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Santa Cruz decide trasladar el Carnaval al mes de junio

El alcalde, José Manuel Bermúdez, comunica a los grupos el cambio de fechas de la fiesta ante el auge de contagios que está provocando la sexta ola de la COVID y como forma de “salvar” la celebración
Las galas y concursos del Carnaval se trasladarán al mes de junio para sortear la actual sexta ola de COVID, confiando en que para ese mes ya hayan mejorado las cifras de positivos. SERGIO MÉNDEZ

Otras ciudades ya lo han hecho, como Valencia con sus Fallas o Cádiz con su Carnaval. Ahora es el turno de Santa Cruz de Tenerife, que decidió llevarse el Carnaval al próximo mes de junio. Una resolución sin precedentes en la fiesta por excelencia de la capital chicharrera. Las fechas que baraja el Ayuntamiento para que se desarrolle este atípico Carnaval son del 4 al 26 de junio.

El alcalde, José Manuel Bermúdez, comunicó ayer a los grupos la decisión de trasladar la fiesta al mes de junio. Lo hizo en una reunión que se celebró vía Zoom, en la que hubo 103 personas conectadas.

Tal y como explicó Bermúdez, esta decisión se toma ante el actual nivel de contagios que está provocando la sexta ola de la COVID y la imposibilidad de que en las próximas semanas se descienda del actual nivel 4 de restricciones a otros que permitieran retomar los ensayos, o el montaje del escenario, que tendría que haber empezado esta misma semana.

“Nosotros comenzamos la planificación del Carnaval hace ya más de dos meses, cuando no existía la variante ómicron, y en todo este tiempo nos hemos ido enterando de los cambios, al mismo tiempo que el resto de la población, sin margen para planificar con antelación cualquier decisión”, comenzó Bermúdez su intervención.

Con la llegada de la sexta ola de la COVID, según explicó el alcalde, han tenido que ir tomando decisiones, siempre para garantizar la seguridad de las personas, a la vez que poder celebrar una fiesta en la que están implicadas más de 9.000 personas. “En estos momentos, los datos nos han llevado al nivel 4, y la previsión del Gobierno de Canarias es que Tenerife siga en ese nivel hasta finales de mes. Eso hace que volver a los ensayos sea prácticamente imposible, y, aunque se bajara a nivel 3, seguiría siendo muy complicado mantener los encuentros de los grupos”, apuntó el alcalde.

El regidor municipal siguió detallando que ante un panorama como el actual “hemos decidido trasladar el Carnaval a un escenario con menos incertidumbre que sería el del mes de junio”, para añadir que se trata de “una decisión sin precedentes” y defiende que “el traslado es una manera de salvar el Carnaval”.
Además, insistió en el mensaje que lleva defendiendo durante estos meses y que no es otro que el de que “ante no hacer nada o hacerlo con restricciones, nosotros optamos por lo segundo”.

Junio o nada

Por su parte, el concejal de Fiestas, Alfonso Cabello, admitió que la “ventana de oportunidad” para celebrar el Carnaval es el mes de junio, si llegadas las fechas previstas, las circunstancias siguieran siendo las actuales, no habría más fechas posibles, lo que obligaría a su suspensión.

Las fechas que baraja Fiestas son las que se mueven entre el 4 y el 26 de junio, pero aún no hay ninguna asignada a los distintos actos, eso es algo que, según avanzó Cabello, se dirimirá con los grupos en reuniones presenciales que tendrán lugar el jueves y viernes de esta semana. “Nos reuniéremos con los colectivos por modalidades y abordaremos con cada uno de ellos cuáles son las principales dificultades que les plantean las nuevas fechas”, manifestó.

“En nuestro caso por directrices específicas del alcalde, nos hemos reunido previamente con los representantes de todos los grupos de manera telemática, ya que entendemos que es imprescindible, antes de comunicarlo públicamente a la ciudadanía, testar con quienes realmente hacen posible cada edición las nuevas fechas propuestas”, enfatizó Cabello.

Asimismo, hizo especial referencia a los niños: “Tenemos qué ver cuándo les viene mejor a los grupos infantiles sus concursos, porque entendemos que es un mes con exámenes”. También los diseñadores son el otro grupo que se puede ver más afectado por el traslado de fechas.

Cabello continuó defendiendo que “nuestro Carnaval, con un impacto económico en la ciudad de más de 32 millones de euros, precisa de una valoración minuciosa, ya que estamos hablando, en la mayoría de los casos, de la economía de muchas familias”.

Por su parte, según apuntó el alcalde, será en el mes de abril, “después de Semana Santa”, cuando se podrá saber realmente si las nuevas fechas son factibles. “Para que todo cuadre, los grupos deberían estar ensayando ya el 18 de abril, si en esa fecha tenemos otra variante de la COVID o hay una nueva ola, será cuando realmente sabremos qué va a pasar con el Carnaval”, indicó.

Fuera del Recinto Ferial

Precisamente una de las cosas que van a permitir las nuevas fechas es que galas y concursos salgan a la calle. Así lo apuntó Bermúdez, que explicó que “nuestra intención es crear un recinto carnavalero estable, como hicimos con las Fiestas de Mayo, eso es algo en lo que tenemos experiencia”.

Los posibles emplazamientos para acoger un escenario de las características del Carnaval son el aparcamiento del Parque Marítimo o la explanada del muelle, donde se hace el Concierto de Navidad, ambas en suelo de la Autoridad Portuaria, con la que también habría que negociar los permisos necesarios. Además, justo en el mes de junio, el Recinto Ferial ya cuenta con programación propia, como la celebración de dos conciertos, que haría inviable el montaje del escenario y los actos del Carnaval de 2022.

El alcalde concluyó su intervención señalando que la idea, por tanto, es asegurar al menos la celebración de galas y concursos. “Si la evolución de la pandemia nos permitiera ir a una celebración en la calle, cosa que dudo, créanme que nada me haría más ilusión”, añadió.

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