
La niebla que afectó ayer al norte de Tenerife dificultó, desde primera hora, la circulación en las carreteras. En las principales vías de acceso a la capital tinerfeña se produjeron importantes retenciones debido a la alta afluencia de vehículos. La situación se complicó como consecuencia de una veintena de incidencias por averías de instalaciones semafóricas, que fueron solventadas a lo largo de la mañana por tres equipos de técnicos de la empresa concesionaria, al tiempo que agentes de la Policía Local de Santa Cruz se encargaron de regular el tráfico en los cruces más complicados.
Curiosamente, la borrasca también evidenció el estado deplorable de la comisaría de Tres de Mayo, el edificio donde trabaja un tercio de la plantilla municipal y donde desarrollan su actividad profesional un total de 390 personas.
Allí, el personal ha tenido que hacer frente a las goteras que han encharcado el suelo del inmueble, incluso en la zona de vestuarios.
Empleados que forman parte de la Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), el sindicato más representativo en las administraciones públicas, han lamentado que “seamos el único servicio municipal que está en un edificio en este estado; el resto de servicios está en edificios en condiciones”.
Asimismo, en una de las entradas más concurridas a La Laguna, en concreto, la del Padre Anchieta, apenas había visibilidad por la mañana y ello obligó a que la Policía Local de la Ciudad de los Adelantados recomendara a los conductores a través de su cuenta en Twitter el acceso al casco por vías alternativas. A su vez, facilitaba en el mismo mensaje compartido en la red social las posibles alternativas, como Vía de Ronda, Lora y Tamayo o San Benito.
En ambos municipios se registraron varias alcantarillas sueltas en la vía pública, uno de los incidentes más frecuentes cada vez que se registran fuertes lluvias, junto con cables tirados y desprendimientos de piedras, todos incidentes leves pese al ímpetu con el que pasó por las islas la borrasca atlántica.