
La campaña de vacunación contra la COVID-19, ya sea con la tercera dosis de refuerzo o dirigida a los más pequeños, avanza en nuestro país. La población inmunizada en España supera con creces el 80 por ciento, situada casi a la cabeza en Europa, solo por detrás de Portugal.
“Sin ninguna dosis de la vacuna, la persona tiene un gran riesgo” en el momento en que se contagia de coronavirus, ha explicado al respecto en el programa de radiofónico De la noche al día Alfredo Corell, catedrático de inmunología de la Universidad de Valladolid. En la población sana y sin patologías previas, “con ambas dosis se podría evitar casi al cien por cien un ingreso hospitalario”, y si además existe una tercera “a lo mejor ni se entera de que he tenido la infección; es lo que llamamos un asintomático”.
Al ser preguntado por la nueva variante denominada deltacron, detectada el fin de semana por las autoridades chipriotas, el experto asegura que apenas hay impacto porque los casos son pocos. “Yo, de momento, no me asustaría por deltacron”, agrega.
Lo que sí inquieta a Corell es el poco conocimiento que, hasta ahora, se ha obtenido de la COVID persistente. “Cada vez hay más indicios de que, al menos, un 10 por ciento de los adultos que padecieron coronavirus quedan con algunos síntomas persistentes, una proporción inferior en la población infantil, que alcanza el 5 por ciento”, declara el también Premio 2021 a la Comunicación Científica, que indica que “esto tiene un impacto sanitario tremendo porque es un dato muy alto”.
Asimismo, reconoce que los científicos ignoran la causa: “Una de las afecciones más habituales son las neurológicas, como problemas de atención, memoria o fatiga mental”. Pese a que en ocasiones la COVID persistente se resuelve con la propia vacunación, “no siempre es así” y lamentablemente, a día de hoy, “no existe un tratamiento claro”.