candelaria

Menos peregrinos, pero misma devoción por la Morenita

El 'día grande' no estuvo tan concurrido como se esperaba en la vuelta a la normalidad, porque las visitas a la Basílica se espaciaron aprovechando la coincidencia de un largo fin de semana
Menos peregrinos, pero misma devoción por la Morenita
Menos peregrinos, pero misma devoción por la Morenita. | Fran Pallero

Candelaria vivió ayer el día grande de las fiestas de la Patrona de Canarias, las que todos han denominado del reencuentro, tras dos años con restricciones sanitarias por la pandemia de la COVID-19. Sin embargo, aunque resulta difícil cuantificar el número, la presencia de peregrinos ayer en la Villa Mariana fue menor que la de años anteriores. La coincidencia de un largo fin de semana, al caer el día 15 en lunes, ha hecho que esas visitas hayan sido más espaciadas, porque desde el viernes el casco de Candelaria ha sido un hervidero de gente venida de todos los sitios de Tenerife, Canarias e incluso con presencia singular de canariovenezolanos retornados.

Menos peregrinos, pero la misma devoción por la Morenita, esa talla que desde hace más de 500 años alumbra el camino de los canarios, sean o no creyentes, por su indiscutible lazo con los guanches, aquellos a los que se les apareció sobre una roca en la playa de Chimisay, hoy El Socorro de Güímar.

El día grande quedó concentrado en la solemne misa oficiada por el obispo Bernardo Álvarez, que en esta ocasión, durante más de una hora y media, más que referirse a la advocación de Candelaria, habló de la festividad de la Asunción de la Virgen y el papel que María desempeña como intercesión ante Dios. Recordó el obispo que “María fue elevada al cielo en cuerpo y alma” y, atendiendo, a ello reflexionó: “No podemos vivir solo con el alma sin el cuerpo y con el cuerpo sin alma”, para concluir que “somos alma y cuerpo y debemos vivir nuestra vida, con alma, corazón y vida. Cuando hacemos lo que nos sale del cuerpo o decimos hago lo que me apetece, estamos ante uno de los grandes dramas de este siglo. Durante la pandemia no hemos podido hacer nada, casi nada, y eso nos ha generado muchos problemas y dificultades. ¿Saben ustedes cuál es la primera causa de muerte en Europa en menores de 25 años? El suicidio. ¿Por qué los jóvenes se suicidan? Porque les hemos acostumbrado a darle gusto al cuerpo y la pandemia les generó un vacío, y cuando ese vacío se intenta llenar con drogas, sexo, diversiones, distracciones… pues lógicamente ese vacío se sigue produciendo, porque el ser humano es alma y cuerpo, por eso acaban muchos esclavizados por esa dependencia que decimos todos. Por eso es importante cuidar el cuerpo y el alma”, remarcó.

Tras la solemne misa, que fue cantada por la Coral Voces para la Esperanza Villa de Candelaria y la Orquesta de Cámara Las Candelas, la jornada de la mañana finalizó con la procesión de la imagen de la patrona de Canarias alrededor de la plaza, a pesar de una ligera brisa que puso en riesgo que se pudiera celebrar, mientras el salitre cubría la esbeltas figuras de los nueve menceyes que custodian la morada de su Virgen.

Por la noche, la Morenita volvió a salir al escenario de la plaza para recibir la tradicional ofrenda, con músicas y tradiciones de parrandas, grupos, danzas y cantantes de toda Canarias.

Autoridades

Las máximas autoridades de las Islas no faltaron a los actos institucionales en honor a la Virgen de Candelaria. Hasta un total de 126 representantes políticos, militares y consulares participaron en la procesión cívica, parada militar, eucaristía y procesión.

Así, estuvo presente el presidente del Gobierno de Canarias, Ángel Víctor Torres, y el consejero de Transición Ecológica, José Antonio Valbuena; el presidente del Cabildo de Tenerife, Pedro Martín, y varios consejeros, el consejero del Cabildo de La Gomera, Miguel Melo, parlamentarios canarios, así como un representante andino, el peruano Gustavo Pacheco, que con esta visita a Candelaria inicia los contactos para el hermanamiento entre Puno y Candelaria, cuyo vínculo es la Virgen.

Más de una veintena de representantes de los ayuntamientos de Tenerife, en su mayoría alcaldes, participaron en los actos, en los que también estuvo el Ayuntamiento de Teror, pueblo hermanado con Candelaria desde hace 31 años, cuya comitiva estuvo encabezada por su alcalde, Sergio Nuez. Además, estuvieron tanto el delegado del Gobierno en Canarias, Anselmo Pestana, como el subdelegado, Javier Plata. En lo que respecta a los militares, estuvo el teniente general del Mando de Canarias, Alejandro Escámez, y representantes de los ejércitos de Tierra, Mar y Aire, Guardia Civil, Policía Nacional y Policía Autonómica.

La alcaldesa de Candelaria, Mari Brito, presidió la procesión cívica que partió desde el Ayuntamiento hasta la plaza de la Patrona, donde tuvo lugar la parada militar y la recepción del representante del rey, que este año fue Gustavo Matos, presidente del Parlamento de Canarias.

TE PUEDE INTERESAR