La Refinería de Santa Cruz continúa avanzando en su proceso de desmantelamiento con el desmontaje de otras cuatro unidades de producción. Así se recoge en la petición dirigida al Gobierno de Canarias para modificar la autorización ambiental en base a la eliminación esas instalaciones, petición que ha sido aprobada por la Consejería de Transición Ecológica. Según se recoge en la autorización del Gobierno, publicada ayer en el BOC, la solicitud tiene por objeto el desmontaje, retirada y transporte de estructuras, tanto metálicas como de hormigón armado, cerramientos, equipos, tuberías, cableado, aparamenta eléctrica y accesorios de cuatro unidades.
Se trata del desmontaje completo de las unidades de Visbreaker, dedicada a reducir la viscosidad del petróleo; de la de hidrodesulfuración 1, dedicada a la eliminación del azufre; de la central térmica, que incluye el desmontaje de la instalación de generación de aire comprimido; y de la planta desmineralizadora. Además, se prevé el desmontaje parcial de la parte de Cotesa, que incluye la planta potabilizadora, la turbina de gas y el compresor.