‘Navidad Taburiente’: una vuelta a los orígenes de la pasión musical

Cuenta Manolo Pérez, uno de los miembros fundadores de Taburiente, junto a Luis Morera y Miguel Pérez, y hoy colaborador de la emblemática formación de La Palma, que el disco que acaba de publicar el grupo es un regreso a los comienzos. Pero no a los inicios del proyecto musical surgido en los 70, primero como La Contra, nombre con el que llegaron a publicar un álbum (De Canarias somos, 1973), y a partir de ahí con la denominación que lo ha convertido en toda una referencia en el Archipiélago. No, Manolo Pérez explica que Navidad Taburiente (2022) es en realidad un regreso a los comienzos musicales, a la infancia, de todos ellos y de muchos otros palmeros.

“Se cumplen 75 años de la llegada a la isla de Lo Divino, las rondallas que, desde nueve días antes de Nochebuena, rondan de madrugada los barrios y las calles de Santa Cruz de La Palma como una forma de reclamo para que la gente acuda a las misas de luz, que tienen lugar muy temprano, a primera hora de la mañana”, señala. “En nuestra época, y también antes, Lo Divino era el primer contacto que tenían los niños con la música. Era como una academia donde se aprendía a cantar y a tocar. Por eso digo que ahora Taburiente ha retornado a los orígenes, escogiendo 25 de los villancicos más relevantes y bellos de la Navidad palmera, para grabarlos incorporándoles una serie de arreglos”, afirma.

EL ÁLBUM DE ESTUDIO NÚMERO 15

Manolo Pérez, que tras dejar Taburiente se adentró en el mundo de las mesas de sonido y las grabaciones, ha asumido en esta ocasión la producción musical, los arreglos y los teclados del álbum de estudio que hace el número 15 de la discografía del conjunto canario. Aunque quizás no resulta exacto emplear el verbo dejar al aludir al vínculo que ha mantenido y mantiene con el proyecto que ayudó a crear en La Palma: “Tras estar siete u ocho años en la Península, decidimos volver a Canarias y en aquel entonces el mercado musical en las Islas era lo que era, y lo que sigue siendo. De manera que tuve que dejar Taburiente para buscarme la vida por otro lado. Tuve una empresa de sonido durante casi 16 años, actué en hoteles…”.

‘NUEVO CAUCE’, ‘ACH GUAÑAC’

“Desde hace alrededor de una década he vuelto a colaborar, a partir del proyecto Taburiente 40 años (2013), que incluyó la reedición de nuestros dos primeros discos, Nuevo cauce y Ach guañac”, expone. “Además, en este trayecto, en algunas ocasiones he sustituido al pianista Augusto Báez y ahora en Navidad sí que estaré sobre el escenario tocando el piano”.

La gestación de Navidad Taburiente, cuya cubierta es un tríptico y su portada la ilustra una obra en acrílico realizada por Luis Morera, en la que se reproduce la Plaza de España de Santa Cruz de La Palma “de noche cerrada”, ha tenido lugar durante el último lustro.

Además de Luis Morera (voz solista) y Miguel Pérez (guitarra eléctrica), José Eduardo Martín y Carlos Martín, actuales integrantes del conjunto, han completado el elenco de voces, guitarra y bajo, junto a Sergio García (percusión) y Emilio Padrón (guitarra eléctrica).

EL COMIENZO, LA IDEA

“Hace ya cinco años que comencé a trabajar en esta idea, no ocho horas diarias, sino a ratos. Luego, según ellos iban encontrando un hueco entre sus ocupaciones, fuimos grabando los villancicos poco a poco. A todo esto se une que la pandemia de la COVID-19 y sus restricciones nos obligaron a alargar los plazos”, indica Manolo Pérez.

“El trabajo coral es una característica que describe a Taburiente -agrega el músico cuando se le pregunta por los elementos que en mayor medida podrían definir este nuevo trabajo discográfico-, por lo que se han doblado voces, se han hecho arreglos e incluso en el álbum hay registros de soprano, de mezzo y de contralto, que las ha hecho Luis Morera en falsete. Creo que ha quedado un disco bastante curioso, muy bonito”.

La presentación de Navidad Taburiente en concierto está prevista para el próximo día 15 en el Teatro Circo de Marte de Santa Cruz de La Palma, pero también habrá actuaciones, según detalla Manolo Pérez, el día 23 en Gran Canaria, en el municipio de Gáldar, y el 28, de nuevo en la Isla Bonita, en Los Llanos de Aridane.

MEDIO SIGLO DE MÚSICA

Taburiente, que en 2015, en su primera edición, recibió uno de los premios del mismo nombre que otorga la Fundación DIARIO DE AVISOS, recogió el pasado mes de octubre el galardón de honor de los Premios Canarios de la Música, en reconocimiento a su aportación por casi 50 años de carrera. El jurado quiso así reivindicar la contribución a la música de uno de los más emblemáticos grupos isleños, así como agradecer una trayectoria que le ha convertido en exponente de la canción de autor en el Archipiélago.

TRAYECTORIA

Como recordaba en ese momento la Asociación Profesional de Compositores de Canarias, tras la grabación discográfica con el nombre de La Contra, Taburiente publicó en 1976 Nuevo cauce, un álbum producido por Teddy Bautista, donde fusionaba el folclore con la canción protesta y sonoridades a partir del empleo de sintetizadores. Las canciones de ese disco se caracterizaban por su contenido político, con reivindicaciones sociales y nacionalistas. Nuevo cauce incluyó nueve temas propios y un poema de Agustín Millares Sall al que puso música Caco Senante.

Dos años más tarde, en 1978, editan Ach guañac, producido de nuevo por Teddy Bautista. En el disco, más cercano al pop, aunque sin dejar de lado la música tradicional de las Islas, figura el tema del mismo nombre, Ach guañac, que no tardó en convertirse en un himno.

A comienzos de los años 80 se produce la salida de Manolo Pérez y la incorporación de Luisa Machado y Alberto Méndez. En 1985 sale a la luz un nuevo trabajo de Taburiente, A Tara. Aquí la temática de las composiciones gira más en torno al ecologismo y el pacifismo. En los años siguientes se publican A la Quinta Verde (1987), Atlántico (1988) y Grandes Éxitos (1989, que reúne temas inéditos y versiones), álbumes que cuentan con la colaboración del pianista Enrique Guimerá.

Astral llega en 1991 y, posteriormente, Luisa Machado y Alberto Méndez abandonan el grupo para emprender otros proyectos. En la segunda mitad de los 90 se editan A Tierra (1995) y Bajo la piel del agua (1999). En 2004, por su 30 aniversario, graban un disco de estudio donde reinterpretan algunos de sus temas más clásicos, al que seguirá Libre (2008).