Las playas del norte de Tenerife son el claro ejemplo de la belleza volcánica de las Islas Canarias, donde la arena negra combina a la perfección con el azul que nos regala el océano Atlántico y con los acantilados que caen al mar poniendo el toque final a esta hermosa estampa.
Asimismo, estas playas salvajes destacan por presentar fuerte oleaje, por lo que es importante tomar precauciones y solo bañarse si el mar está tranquilo.
1. Playa de Benijo
Esta playa virgen de arena negra se encuentra en Taganana, perteneciente al distrito de Anaga, entre los roques de Benijo y La Rapadura.
Es una de las playas salvajes de Tenerife más fotografiadas, puesto que al atardecer se crea una imagen idílica decorada con el dibujo que dejan las corrientes en el agua, los roques y el tono anaranjado de la caída del sol.
Así bien, para llegar es preciso bajar por un sendero de escaleras que no es difícil de hacer pero para el que se recomienda ir con calzado cómodo.
Además, el mejor momento para disfrutar de esta playa es en las horas de bajamar, ya que la extensión de arena es mucho mayor, aunque siempre hay que tener presente que es fundamental bañarse con precaución debido al arrastre y las corrientes que se producen en estas aguas norteñas.
2. Playa de Castro
La playa de Castro está en el norte de Tenerife, concretamente en el municipio de Los Realejos y está cerca de la playa de los Roques.
Para llegar hay que seguir las indicaciones hasta la Rambla de Castro donde no hay mucho aparcamiento por lo que, sobre todo en verano, es recomendable llegar temprano para luego descender hasta la playa por un sendero que no es complicado pero que es preferible hacer con tenis.
La playa está formada por arena y callaos, aunque si la marea está alta solo podrás apreciar estos últimos, ya que la arena se deja ver solo cuando la marea baja.
Esta playa salvaje no cuenta con hamacas ni chiringuitos, está alejada de la multitud y es en la actualidad cuando está ganando fama, principalmente por las fotos que circulan en redes sociales de aquellos que la visitan, y es que hay una cascada que es la principal protagonista, encargada de realzar la belleza de una de las playas del norte de Tenerife con más encanto.
3. Playa El Bollullo
Entre las mejores playas de Tenerife encontramos la playa El Bollullo, situada al borde de un acantilado en El Rincón, en el municipio de La Orotava.
Ya desde lo alto del camino de acceso se aprecia la gran extensión de arena negra dividida por una de las muchas formaciones rocosas de origen volcánico que se pueden apreciar, dejando a un lado un tramo de playa amplio y al otro una pequeña cala.
En esta zona, junto a El Bollullo, está la playa de Los Patos, ambas ideales para practicar bodyboard y surf debido al oleaje, aunque, al igual que en las mencionadas anteriormente, a la hora del baño hay que tener mucho cuidado.
Pasar el día en alguna de estas playas es una excelente opción y, como idea, el plan se puede complementar con un brunch o un almuerzo en el restaurante que hay en la parte alta, al inicio del camino que llega hasta la costa, y desde donde se puede disfrutar de unas preciosas vistas del mar.
4. Playa de los Roques
Como ya su nombre nos adelanta, el encanto natural de esta playa se lo otorgan los roques de origen volcánico que resisten a las olas del mar.
Está ubicada en Los Realejos, cerca del Puerto de la Cruz, y se puede acceder a través del Sendero del Agua, muy fácil de seguir y con unos 5 kilómetros de ida que también se pueden recorrer en sentido contrario. Así bien, existe la posibilidad de llegar en coche, aunque no hay mucho aparcamiento cerca.
Asimismo, cuando hay bajamar se aprecia la combinación de callaos y arena negra, el escenario perfecto para hacer fotografías desde la orilla con los roques de fondo, una estampa tan característica de las playas del norte de Tenerife y a la vez tan especial.
5. Playa de Almáciga
Enclavada en la zona norte de Tenerife, es una de las playas que se encuentran en Anaga, junto a la de Benijo.
Naturaleza salvaje y belleza singular caracterizan a una de las mejores playas del norte de Tenerife y es especialmente atractiva para practicar surf.
Esta playa está abierta al océano y presenta corrientes cambiantes, por lo que si vas a pasar el día es importante tener cuidado.
Así bien, la playa de Almáciga cuenta con una ocupación media en verano y baja el resto del año, ya que influye el tiempo, claramente mejor en la época estival.
6. Playa del Tamadite
Si haces el sendero que va desde Afur, un pueblo perteneciente al Parque Rural de Anaga, podrás llegar a la playa del Tamadite, pero cuidado, las corrientes son muy fuertes y no es apta para el baño.
El recorrido por las laderas del barranco de Afur es muy bonito, uno de los espacios naturales del Macizo de Anaga en el que descubrirás pequeños arroyos alimentados por el agua que corre prácticamente todo el año, haciendo que el cauce sea bastante rico en vegetación.
Al final del camino te recibe una hermosa playa virgen, la playa del Tamadite, en la que es mejor no bañarse debido a las corrientes y el mar de fono, aunque sí podrás sacar unas fotos muy bonitas y disfrutar de un pequeño picnic antes de continuar el recorrido.
Y así queda claro que las playas del norte de Tenerife cuentan con una naturaleza salvaje que solo se puede apreciar en Canarias, donde el origen volcánico está presente en cada rincón, con formaciones geológicas únicas y espectaculares.
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