la matanza de acentejo

Las dos pasiones del matancero Isidro Felipe

La mayor afición de este bombero profesional, en el que el fuego forma parte de su vida, es la caza fotosub con apnea, un deporte que requiere estar varios minutos debajo del agua
Isidro Felipe junto a su compañero de equipo del club Matansub, Juan Carballo

Isidro Felipe Pérez recuerda perfectamente la primera vez que se puso unas gafas de buceo y miró el fondo del mar. “Me quedé sorprendido porque desconocía todo ese mundo que estaba debajo mío”. Tenía ocho años pero ese primer contacto con el mundo subacuático lo marcó para siempre.


Su padre tenía una casa en el playa, en la zona de Rojas, en el municipio de El Sauzal, donde la familia pasaba todos los veranos y donde despertó su curiosidad por el medio acuático aunque fue hace más de una década cuando se inició en la fotografía submarina pero sin utilizar botella sino que bucea haciendo apnea.


La caza fotosub apnea es una disciplina deportiva que tiene como objetivo capturar el máximo de fotografías instantáneas de peces vivos (no valen cangrejos ni algas) en su entorno típico con la máxima calidad fotográfica y artística posible en una zona determinada y con un plazo de tiempo establecido.


No empezó solo sino acompañado de un “grupito de personas” en el club Matansub, de La Matanza de Acentejo, el municipio en el que nació.


Hasta el momento no le ha ido nada mal. Empezó con los campeonatos federativos y ya acumula varios premios. Ha quedado campeón de Tenerife, de Canarias, cuatro veces subcampeón de España, dos terceros y recientemente obtuvo el primer puesto en el I Open de Biodiversidad de Tenerife, el evento más importante del submarinismo en España junto con su compañero Juan Carballo.


Una afición que nació acompañando a su padre al agua y de quien también heredó su pasión por el fuego ya que ambos son bomberos, dos elementos antagónicos pero que en su caso domina a la perfección. “Es una profesión que te tiene que gustar, porque no cualquiera puede ser bombero”, subraya.


Su progenitor es su principal apoyo. El miércoles lo acompaña al Campeonato de España que se desarrolla del 8 al 11 de septiembre en Viveiro, en Galicia. Sus hijos también forman parte de su equipo. Daniela, de 12 años, es su community manager, dice bromeando, y Pablo, de ocho le hace las fotos. Los dos ya han incursionado en el fondo del mar y este verano también han aprendido a compensar.


La caza fotosub apnea es un deporte desconocido por muchas personas y por eso la intención de Isidro es difundirlo.
Además de habilidades debajo del agua y una cámara, lo fundamental para poder practicarlo es tener curiosidad, investigar las distintas especies e ir indagando. “Una vez que tienes la curiosidad por buscar, lo otro viene solo”, sostiene.


Utiliza una cámara réflex normal pero le añade una carcaza para meterla debajo del agua puesto que lo realmente importante es tener una buena luz artificial para que los colores reales no se pierdan.


Requiere, además, un estudio previo y mucho trabajo “de libro” porque para poder captar diferentes especies que hay que saber identificarlas. Por eso es indispensable hacer un estudio previo de la zona y de las especies que alberga y una vez que estás allí, las reconoces “aunque debajo del agua puede cambiar todo”, aclara.


También es importante respetar los tiempos de descanso fuera del agua. “Si permaneces dentro más de lo necesario, la recuperación tiene que ser mayor, y no puedes hacer una apnea muy larga porque pierdes tiempo fuera”, explica.


Este bombero profesional, que trabaja en el parque de Santa Cruz, asegura que siempre se descubren especies nuevas “y más con las consecuencias que acarrea el cambio climático”.

Isidro Felipe: la clave es no parar de aprender


Cuando empezó a bucear había variedades de peces que se encontraban fácilmente mientras que ahora es raro verlas, y viceversa. Un ejemplo de esto último es la fula soldado (Abudefduf saxatilis), poco frecuente en Canarias, pero que en los últimos años ha aumentado considerablemente debido probablemente al tráfico marítimo y al aumento de la temperatura del agua.


“Se empezó viendo en un punto de la zona sur de Tenerife, y ahora también se ha registrado en la Caleta de Adeje, Granadilla y en Garachico”, especifica.


Su pasión por los fondos marinos lo ha llevado a editar la Guía de barrigudas, cabozos y chupasangres de Canarias, un trabajo que realizó junto a Juan Carballo, Cristina Camacho y María Belén Caro, y en el que recopilaron todas las fotografías que tenían porque les daba pena “que se quedasen en la nada, cuando otra gente las podía aprovechar y aprender”. En total catalogaron 35 especies de las tres familias.


Isidro Felipe Pérez es un enamorado de los fondos marinos de Canarias por su gran biodiversidad. “Cada isla tiene su encanto y en general, están bien conservados”, recalca.


En Tenerife, la zona Norte es muy diferente a la del Sur. Un entorno en el que le apasiona bucear es el muelle viejo de la Villa y Puerto de Garahico y la conocida como playa de La Negra, en la costa matancera, en la que todavía queda mucho por descubrir porque su acceso es muy complejo.


Cuando se le pregunta específicamente por El Hierro, aclara que “no es un mito” el paraíso y la reserva submarina que tiene esta isla. “Es tan maravilloso como dicen e incluso un poquito más”, asegura.

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