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El Tenerife se desengancha del ascenso directo (0-1)

El Almería se adelantó en el marcador con una acción que levantó en armas al Heliodoro
Tenerife-Almería
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Partido entre el Tenerife y el Almería en el Heliodoro. Sergio Méndez

El CD Tenerife compitió al mismo nivel que el Almería, pero no fue capaz de engancharse a la pelea por el ascenso directo ante un rival que lo pasó muy mal en la primera parte. Fue ahí cuando el equipo local tuvo la victoria en sus manos, pero no supo ni pudo concretarla. Sus delanteros tuvieron dos clarísimas ocasiones de gol que no entraron, una por el larguero, y otra porque enfrente estaba un enorme portero, que fue el mejor del equipo rival. En la segunda parte el colegido quiso ser el protagonista de un partido que fue de guante blanco. Óliver de la Fuente Ramos pitó un penalti que no tendría que haber señalado, a pesar de que Carlos Ruiz enganchó a Sadiq con claridad, pero en el origen de esa acción hubo una clarísima falta a Aitor que el trencilla no señaló. Así el sobresfuerzo realizado por el equipo se quedó sin premio y la pelea por el ascenso directo se esfuma.

Luis Miguel Ramis se vio a obligar a hacer cambios en el once inicial. Tantos como tres. Para empezar, no pudo contar con Carlos Pomares, que era duda hasta el inicio del encuentro. Álex Muñoz figuraba en la convocatoria, pero no está aún para jugar de inicio, por lo que Shaq Moore partió desde el lateral derecho y Jeremy Mellot jugando en el izquierdo.

Además respecto a la formación inicial que jugó en El Molinón, Ramis se decantó por Andrés Martín en el lugar de Víctor Mollejo, y por Enric Gallego en el de Elady, por lo que el Tenerife jugó con dos delanteros centros natos. Muchos cambios para lo que viene siendo habitual en el preparador tarraconense.

El duelo arrancó con un ritmo trepidante. No era para menos, al enfrentarse el segundo contra el cuarto, es decir dos rivales con claras opciones de acabar ascendiendo a Primera por la vía rápida.

Tenerife y Almería arrancaron con el cuchillo entre los dientes y fueron los indálicos los primeros en comprobar la fiabilidad de Soriano. Disparo de Ramazani que atrapó en dos tiempos el meta local.

Respondió pronto el ‘Tete’. Minuto 7 y una llegada de Moore por la derecha se convirtió en un centro raso y fuerte al segundo palo donde Mario no llega por muy poco.

Ese fue el comienzo de unos buenos minutos por parte de los locales, que fueron coronados con un cabezazo tremendo de Enric Gallego. El balón se estrelló en la escuadra derecha de la meta defendida por Fernando. El Heliodoro loco saltó con la clara ocasión de gol de los blanquiazules.

Cogió miedo el segundo clasificación con la intervención del punta local y quiso ponerle un poco de pausa al duelo.
El Tenerife se mostraba como un equipo valiente y ordenado a esas alturas de partido, mientras que el Almería, que quizás tenía más posesión del esférico, intentaba jugar de manera más lenta.

El club de los Juegos del Mediterráneo avisó con un disparo de Alejandro Pozo que provocó el paradón de Soriano.
No se achicaron los de Ramis y devolvieron el susto al otro lado con un remate de Corredera que la defensa visitante tuvo que desviar a córner porque el balón ya entraba en la meta andaluza.

El ritmo era altísimo y aguantó así durante todo el primer acto de un partidazo que no defraudaba en absoluto.
La primera parte terminó con otra ocasión clarísima para los blanquiazules. Moore, que antes había puesto un caramelito para la cabeza de Gallego, volvió a sacar la mira telescópica para poner otro esférico soberbio. Esta vez fue Mario el que cabeceó, pero el que más se lució en la acción fue el meta visitante. Se hizo gigante Fernando para sacar, a mano cambiada y en pleno vuelo, una ocasión que ya el Heliodoro creía que entraba. Parada casi inexplicable que evitó que los blanquiazules se fueran al túnel de vestuarios con ventaja en el marcador.

Un penalti que no debió haberse pitado

En la segunda parte no disminuyó el ritmo y arrancó con polémica. El Almería se adelantó en el marcador con una acción que levantó en armas al Heliodoro. En el minuto 56, el colegiado Óliver de la Fuente Ramos se enfangó hasta el cuello pitó penalti sobre Sadiq, al que agarró Carlos Ruiz de manera clara. La pena máxima fue, pero no tendría que haberse pitado porque en el origen de la acción hubo una falta clarísima sobre Aitor Sanz que el colegiado no apreció. El colegiado no dudó a la hora de apuntar con su dedo acusador al punto de penalti, desquiciando así a los locales.

Especialmente al capitán, que se llevó la amarilla por sus protestas y no podrá jugar el próximo fin de semana. Ramazani se encargó de lanzar y de engañar a Soriano. Era el 0-1 que llenaba de rabia a los locales.

Los ojos de los de Ramis se inyectaron en sangre y empezaron a desquiciarse cada vez que pitaba el linier. En esa fase se agrandó en su meta Fernando, que se convirtió en un muro infranqueable para los arietes tinerfeñistas.

Ramis empezó a mover el banquillo. Saltaron al campo Larrea, por Corredera en el 71, y Shashoua, por Bermejo en el 76. Más adelante entraría al campo Mollejo, por Aitor Sanz en el minuto 84.

La recta final del partido fue un querer pero no poder por parte del Tenerife. Los cambios no mejoraron al equipo. Si acaso lo empeoraron porque sin Corredera en el campo, los locales no tenía un conductor de juego. Sam no fue determinante, como en otras ocasiones, y las ocasiones fueron muy escasas y todas fallidas por culpa de un imbatible Fernando.

No pudo el Tenerife en los últimos minutos frente a un rival que controló bien la situación tras adelantarse y apenas lo pasó mal. Se quedó sin premio un equipo que lo dio todo y se vació, pero que no aprovechó las ocasioens que tuvo en la primera parte.

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