-Los informes que llegan al Parlamento tardan en debatirse. La presidencia ha dado un golpe sobre la mesa…
“Está fijada la comparecencia ante la comisión y el pleno para el informe anual, no los extraordinarios”.
-El de las residencias de mayores mete el dedo en la llaga con su crudeza…
“No son críticas, sino documentos en positivo”.
-Aunque, como este, el diagnóstico sea alarmantemente negativo…
“Se exponen planteamientos para mejorar”.
-Una llamada de atención a la conciencia…
“Evidentemente, para ello tenemos que detectar dónde están los problemas”.
-¿Soluciones analgésicas para el dolor agudo?
“Nosotros las presentamos con humildad”.
-¿Se comprende la función del alto comisionado?
“La figura del diputado del Común se va consolidando”.
-Perfilando su identidad…
“Continuando con la labor de mis antecesores, vamos acercándonos a las inquietudes de la ciudadanía”.
-El prestigio sube enteros…
“En los últimos tres años, el número de expedientes he crecido en un 70%”.
-¿Qué significa?
“Que somos más conocidos y que nos hemos ganado la confianza de una parte de la ciudadanía muy importante”.
-¿Cuál ha sido la petición más rara?
“Bueno, no quiero que nadie se sienta ofendido. Hay quien se arroga la representatividad de un colectivo”.
-¿Cansinos?
“No utilizaré yo ese vocablo. Las puertas de la institución están siempre abiertas”.
-¿Qué casos son los más complicados?
“Algunos que competen al Defensor del Pueblo, como la inmigración, y sobre los menores no acompañados”.
-No es un órgano que ejecute o legisle…
“Ejercemos la autoridad moral de elevar la voz. No somos jueces”.
-¿Se les escucha o se limitan a oír las sugerencias?
“El porcentaje de las recomendaciones que nos aceptan es cada vez mayor”.
-¿Coincide el catálogo de preocupaciones con la agenda de los responsables públicos?
“En materia de asuntos sociales, Canarias está en los años ochenta”.
-¿Los derechos fundamentales se han torcido?
“Hemos observado que existe una brecha muy grande con el resto de la nación”.
-¡Una fisura volcánica!
“Estamos elaborando otro informe extraordinario. En esta ocasión, de dependencia”.
-¡Uy!
“Sí. Voy a aportar datos y a ofrecer propuestas”.
-¿Dejar el puesto de viceconsejero autonómico de Empleo fue una descarga?
“No me pesaba. Era distinto a esto”.
-Otro quehacer…
“Durante la crisis financiera, hubo mucha gente que se quedó en paro. Lo viví como alcalde [de Güímar]”.
-Acudían al Ayuntamiento en busca de ayuda…
“Aquí, en la Diputación del Común, no”.
-¿Fue traumática la adaptación a la ocupación actual?
“No. Cuando renuncié a mi militancia política [en el PSOE], asumí la absoluta independencia de esta institución”.
-¿Se intenta influir desde determinadas esferas?
“Sí he percibido un cierto nerviosismo e incomprensión por actuaciones mías”.
-Con disimulo…
“Nadie se ha atrevido a indicarme directrices”.
-¿Qué prevalece de la experiencia de alcalde?
“Ser alcalde de mi pueblo fue muy bonito, porque puedes ayudar a muchas personas. Estoy orgulloso”.
-¿Cuándo saldrá la próxima novela? La tercera.
“Está prácticamente terminada. Llevo ocho años escribiendo mi tercera novela”.
-Después de Chacayca y La tierra que vive desnuda…
“Espero publicarla [risa]”.
-En cualquier planeta…
“Ser una de las diez finalistas del Premio Planeta [de 2020] otorgó relevancia a la primera de ellas”.
-¿La segunda?
“De realismo mágico, con no tanto éxito”.
-¿Y la nueva?
“Es la más que me gusta”.
-¿Por algo en particular?
“La madurez”.
-¿Qué camino recorre la línea argumental?
“Trata de los sentimientos que están ocultos en las personas y que se manifiestan en situaciones extremas”.
-¿Por qué derroteros anda el periodismo?
“Atraviesa una transición en la que el periodismo clásico está siendo superado”.
-¿Hacia qué modelo?
“Hacia un periodismo interpretativo y de investigación, reposado”.
-¿La saturación comunica desinformación?
“La propicia”.