
Parecen astronautas, pero no están en la Luna, sino en La Palma. Su función es tomar muestras cada noche de los restos del volcán para analizar su temperatura y extraer conclusiones.
Se trata del personal que trabaja para Intervención en Emergencias Tecnológicas y Medioambientales, que escoltan a los expertos del Instituto Geológico Minero Español. Se dedican a recoger datos de temperatura en diferentes puntos de la colada mientras esta avanza, para posteriormente volver a medir los mismos puntos y ver si la temperatura ha variado.
Los “trajes de aproximación”, que se complementan con cámaras térmicas y sondas de precisión, cubren el cuerpo en su totalidad y blinda a los astronautas de un posible contacto fortuito con la lava.