Intersindical Canaria volvió a reiterar que la estrategia de vigilancia y control de la pandemia del Ministerio de Sanidad y las Comunidades carece de fundamento serio sobre epidemiología y se constituía con el objetivo de enmascarar y silenciar gran parte de la incidencia y efectos, insistiendo en que los datos sobre el exceso de mortalidad derivan de “una operación de maquillaje de cifras para no alertar a los turistas.
Según datos del INE hasta finales de junio, Canarias ha registrado 9.530 fallecidos, casi un 13% más que en 2021, lo que lo sitúa como el incremento más alto de la serie histórica, que comienza en el 2000. El último informe de Monitorización de la mortalidad diaria (Momo) del Instituto de Salud Carlos III de Madrid cifra en 1.342 el exceso de muertes por todas las causas en lo que va de año, la cifra más alta desde que empezó la pandemia. Ambos organismos confirman que el exceso de mortalidad ya triplica al del 2021.
No obstante, para Intersindical no existe misterio en los datos sobre el exceso de mortalidad. “Lo que ha habido es una operación de maquillaje de cifras para no alertar a los monopolios turísticos”. En 2022 se dejaron de realizar pruebas y de contabilizar los casos, excepto los mayores de 60 años, los considerados vulnerables y embarazadas. Se retiraron un conjunto de medidas, como el uso de mascarillas en interiores, el rastreo o el aislamiento de los contactos estrechos, así como el análisis de las aguas residuales. El resultado de esta “gripalización” ha sido un incremento de la circulación del virus y la aparición de nuevas variantes y, por ende, un mayor riesgo para las personas vulnerables. Por ello, mayor número de muertes y lo más grave, muchas evitables.
Un factor añadido es el retraso en la detección, atención y control de patologías por el colapso del sistema sanitario, lastrado por los recortes y agravado por la irrupción COVID: desde Atención Primaria hasta Especializada, incremento de las listas de espera quirúrgicas, para pruebas diagnósticas y especialidades, así como el deterioro en la salud mental.
A través de la errática estrategia, Canarias llegó a concentrar el índice más alto de contagios del estado, a pesar del porcentaje de población vacunada, sin olvidar que, al menos 1.780 personas, han fallecido por COVID en las islas, cifra que se podría duplicar por el solapamiento del virus con otras enfermedades. La ciudadanía muere, padece incapacidad y COVID Persistente sin conocer su alcance, los dirigentes hacen su propaganda.