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El Colegio de Farmacéuticos pide tranquilidad por la escasez de algunos medicamentos

Carlos Díaz, tesorero de la entidad tinerfeña, confía en una pronta solución, pero advierte de que “hay que tomar medidas a largo plazo para que no sea un problema sanitario real”
Las farmacias de toda España están teniendo problemas para poder dispensar diversos medicamentos a los usuarios.
Las farmacias de toda España están teniendo problemas para poder dispensar diversos medicamentos a los usuarios. DA

En muchas farmacias los usuarios han podido notar la falta de determinados medicamentos, especialmente antibióticos pediátricos, como la amoxicilina, y productos para atajar los síntomas gripales y catarrales, como el paracetamol o el jarabe para la tos. Entre sus causas están su alta demanda o problemas de producción, la escasez de los principios activos con los que se fabrican o algunos elementos empleados, dificultades comerciales o de distribución debido a la deslocalización de las fábricas del primer mundo, la sustitución o retirada definitiva.

Los usuarios peregrinan de una farmacia a otra en su búsqueda, algunos llevan esperando desde hace semanas. La Agencia Española del Medicamento informa de que hay problemas de suministro en unas 620 referencias.

Cuestionado por esta realidad siempre latente, pero que se ha agudizado en los últimos meses, Carlos Díaz González, tesorero del Colegio de Farmacéuticos de Santa Cruz de Tenerife, afirma que “es un problema que se ha cronificado”. A pesar de que muchas referencias están en desabastecimiento, “hay que recalcar que las importantes son poquitas, hay varias alternativas en la inmensa mayoría”.

Además, indicó que, “para lo bueno y para lo malo, la insularidad hace que los distribuidores tengan stocks mayores en Canarias, porque traer los fármacos tarda y cuesta cada vez más. Así que, pese a que inicialmente se note más tarde ese desabastecimiento, si no se recupera pronto, también comenzamos a percibirlo de la misma manera. Igualmente, cuando se recupera, lo hacemos un poco más tarde que en la Península”. Por tanto, si el desabastecimiento no dura mucho tiempo “la sociedad no lo notará”.

Hay varios factores y causas que han motivado que se llegue a la falta de 600 referencias en las oficinas de farmacia, comenzando por problemas en la fabricación de las farmacéuticas, que no cubren la demanda, la escasez de algunas materias primas para formular principios activos y excipientes o el aumento de los costes del transporte.

posibles causas

Carlos Díaz insiste en que “las causas son múltiples, pero quizás el mayor problema viene dado porque la fabricación se ha derivado a países donde es muy barata (China, India, etc.). Y si en algunos productos no es tan importante, cuando hablamos de los medicamentos o productos sanitarios tenemos un grave problema que podría afectar a la salud de nuestra población. Lo vimos en la pandemia. Nos hemos quedado sin productos básicos y, al no tener dónde fabricarlos, teníamos que esperar a que otros los hicieran y nos los enviaran.

Tenemos que cambiar la política y ser más racionales con la forma en la que se fabrican los fármacos y otros productos sanitarios”.

Varios laboratorios tienen una capacidad de producción limitada ante la gran demanda existente y las compañías están realizando una distribución controlada de las unidades disponibles hasta que pueda aumentar su fabricación, tal y como ha detallado la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS). Por su parte, la OCU ha exigido al Ministerio de Sanidad el desarrollo de “sanciones más duras” para las farmacéuticas que incumplan los compromisos de suministro de sus medicamentos, “garantizando la transparencia sobre los motivos”, así como “impulsar la producción pública de medicamentos y terapias esenciales con recursos propios”.

El desabastecimiento de fármacos ha aumentado en los últimos años y es cada vez más recurrente. De hecho, en el último episodio destaca la falta de amoxicilina pediátrica, que dura varias semanas y ha obligado a la AEMPS a recomendar la dispensación fraccionada del formato de adultos en caso de necesidad, mientras las farmacias hacen una “dispensación controlada” de las unidades que les llegan.

Otro factor a tener en cuenta es que en España el precio de muchos fármacos está regulado. Los fabricantes y distribuidores piden su subida al afirmar que “están desactualizados” con respecto a otros mercados libres, mientras que el Ministerio aboga por proteger al consumidor y al sistema con una lista de precios regulada. El pasado octubre, 800 formatos de medicamentos bajaron su coste con la nueva Orden de Precios de Referencia. Si el producto es viable, tiene menos riesgo de desabastecimiento; sin embargo, “el problema de los precios hace que las farmacéuticas desvíen existencias a los mercados que son más atractivos”. Por tanto, “hay que tener cuidado con las políticas de precios”, afirmó Díaz.

Este problema también tiene un componente en la moda. Por ejemplo, dos referencias para diabéticos están siendo utilizadas para adelgazar. “Se están demandando muchísimo y los laboratorios no están pudiendo afrontar esa alta demanda mundial”. Sin embargo, “no hay que alertarse al haber diversas alternativas para diabéticos”.

menores de seis años

En casos como el de la prescripción de jarabes a base de amoxilina a niños menores de seis años, que no pueden darles un comprimido, “desde la prescripción y las farmacias solo se están recetando y entregando a los bebés que realmente deben utilizarlo en su tratamiento” y al resto se les deriva a comprimidos u otras fórmulas. “Tenemos potestad para cambiarlo si está dentro de un grupo homogéneo”.

Los farmacéuticos quitan hierro a la falta de suministros: “Sin duda, hay que ocuparse y buscar soluciones, pero no hay que preocuparse ni alarmarse”. Sin embargo, reclaman “tomar medidas a largo plazo para que no termine siendo un problema sanitario real”.

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