Desde el área de Bienestar Social del Ayuntamiento de La Laguna están detectando una tendencia de aumento de llegada de población de otros municipios que demanda atención social en La Laguna. Así, el concejal responsable del área, Rubens Ascanio, explica que “estamos percibiendo, a través de los informes que nos dan traslado las entidades colaboradoras y los que nos pasan nuestras propias trabajadoras sociales, así como a través del nuevo sistema informático, de este tipo de situaciones, en las que parece que uno de los motivos de cambio de municipio tiene que ver con la atención social”.
Casos, por ejemplo, de “personas que llegan en precario, sin tener una vivienda determinada, o que tienen que hacer el empadronamiento sobre la marcha porque ya están en alguna determinada, a veces en espacios que no reúnen muchas condiciones, a veces en la vía pública o en pisos donde comparten con otras personas… O situaciones de personas empadronadas en otros municipios y que solicitan los recursos alojativos en La Laguna, personas sobre todo en situaciones de calle que al final se trasladan a La Laguna, tras un tránsito en otros municipios”, y que se están volviendo “cada vez más frecuentes”, apunta el edil.
Una tendencia que se está percibiendo especialmente a partir de la COVID-19 y su consecuente crisis económica y social, que ha provocado que “mucha gente perdiera su lugar habitual de residencia o su empleo y al final se han trasladado y han buscado otros lugares donde residir, o se les ha recomendado, porque también nos hemos encontrado situaciones en las que desde entidades u organismos se les recomienda esa movilidad”, señala Ascanio.
La procedencia es de todos los municipios de la Isla, aunque especialmente de Santa Cruz porque “son territorios fluidos y evidentemente hay mucha gente que mantiene su vida en este entorno, porque también hay más oportunidades de empleo o de buscarse la vida, y esa realidad está y estará”, indica el concejal. Además, recuerda que “prácticamente la mitad de las personas que están en situación de sinhogarismo en Tenerife están en la zona metropolitana, y evidentemente ese flujo se produce”. Por ello que ambos municipios “compartimos comisiones en el tema de personas sin hogar, en las que se está trabajando en esta población flotante”.
A esto hay que añadir que, además, también están notando como en situaciones de “desalojos masivos” que se están produciendo en zonas de costa del Sur, “mucha de esa población que residía en esos núcleos precarios o en grandes promociones ocupadas que son desalojadas, se está trasladando también a La Laguna, donde los servicios sociales se están encargando de prestarles ayuda”.
De hecho, según el último informe de Cáritas sobre exclusión social y pobreza, del segundo semestre de 2020, en ese momento localizaron a un total de 195 personas en situación de exclusión residencial en La Laguna, de las que tan solo el 33% estaban empadronadas en el municipio.
Esfuerzo inversor
Ascanio admite que le preocupa que ese fenómeno de atracción “se vaya acrecentando con el tiempo”, aunque, “entendemos que los recursos de los distintos municipios también se irán acompasando a esta realidad”, y apunta que, esa mayor demanda en el municipio “también habla de que estamos haciendo un esfuerzo en La Laguna en lo referente a la atención social, un esfuerzo que se va a mantener más allá de 2023”.
En este sentido, el responsable de Bienestar Social destaca que “en partidas que tienen que ver con lo social tenemos un gasto de 170 euros por habitante y año”, lo que supone casi el doble “respecto a lo que había en 2018, que fue el último presupuesto de la anterior Corporación, cuando tenían un gasto en torno a 90 euros por habitante y año”.
A este respecto, el alcalde, Luis Yeray Gutiérrez, añade que “el refuerzo de las políticas sociales ha sido uno de los compromisos prioritarios de este grupo de Gobierno durante el presente mandato”. “Hay que recordar que el presupuesto de este año para los servicios sociales supera los 24 millones de euros, lo que supone un incremento de más del 51% desde 2019”, añade.
Para el alcalde esa inversión económica se ha traducido en “una mejor atención a las personas y colectivos que más lo necesitan y un posicionamiento del Ayuntamiento de La Laguna como administración de referencia en la Isla en materia social”, enfatiza.
Recursos alojativos
En cuanto a los nuevos recursos alojativos, Ascanio señala que “hemos hecho un esfuerzo grande en este mandato para separarnos del modelo de albergue tradicional, de gran espacio donde simplemente hay un recurso para dormir y ducharse”, en clara referencia al existente en el municipio vecino de Santa Cruz, el único de ese tipo en Tenerife, y que también provoca que mucha población acabe acudiendo a la capital.
En concreto, la red de Recursos Alojativos Municipales Temporales (RAMT) de La Laguna cuenta ya con 7 pisos tutelados para diferentes perfiles y el centro Clemencia Hardisson para personas en situación de exclusión habitacional, que suman un total de 75 plazas, lo que supone un incremento del 257%, en dos años, de los servicios públicos habilitados en La Laguna para ofrecer alojamiento temporal a las personas que carezcan de residencia o domicilio estable, que no dispongan de recursos personales y económicos para afrontar su situación y que se encuentren en situación de exclusión o vulnerabilidad social.
Además, los recursos alojativos van acompañados de programas de atención integral individualizados y una amplia red de gestiones, actividades formativas y talleres de habilidades y competencias orientada a favorecer su integración social y la recuperación de su autonomía.
A esto se suma también el Servicio de Alojamiento Alternativo Municipal, que cuenta con un total de diez viviendas de titularidad municipal para dar una respuesta de emergencia a familias de La Laguna en situación de exclusión social y que hayan sido desalojadas de su vivienda, o con lanzamiento próximo, y que incluyen, además de un programa de inserción sociolaboral, la bonificación por el área de Bienestar Social de la mayor parte del coste del alquiler, de modo que las personas beneficiarias abonan una renta mínima mensual de 50 euros.
Y a esto hay que añadir la red pública de ayudas al alquiler para personas con dificultades sobrevenidas para afrontar ese gasto en sus hogares, que solo en 2021 supuso una inversión de casi 800.000 euros del Ayuntamiento, y que este año se aumenta en un 65% la cuantía destinada.
Vivienda pública
Asimismo, el alcalde apunta que, “hace tan solo unos días iniciábamos el proceso para poder contar con un parque público de viviendas, con el que atender a la enorme demanda con que nos encontramos. Son tres millones de euros para la promoción y gestión de vivienda pública, que se suman a los 800.000 euros del programa municipal de ayudas al alquiler. Son cifras que reflejan muy claramente la voluntad de este Gobierno de seguir cumpliendo nuestro compromiso con la ciudadanía lagunera”.
En concreto, dos millones son para adquirir viviendas disponibles en el mercado privado, para lo que se ha abierto una convocatoria, a través de la página web de Muvisa, y el otro millón será para la creación de 16 viviendas modulares en Geneto, “que espero que tengamos disponibles antes de finalizar el año”, añade Ascanio, quien detalla que, “al tener una extensión grande el terreno donde están emplazadas, pues esperamos contar con viviendas y espacios adaptados a las mascotas, porque al final el perfil de persona sola en desahucio o en riesgo, y con mascota, es cada vez más habitual”.