conversaciones en los limoneros

Luis Padilla: “Pepe López quería mucho al Tenerife; Garrido me da miedo”

Luis Padilla guarda la historia del Tete en la cabeza. Le haces una pregunta y actúa con la exactitud de un Rolex

En el libro más importante escrito por Luis Padilla (Santa Cruz, 1965), CD Tenerife, Centenario de una pasión, la dedicatoria es definitiva: “Para quienes el CD Tenerife es parte de su vida”. Lo cierto es que la obra, que para mí y para muchos es una pasada, está en las librerías y en las tiendas del club y constituye todo un homenaje a un sentimiento. En la biografía de Luis Padilla de Felipe, que también se publica en el citado volumen, se dice que es licenciado en Ciencias de la Información por la Complutense, que suma más de tres décadas de actividad periodística y que trabaja en Azul y Blanco Comunicación. Que ha sido redactor deportivo en DIARIO DE AVISOS, en La Gaceta de Canarias, en La Opinión de Tenerife y que ha escrito ocho libros de temática deportiva. No se dice, sin embargo, que fue responsable de facto de la mejor revista deportiva publicada jamás en Canarias y que sólo duró lo que duran diez números: El Gráfico, con patente argentina. No triunfó por la crisis económica de 2008, pero su diseño, su contenido y su novedosa idea deberían darse a conocer en las aulas de las facultades de periodismo. De la nuestra no, porque en la nuestra casi –o sin casi— no enseñan periodistas. Aquí, sobre El Gráfico, tengo que citar a otras dos personas que también colaboraron en esa revista: José Miguel Galarza y Deli, que son genios del diseño. El editor –pero no mandaba un carajo, lo dejé todo en las benditas manos de ellos— era yo. Me arruiné una vez más con su publicación y le dejé un pufo a Galarza porque cayó la publicidad, pero valió la pena. Cuando se escriba la historia del periodismo deportivo en Canarias, si es que alguna vez se le ocurre a alguien, Luis Padilla tiene que estar, sin duda, en el pelotón de cabeza.

-¿Cómo va la venta de este libro del Centenario?

“Me han dicho desde el club que muy bien”.

-Será un buen regalo de Navidad.

“Yo pienso lo mismo”.

-¿Cuántos años de trabajo se emplearon para llevarlo a buen fin?

“Casi dos años”.

-¿Y cuánta buena gente colaboró contigo?

“Alguna y muy buena. Los hermanos Galarza, ya los conoces, son muy eficientes en esta profesión. La nieta del gran artista e hija de José Miguel, María, ha hecho unos retratos de los personales del libro, espléndidos. Con esta ayuda ha sido mucho más fácil”.

-Vamos al asunto. ¿Quién te da más miedo, el recién llegado Garrido o, si estuviera vivo, el difunto Pepe López?

“Pepe López quería al Tenerife; Garrido me da miedo y estoy preocupado”.

-Más alto, puede, más claro, imposible.

“Bueno, suelo ser sincero”.

-¿Te acuerdas de cuando se tiraban piedras al campo en el estadio?

“Es que la grada de herradura era de cemento. Rascabas un poco y sacabas un proyectil de un escalón. Y, claro. A Juan Sánchez Quintana, que era militar y luego fue periodista, pero antes fue delegado de campo, le llovían las piedras, según me contó él mismo”.

-Que se lo pregunten a la linier Guadalupe Porras, si no.

“No, te equivocas, lo de la auxiliar Porras fue que le impactó una moneda”.

-¿Jugaste al fútbol alguna vez, Luis?

“Sí, pero era muy malo. Me ponían de portero, que es el puesto donde jugaban los peores. Es que no encontraba conexión entre el cerebro y el pie”.

-Oye, que yo también fui portero.

“Qué se le va a hacer”.

-Si no está el Tete, ¿con quién vas?

“Lo siento por ti, pero voy con el Barça. Pero también con el Granada, porque ahí jugó Ñito; y por el Barça, más que por lo que representa el Barça, porque ahí jugaron Juanito y el Tigre Barrios”.

-No te olvides de Foncho.

“Es verdad, Foncho jugó siete temporadas en el Barça y le marcó un gol a País de Gales, jugando como internacional con España, casi desde el medio campo. Un gran jugador, un excelente defensa”.

-Tú decías que eras malo jugando. ¿No tendrá eso algo de falsa modestia?

“No, yo notaba que era malo porque sabía cómo jugar bien al fútbol, pero no podía”.

-Vale. ¿Hubo mucha injerencia del club en tu trabajo? Me refiero al libro que cuenta el primer centenario.

“Cero, cero; te lo digo de verdad y esto es muy de agradecer. Teníamos que presentarlo el 8 de agosto, lo logramos. Su primera tirada fue de 2.500 ejemplares y ya se han vendido unos 1.000”.

-Recientemente has entrevistado a Valdano, para un programa del CD Tenerife. Yo me enfadé con él por haberse ido al Real Madrid cuando aquí lo necesitábamos. Y nadie puede dudar de mi madridismo.

“Se lo comenté a Valdano, no tu enfado, sino su marcha, y él me respondió de una forma muy lógica: “Es muy difícil decirle tres veces que no al Real Madrid”. Es verdad que nunca lo pasamos tan bien en el Tenerife como en la época de Valdano”.

-¿Messi o Maradona?

“Messi. Y vuelvo a citar a Valdano, que dijo: “Messi es Maradona, pero todos los días”.

-Gente que conozcas que haya esencial en la historia del club.

“Mucha, claro, pero si me pones en ese aprieto me acuerdo ahora de González Carrillo, el presidente que vendió el Rodríguez López al Cabildo en tiempos de Galván Bello para salvar al Tenerife. Y que traspasó a Juanito al FC Barcelona por cuatro millones de pesetas, en el 72, para que jugara dos temporadas y medio con Barrios y con Cruyff. Y Juan Padrón Morales, que ha hecho tanto por su equipo desde sus cargos oficiales. Y Javier Pérez, por supuesto. Creo también que Miguel Concepción ha cumplido una gran labor, sobre todo económica”.

-Yo comenté el partido de uno de los ascensos del Tete, en el Benito Villamarín, con Xuancar y Juan Padrón para Radio Club. Momento inolvidable.

“Y yo estaba allí, disfrutando de la fiesta… y trabajando, claro”.

-¿Te has dado cuenta de las terribles secuelas que sufren hoy los jugadores de los sesenta y setenta que están vivos?

“Es verdad. Había muy poca especialización en la traumatología, forzaban a los futbolistas a saltar al campo lesionados, no se les cuidaba nada. Gracias a Juan Padrón operaron a Molina en Barcelona para que pudiera caminar. Cabrera está cojo, como lo estaba Luis Aragonés y lo está Vicente Del Bosque. No era algo exclusivo de Canarias, era un mal generalizado. Ahora, y menos mal, ha cambiado todo y al futbolista se le tiene siempre entre algodones”.

(Luis Padilla guarda la historia del Tete en la cabeza. Le haces una pregunta y actúa con la exactitud de un Rolex. Le pregunto por la persona que marcó el primer gol en la historia del Heliodoro. Y me cuenta que fue un portero, Joaquín Pascual, pero como jugador de campo, porque faltaría alguno. Tomé apresuradamente la nota del partido, pero tan apresuradamente que no entiendo mi propia letra. Deben ustedes comprar el libro para enterarse. Y el volumen, que es un tesoro, lo pueden adquirir creo que por 70 euros en los lugares que he comentado. Se trata de una obra para conservar siempre. Como yo me veo ya proa al marisco, se lo voy a regalar estas Navidades a mi yerno, Nacho, que es atlético y godo, aunque muy del Tete, para que lo conserve, como yo he conservado toda la vida el Libro de Oro del Real Madrid, que compró mi abuelo, se lo regaló a mi padre y mi padre me lo entregó a mí en un acto familiar más que solemne).

-Vamos a hablar de algo polémico, de la Superliga.

“Probablemente, Florentino tiene razón. Su error fue presentarla en un programa como El Chiringuito, que es un show de cierto éxito, no un espacio de deportes. No era éste el escenario. Pero seguramente la Superliga será la solución económica para el fútbol en Europa”.

-Con este libro del Centenario, ¿cubres tus expectativas profesionales?

“Hombre, todavía tengo tiempo para más hacer cosas, pero difícil será superar este trabajo. Era el libro que quería escribir, efectivamente, y un objetivo que me había propuesto. Y se logró”.

-Las fotos me parecen realmente impresionantes. Y de una gran calidad. Se nota también el trabajo de Litografía Romero.

“Y los dibujos de María Galarza. Y el trabajo de chinos de Juan Galarza, repasando, crónica a crónica, los partidos de todas las épocas, rescatando clasificaciones, buscando datos en las hemerotecas y aportando su rico archivo fotográfico. Y la colaboración de la familia del ex presidente Pepe López, que también era fotógrafo, y nos ayudó mucho con su legado. Y el trabajo de José Miguel Galarza, que maquetó todo el material con brillantez. No, el libro no es sólo mío, sino de mucha gente más, incluyendo por supuesto a Litografía Romero. Pero es que si los nombro a todos no cabrán en la entrevista”.

-De las gestas del Tenerife, ¿cuál es la más recordada, a tu juicio?

“Mira, yo percibo que el 3-2 frente al Real Madrid fue mucho más valorado, quizá por lo emocionante, por lo que vibró la afición, que el 2-0, también ante el Madrid, al año siguiente, que nos dio la UEFA. Hay partidos que no se olvidan y el del 3-2 fue uno de ellos”.

-Tú eres un enamorado del fútbol. Supongo que tendrás acceso a una bibliografía notable.

“Bueno, sí, todo lo que sale sobre fútbol lo compramos en la empresa: Valdano, Eduardo Galeano, Relaño, a ellos y a muchos más los admiro por sus aportaciones a este deporte y por su sabiduría a la hora de escribir de fútbol. Cuando Relaño vio el libro del Centenario dijo que todos los clubes con historia tendrían que encargar un libro como este y que era el mejor que había visto hasta el momento”.

-Un buen elogio, viniendo de quien viene.

“Por supuesto, que yo valoro mucho”.

-Luis, una preocupación. El fútbol regional se acaba.

“Lamentablemente, ha entrado hace años en crisis de espectadores. Ahora a los partidos solo van las novias de los futbolistas y los padres de los jugadores. Los que tenemos algunos años recordamos aquellos partidos entre el Puerto Cruz y el Real Unión, o entre el Toscal y el Unión, o entre el Ciprés y el Puerto Cruz, las finales de la Copa Heliodoro, o aquellos partidos de ascenso de los equipos regionales. Se congregaban multitudes”.

(En el libro del Centenario veo una foto con el Peñón del Fraile portuense completamente cubierto de espectadores para presenciar no sé si un Puerto Cruz-Silense, que supuso el ascenso del equipo que presidía mi padre a Primera Categoría Regional. Se lo comento a Luis, junto con alguna costumbre escatológica que practicaban ciertas damas ranilleras cuando el equipo perdía en casa, que no voy a detallar por la cuenta que me trae).

-Te repito la enhorabuena por este libro, amigo. A cualquiera le habría gustado escribirlo.

“Gracias, ya te dije que era una meta que quería cumplir y lo hemos conseguido. Por lo que veo, los 2.500 ejemplares llevan buen camino de estar en manos de la afición, que era el objetivo, además de hacer justicia con un club centenario”.

(Cuando se realizó la entrevista con Luis Padilla no había saltado la noticia del derribo posible del Heliodoro para dar paso a un nuevo estadio, dentro o fuera de Santa Cruz. No tratamos del tema. Pero queda aquí para el debate. ¿Hace falta realmente otro estadio o todo pasa por reformar el actual, una vez más? No lo sé. Juzguen ustedes).

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