baloncesto

El Lenovo Tenerife recupera la sonrisa (98-66)

Buen triunfo del conjunto de Txus Vidorreta en un partido desigual frente a un rival mermado y que sirve para despedir el año con una alegría después de los reveses acumulados de forma consecutiva
Shermadini machaca ante Jacobo Díaz.
Shermadini machaca ante Jacobo Díaz. Sergio Méndez

Triunfo plácido y hasta 2023. El Lenovo Tenerife venció con contundencia a un mermado Granada al que las ausencias de dos de sus grandes puntales, Cristiano Felicio y Luke Maye, le supusieron una considerable merma en sus opciones de llevarse el triunfo en el Santiago Martín.

El equipo lagunero no quiso dar lugar a ningún tipo de sorpresa. La escuadra local salió centrada e hizo lo que tenía que hacer, poner el balón en las manos de Marcelinho Huertas y que él mandara.

El base brasileño manejó el partido ante uno de los directores de juego más físicos de la competición, Alex Renfroe. De las manos de Huertas salieron los nueve primeros puntos de los aurinegros. Cuatro puntos y dos asistencias, una de ellas para un triple de Doornekamp (9-3), y el Granada ya tuvo que tirar de tiempo muerto para frenar la sangría.

No fue posible porque el ritmo aurinegro no bajó y Vidorreta introdujo una rotación completa sobre la marcha para mantener el nivel y aumentar la distancia (21-9) tras un dos más uno de Doornekamp.

En los visitantes, la única respuesta llegaba desde el rebote ofensivo, donde el Granada hacía daño, pero para los locales el partido era más plácido de lo habitual. A los siete minutos ya estaba en cancha toda la segunda unidad aurinegra con producción inmediata de Jaime Fernández y Joan Sastre para cerrar el primer parcial (35-17).

El Granada intentó cambiarle la velocidad al partido. Quiso correr para poder tirar más y gastar más posesiones. Además, apretó en su defensa y se encontró un intercambio de canastas (50-30), pero logró que el Lenovo no abriera más brecha en el marcador. Llegaron los mejores minutos de los visitantes con buen desempeño de Jacobo Díaz y de Petit Niang, que fue quien cerró el marcador al descanso… con una autocanasta (52-35).

despegue definitivo

De vuelta al parqué, con Vidorreta algo cabreado con los suyos, fue Fitipaldo el que le cortó las alas a los de Pablo Pin. Dos triples del base uruguayo llevaron el marcador hasta el 58-39 y reiniciaron de nuevo un despegue que ya sería definitivo.

El charrúa había puesto las cosas en su sitio y Jaime quería seguir con su festival particular. Las malas noticias se le acumularon al Granada con un golpe en la nariz de Renfroe que se retiró sangrando y una peligrosa falta personal de Niang.

Los problemas se le multiplicaron a los andaluces, porque, tras un tiempo muerto de su entrenador, llegaron los triples de Doornekamp y Salin que dejaban liquidada la contienda (76-47).

El cuadro local, lejos de relajarse, no le faltó al respeto ni a su gente ni a su rival ni a sí mismo. Siguió jugando al mismo nivel frente a un Granada que puso todo lo que tenía para tratar de que el marcador no se disparara más. Jaime y Cook dejaron una jugada para el Top 7 de la jornada, Sastre aprovechó para sumar minutos de calidad y el equipo aurinegro recuperó la sonrisa.

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