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El Tenerife se hace fuerte en el Heliodoro y ya sueña con el ascenso

Los goles de Gallego y Míchel derrotan a la Real Sociedad B y permiten al equipo de Ramis escalar hasta el segundo puesto, que conservará si el Eibar no gana hoy
CD Tenerife – Real Sociedad B. Fran Pallero

El CD Tenerife volvió a ganar y ya son 10 los triunfos que suma un equipo que, por méritos propios, se coloca en la segunda posición de la clasificación de manera momentánea. Habrá que esperar a lo que haga hoy el Eibar ante el Girona para ver si los blanquiazules mantienen tan privilegiada posición. El equipo chicharrero supo sufrir ante una Real Sociedad B, que le puso en serios aprietos.

Probablemente, el filial donostiarra es el equipo más correoso que ha pasado por el Heliodoro esta temporada. Ni siquiera se puede decir que haya merecido la derrota, pero los locales volvieron a demostrar que sacan adelante incluso los encuentros que se embarran.

Y a base de demostrar trabajo, fiabilidad, consistencia, puntería y mucho trabajo, la plantilla es el segundo equipo con más victorias de la categoría, el quinto con menos derrotas (apenas cinco), el cuarto con más goles a favor (24) y el segundo con menos goles en contra (14). Acumula ya 14 jornadas en puestos de play off, de las 17 disputadas y su ventaja con respecto al séptimo clasificado puede ser de siete u ocho puntos, dependiendo de lo que pase hoy en el cierre de la jornada.

Felices bodas de oro

De esta manera, no pudo ser más feliz la celebración de los 50 partidos que Luis Miguel Ramis lleva defendiendo el banquillo tinerfeño. El catalán cumplió ayer sus bodas de oro al frente del equipo cuando hace un año que el club lo fichó (24 de noviembre de 2020). Desde entonces el balance del tarraconense en el banquillo insular es de 22 victorias, 12 empates y 16 derrotas, mientras que los canarios han marcado 56 goles y recibido 38.

En los últimos 20 años, solo cuatro técnicos alcanzaron la media centena de partidos con el Tenerife: David Amaral (66), Álvaro Cervera (110), José L. Martí (108) y José L. Oltra (160).

El Tenerife supo sufrir frente a un rival que le puso en serios aprietos

Por méritos propios y con bastantes dificultades, el CD Tenerife se mete en puestos de ascenso directo. Puede ser circunstancial, ya que habrá que esperar a lo que haga mañana el Eibar ante el Girona, pero esta noche los de Luis Miguel Ramis duermen en la segunda posición de la clasificación. En un encuentro complicado, los goles de Enric Gallego en la primera parte, y de Míchel Herrero en la segunda, sirvieron para derrotar a una Real Sociedad B, que fue de los equipos más complicados de batir de todos los que han pasado hasta ahora por el Heliodoro. El Tenerife vuelve a puestos de ascenso directo más de 1.500 días después.

Tampoco Shashoua pudo jugar ayer. El inglés ni siquiera entró en la convocatoria de Luis Miguel Ramis, que tampoco contó con un Aitor Sanz que fue suplido por Larrea. El otro jugador que se quedó fuera del once inicial, con respecto al del pasado fin de semana, fue Manu Apeh. Entró en su lugar Rubén Díez.

Los primeros compases del partido mostraron a un Tenerife que pretendía comerse pronto a su rival, pero fue la Real Sociedad B la primera en mostrar los dientes. Centro desde la izquierda que roza Magunazelaia y el portero local mete una mano abajo salvadora que evitó llevarse el primer susto de la tarde. Le sirvió de toque de atención al cuadro chicharrero, que empezó a dominar el partido a partir de ahí. Se hizo con la medular y el equipo comenzó a llegar a la meta de Ayesa con cierto peligro. Fruto de ese control llegó la primera diana de la tarde, obra de Enric. Centro muy largo, pero sumamente medido de Corredera, control de enorme calidad del punta, que se encontró con una mala salida del portero del Sanse. Gallego solo tuvo entonces que golpear el balón para colarlo a puerta vacía. Golazo del que siempre tiene la portería rival en la cabeza.

Con este tempranero 1-0 se podía pensar que el Tenerife iba a tener una tarde plácida, pero nada más lejos de la realidad. Lo cierto es que la Real creaba peligro cada vez que merodeaba los dominios de un Soriano que se convirtió en fundamental para mantener el resultado ventajoso. Lo fue en el 27 cuando metió una magnífica mano para evitar el empate de Aldasoro.

Superada la primera media hora de partido, el Tenerife sufría ante un rival que ya había hecho méritos para ir en igualdad en el marcador. Más aún cuando en el 35 López estrelló el balón en el larguero de Soriano en el lanzamiento de una falta, que puso en vilo al Heliodoro.

Quizás fue esa clara ocasión del rival la que hizo reaccionar a los de Ramis, que pudieron ampliar la ventaja en la acción siguiente. Se fue Rubén por la derecha con calidad y facilidad para meter un centro mortal de necesidad al segundo palo. Con Ayesa ya batido, apareció Elady para el remate, pero al 9 blanquiazul se le fue muy alto el balón. Se llevó las manos a la cabeza el atacante y todo el público del estadio por un gol fallado a puerta vacía.

En la recta final de la primera mitad el Tenerife tuvo otra opción para marcar el 2-0, pero volvió a resistirse. Contragolpe rápido montado por Gallego, quien asistió a un Corredera que no pudo definir con acierto ante Ayesa. Fue la última ocasión de una primera parte en la que los locales pudieron haber marcado dos tantos más, pero fue Soriano el mejor al parar varias ocasiones que la Real tuvo para empatar.

En el arranque de la segunda parte pasaron pocas cosas. El Tenerife no tenía el control del encuentro, mientras que la Real movía la bola con comodidad. Los blanquiazules estaban bien posicionados e intentaban siempre tirar de posesiones largas, mientras que el cuadro vasco disfrutaba de un dominio estéril.

En el 62 Ramis apuntaló la medular y, sobre todo, quiso evitar que hubiera balones entre líneas.
Mejoró el equipo con esa variación y el balón pasó de nuevo a posesión del cuadro insular, quien tuvo la mejor ocasión de todo el segundo acto en el 72. Gran acción local por la zurda que acaba con otro balón al palo tras el disparo de Gallego. Otra vez más, el 2-0 se escapó.

Entró el encuentro en la recta final y Ramis cambió Gallego y Rubén por Apeh y Míchel (min 78). Oxígeno para un Tenerife al que le iba a tocar sufrir en los últimos minutos. Poco después, en el 83, José León pidió el cambio por lesión. Entró Sipcic en el centro de la zaga.

El duelo se resolvió en una jugada que fabricó Manu Apeh. Una de sus misiones era fabricar desmarques por ruptura. En uno de ellos logró rebañar un partido que provocó un enorme socavón en el centro de la defensa rival. Para allí fue la asistencia del punta y apareció Michel con una parsimonia pasmosa para batir de nuevo a Ayesa. Era el 2-0 que era la tranquilidad definitiva para un equipo que ya rozaba la segunda posición.

Incluso hubo tiempo para un tercero, obra de Mollejo, pero que fue anulado por fuera de juego. Así acabó un partido en el que al Tenerife le volvió a faltar frescura y claridad de ideas, pero suple sus carencias con mucho trabajo y con mucha solvencia cuando se planta ante la meta.

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