
“Solo se trató de una discusión entre dos niños, solo eso, se pelearon pero no hubo golpes”, afirmó ayer Carlos, responsable de la empresa Ecoplay, con veinte años de experiencia en organizar campamentos infantiles como el del colegio Llano de las Naciones, en el municipio de San Miguel de Abona.
El monitor descarta que el lunes se produjera un episodio de “rusofobia” al ser uno de los pequeños de esa nacionalidad, tal y como denunció en este periódico la amiga de la madre del niño supuestamente vejado. Es más, según el educador, “nos pusimos en contacto con los padres, que apenas hablan español, y entendieron lo que pasó, sin más problemas”, por lo que se vio sorprendido por la denuncia pública realizada días después por una amiga de la familia. Además, el niño no ha dejado de acudir al campamento que se realiza en los colegios que esta semana no tiene clases por el Carnaval.
Carlos expuso que “llevo 20 años realizando esta labor y nunca hemos tenido problemas con los pequeños, aun cuando se trata de un colegio multiétnico con 400 niños, más allá de alguna pelea por tratar de ganar un juego o un deporte. No creo que ahora mismo estos niños estén pensando en lo que esté pasando en Ucrania”.