baloncesto

El Lenovo Tenerife no perdona al Obradoiro en la segunda mitad (86-67)

Los de Txus Vidorreta dan la vuelta al partido tras el paso por los vestuarios con un parcial de 47-24
Marcelinho Huertas en el Lenovo Tenerife-Monbus Obradoiro FRAN PALLERO
Marcelinho Huertas en el Lenovo Tenerife-Monbus Obradoiro FRAN PALLERO

Ser rival del Lenovo Tenerife es una de las peores cosas que se pueden ser en el arranque de esta Liga Endesa. Lo comprobó el Monbus Obradoiro (86-67). Sin jugar bien se mantiene en el partido, va creyendo, creciendo, agarrándose al duelo sabiendo que su momento llegará. Y no perdona. Nunca.

Si a un espectador neutral le dicen que el Lenovo Tenerife de los primeros minutos de partidos es el mismo que el del final, seguramente, no lo creerá. Los aurinegros que acabaron haciendo la ola y brincando sobre su asiento sí, porque conocen a los suyos. Como dijo Moncho Fernández, el genial entrenador del Obradoiro al final del partido, el Canarias es “como un tiburón que huele la sangre”. Así es. Y con el actual estado de forma y su acierto no perdona.

Buena salida visitante bien contrarrestada por el CB Canarias (5-5). Con Doornekamp de inicio de cuatro y mucho ritmo, el duelo empezó a entrar en una fase con errores canaristas que eran muy castigados por los de Moncho Fernández (10-12).

Los gallegos comenzaron a mostrarse más acertados de la mano de Bender, autor de 13 de los 17 tantos de su equipo -como dato, acabaría con 18 tras la sensacional defensa tinerfeña- (12-17). Cuando volvió a anotar de tres el equipo visitante -gracias a David Walker-, Vidorreta tuvo que parar el duelo por primera vez (14-22).

El mejor ejemplo de lo que era el Lenovo en este primer cuarto, falto de concentración e ideas, se vivió en el último saque a falta de tres segundos. Joan Sastre cometió falta de cinco segundos después de que Sasu Salin saltara a pista para intentar un último lanzamiento. El cuarto acabó con 16-24. Nada salía como quería el Canarias.

El Obradoiro castigaba cada error del Lenovo Tenerife mientras firmaba un partido casi perfecto que le permitió tener la mayor diferencia a su favor (22-33) a falta de seis minutos para el descanso.

El partido se volvió feo, trabado, lo que, curiosamente, benefició al Lenovo Tenerife que firmó un 9-1 (31-34) para meter el miedo en el cuerpo a los santiagueses, pero al partido gris, desacertado, se sumaron los árbitros. Con decisiones dudosas, el público se metió en el duelo, el Canarias se desesperó y, desde el tiro libre, el Obradoiro volvió a estirar la diferencia (36-41).

Una buena muestra de estos minutos, raros, de partido, fue la última jugada del segundo cuarto, cuando un balón que parecía pérdida clara de Jaime Fernández acabó en falta para los locales y técnica al banquillo visitante. El duelo, al descanso, llegó con 39-43. Tocaba mejorar tras el descanso.

Que el Lenovo Tenerife solo repartiera cuatro asistencias en la primera mitad era un dato a tener en cuenta como otro buen ejemplo de que las cosas solo podían mejorar.

Una antideportiva clara de Bender, que Vidorreta tuvo que pedir que revisaran, unida a otra sobre Shermadini, espolearon a los locales, que se pusieron por delante por primera vez en el partido 53-52, cuando el Santiago Martín reaccionaba y comenzaba a animar como en las grandes ocasiones.

Los errores no desaparecieron, ni de los jugadores ni de los árbitros, pero el Lenovo Tenerife se mostró más fino de cara al aro (63-56). ¿Lo peor? Los locales se habían cargado de faltas cuando quedaba aún mucho partido.

Pero los aurinegros, de la mano de Jaime Fernández, iban a dar la vuelta definitivamente al marcador con acciones espectaculares, del propio Fernández o de Cook para cerrar la tercera manga con 70-58.

La defensa canarista atascó a los gallegos. Parcial de 6-2, corto, pero en casi cuatro minutos. La actividad defensiva local permitía mantener las diferencias, algo que trató cambiar Moncho Fernández con un tiempo muerto.

Los gallegos solo pudieron anotar 24 puntos en la segunda parte. El Canarias pasó de dar cuatro asistencias a terminar el duelo con 15 y demostró que jugar contra el Canarias, a casi cualquier rival, se le hace eterno (86-87).

TE PUEDE INTERESAR