
La viróloga e investigadora del CSIC, Margarita del Val, señaló ayer en la clausura de Campus África que hay cierta “preocupación” con la aparición de la variante ómicron por el alto número de mutaciones pero por ahora, se desconoce si es resistente a las vacunas o si es más o menos transmisible. “No sabemos todavía nada”, por tanto, debe limitarse a una alerta en el ámbito científico. Sobre la situación en España, con el buen número de vacunados, consideró que “se está encauzando” y puede ser el último invierno en el que “se calibre cuál es el poder del coronavirus en una población tan vacunada”, pero advirtió que en todo caso “debe mantenerse” la precaución.
Sobre ómicron reconoció que ni siquiera se sabe de donde viene pues Sudáfrica lo que ha hecho es detectarla y comunicarlo, por lo que se mostró “en contra de bloquear los vuelos” con ese país. Del Val comentó que las variantes “compiten entre ellas” y la delta ha desplazado a todas las demás. “En Sudáfrica, a lo mejor la delta sigue siendo más contagiosa”.
La situación en España es “más segura” que en las Navidades pasadas porque la tasa de vacunación es muy alta, especialmente en los mayores de 60 años, pero “hay que actuar con precaución y mantener las restricciones” dado que aún queda el grupo de no vacunados y aquellas personas con sistema inmunitario más débil. Recordó que si suben los contagios aumenta la probabilidad de casos más graves, y por ello recomendó “más teletrabajo, mascarillas en el exterior, su uso cuando no se pueda ventilar y hacerse un test de antígenos antes de las celebraciones”.
Insistió en que “tiene la ventaja de que si hay un positivo, se aísla y no va a la comida y salva a los demás”, y si alguien tiene algún síntoma compatible debe abstenerse de acudir a estos encuentros familiares o de amigos. “Cada uno tiene que evaluar su riesgo y por qué no que los abuelos paguemos el test de antígeno a los nietos si son fiesteros, en cada familia y grupos de amigos se saben las circunstancias y hay que aplicarlas con sensatez”, comentó. Pese a no ser tan sensibles como la PCR, “es instantáneo y te lo da en el momento”. Por tanto es “una capa más para bajar el riesgo”.
El virus “se va a quedar y nos infectaremos todos” antes o después y aunque entre los jóvenes el riesgo de mortalidad es bajo deja secuelas. “Piensen si quieren tener achaques desde tan jóvenes”.