Varias ONG dedicadas a la conservación del medio ambiente y bienestar animal como Greenpeace, WWF, Ecologistas en Acción y Compassion in World Farming han pedido este jueves al Gobierno de Canarias parar el proyecto de la granja de pulpos en Canarias que planea construir Nueva Pescanova concretamente en Las Palmas “por ser cruel e insostenible”.
En un comunicado, estas organizaciones han demandado al Ejecutivo autonómico que garantice que el proyecto “no reciba fondos de la Unión Europea ya que es incompatible con las políticas de la Unión Europea”.
“Confinar a estas criaturas inteligentes y naturalmente solitarias en granjas industriales sería cruel y es incompatible con múltiples políticas de la UE, incluidas sus propias directrices estratégicas para el desarrollo sostenible de la acuicultura en la Unión”, recalcan.
Granja de pulpos en Canarias
Las ONG han señalado que tras convertirse en un alimento cada vez más popular en las últimas décadas, particularmente en España, las poblaciones salvajes de pulpos están disminuyendo.
“En 2015, la cantidad de pulpos capturados en todo el mundo alcanzó un máximo de 400.000 toneladas, 10 veces más que en 1950”, han expuesto estas organizaciones, que han advertido que la cría en cautividad de pulpos “no es la solución para la sobreexplotación de las poblaciones salvajes, sino la adecuada evaluación y gestión pesquera de sus poblaciones”.
Debido a que los pulpos son carnívoros, añaden, necesitan ser alimentados con grandes cantidades de proteína animal, incluidos pescados y crustáceos.
“Se necesitaría un total de tres kilos de proteína animal para alimentar cada kilo de pulpos en Canarias, una práctica completamente insostenible ya que contribuiría a una situación de sobrepesca aún mayor en los océanos del mundo”, destacan.
Agregan asimismo que los pulpos son criaturas “muy inteligentes que necesitan explorar y relacionarse con su entorno y solitarios por naturaleza, por lo que obligarlos a vivir en espacios reducidos puede dar lugar a episodios de agresión por territorialismo “e incluso al canibalismo”.
“Además, actualmente no existe una legislación para proteger su bienestar en las granjas y no existe un método de sacrificio humanitario aprobado científicamente”, concluyen.