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El puerto de Granadilla, la llave de la transición energética con 615 millones bajo el brazo

Los participantes en el Punto de Encuentro de la Fundación DIARIO DE AVISOS subrayan la importancia de la instalación sureña en la producción de la energía del futuro, la eólica ‘offshore’
puerto de Granadilla
Mesa de trabajo moderada por el periodista Antonio Salazar, con la participación de José Joaquín Hernández, Mario Suárez y Pablo Alcón | SERGIO MÉNDEZ

El objetivo de descarbonizar Canarias en 2040 que recoge la nueva Ley de Cambio Climático regional pasa por llevar a cabo una transición progresiva de las fuentes de obtención de energía, sustituyendo las actuales por renovables. Y es que de poco sirve tener un vehículo eléctrico si este se provee de centrales de producción que contaminan; pierde su razón de ser.

Es por eso que, a nivel mundial, ha comenzado una carrera por conquistar la eólica offshore, que promete altas tasas de eficiencia y mayor rendimiento que los molinos de viento instalados en tierra. Una batalla en la que el Archipiélago puja con fuerza, aspirando a convertirse en punta de lanza a nivel nacional -e incluso europeo- por medio de infraestructuras como el puerto de Granadilla.

Precisamente dicho enclave del Sur tinerfeño fue protagonista ayer del Punto de Encuentro organizado por la Fundación DIARIO DE AVISOS en el espacio Social Lab del Grupo Plató del Atlántico. Un foro presentado por la periodista Leticia Díaz en el que el presidente de la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife, Carlos González, detalló las principales inversiones privadas que ya tiene comprometidas el complejo, que ascienden a cerca de 615 millones de euros con avales del 2% ya aportados, lo que, según manifestó, otorga mayor solidez a los proyectos que se prevén poner en marcha.

Un ejemplo de esas iniciativas es la liderada por Sampol Ingeniería y Obras S.A., que planea inyectar 150 millones de euros en la economía isleña con la instalación de una central eléctrica de gas natural e hidrógeno verde, con la intención de que el segundo de estos productos vaya adquiriendo cada vez más peso, en la medida en que sea posible. De acuerdo con los cálculos de esta compañía, se ocuparían 78.530 metros cuadrados de superficie y la terminal tendría capacidad para generar 120 MW de potencia eléctrica, con ocho motores de 11,5MW y cuatro de 7MW.

Intervención del presidente de la Autoridad Portuaria de Santa Cruz de Tenerife, Carlos González | SERGIO MÉNDEZ

Otra de las propuestas está encabezada por Endesa, que cuenta con este espacio para continuar el proceso de descarbonización que ya ha iniciado en la central eléctrica de Granadilla. Para ello, quiere atracar en el dique de abrigo una FSRU o unidad flotante de almacenamiento, a fin de enviar el gas natural licuado por tuberías hasta la central y así reducir su huella ecológica. La ocupación planteada es de algo más de 60.000 metros cuadrados, de los que 41.000 corresponden a la superficie de agua. Se trata de 80 millones de euros de inversión.

La siguiente constituye el primer parque eólico marino offshore que se tramita en España, capitaneado por BlueFloat y Capital Energy, con un coste aproximado de 125 millones. Estará compuesto por cinco aerogeneradores de 10MW cada uno, ubicados a profundidades de entre 15 y 50 metros, que serán capaces de generar hasta 50MW. Un planteamiento que viene a aprovechar el que, según los mapas, es uno de los dos mejores emplazamientos para albergar esta energía del futuro, junto al puerto de La Luz, en Las Palmas de Gran Canaria.

De la mano de Petrocan surge el cuarto proyecto, de 100 millones, que no es otro que una planta de almacenamiento de combustibles. Una instalación que, según se concreta en la memoria expuesta por Carlos González durante el Punto de Encuentro, va más allá del mero acopio de sustancias, dado que abarca “la recepción, almacenamiento y suministro de fuelóleos y gasóleos a buques”, al tiempo que sirve para “la comercialización de estos productos, que son distribuidos a los diferentes puntos de consumo en la Isla mediante camiones cisterna”.

Como quinta pata se hallaría uno de los elevadores de barcos más grandes del planeta, impulsado por Tenerife Shipyards, de 40 millones de euros. El mismo, será una herramienta clave para otra industria que se abre camino en la isla picuda: la reparación naval. A juicio de González, es un sector que tiene posibilidades de crecimiento en Granadilla, en la medida en que las coordenadas exactas donde se ubica el puerto hacen que “no interfiera con zonas residenciales”, y, vistas sus dimensiones, “permite el atraque de barcos mayores”. Para la promoción de dicha actividad, la referida empresa consignará otros 120 millones, alcanzando los ya mencionados 615 en total.

EÓLICA Y ASTILLEROS

El presidente de la Autoridad Portuaria, que realizó un repaso por la historia del enclave sureño al inicio de su intervención, quiso poner énfasis en el hecho de que, fuera de nuestras fronteras, es ampliamente valorado por sus características. Ejemplo de ello es que el Pioneering Spirit, considerado el barco de construcción más grande del mundo -con 400 metros de eslora-, permaneció cuatro meses en Granadilla durante el año 2020 recibiendo reparaciones, ya que no le era posible acometerlas en otros lugares por su tamaño.

En este sentido, recalcó que el puerto “tendrá tres kilómetros de línea de atraque con grandes profundidades, entre 18 y 24 metros, y estará bien conectado con el aeropuerto internacional, que está a 11 kilómetros de distancia, con la autopista a tres kilómetros, y un centro tecnológico en las proximidades”, añadió. Aunque, eso sí, al hablar sobre lo que está por venir, afirmó que el escenario se resume en dos conceptos: “Eólica offshore y descarbonización de los actuales sistemas de generación eléctrica”.

Como base de ambas acciones, citó la declaración de emergencia climática suscrita por el Gobierno de Canarias en 2019, en la que ya se apuntaba a las offshore como fórmulas a desarrollar, o el Pacto Verde Europeo, que “tiene como objetivo alcanzar una economía climáticamente neutra en 2050”. A esto se unen las condiciones naturales de Granadilla, que se encuentra “entre las mejores zonas con recurso eólico disponible a 140 metros de altura”.

Aparte, de nuevo gracias a sus dimensiones, permite ensamblar los molinos de viento para su posterior emplazamiento en las estructuras flotantes. El proceso, grosso modo, consistiría en trasladar las piezas hasta el puerto, unirlas, y, una vez allí, llevarlas a su sede final en el mar.

Público asistente al foro en el espacio Social Lab del Grupo Plató del Atlántico, en la capital tinerfeña | SERGIO MÉNDEZ

EL FUTURO ES HOY

Concluida la exposición de Carlos González, se dio paso a una mesa de trabajo moderada por Antonio Salazar, director de la revista La Gaveta Económica, con la participación de José Joaquín Hernández, director de Plocan; Mario Suárez, director de Desarrollo Estratégico de Tenerife Shipyards, y Pablo Alcón, responsable de offshore en Capital Energy. En ella, se abordaron todos los aspectos que hacen del puerto de Granadilla una infraestructura distinta a otras que existen en el territorio español.

“Canarias va a ser punta de lanza de España”, afirmó José Joaquín Hernández, aludiendo al impulso de las offshore. En la misma línea, explicó que, “conforme se vaya produciendo la descarbonización del transporte terrestre, vamos a necesitar cada vez más recursos en el medio marino”, para lo que aseguró que “lo único que necesitamos es que la burocracia se simplifique”. Una petición con la que, dijo, está alineada la propia Unión Europea, que aboga por despejar el camino a las fuentes de energía renovables.

Por otro lado, comentó que “vivimos una revolución verde”, como se desprende de las hojas de ruta de los gobiernos, si bien esta se ha acelerado con motivo de la guerra en Ucrania. La dependencia de los combustibles rusos ha puesto de relieve la fragilidad del mercado comunitario en esta materia, lo que traslada el foco a “las transiciones digital y energética”.

“Nunca hubiéramos pensado que Canarias sería un punto a tener en cuenta en la reparación naval y en la introducción de la eólica marina”, confesó Mario Suárez, que igualmente celebró el posicionamiento internacional que han logrado las Islas. De hecho, en el caso concreto de Tenerife, indicó que está en el radar “de las principales navieras del mundo, que nos ven como uno de los grandes”. No obstante, puso el acento en que la dilatación de los plazos “va suponiendo unos costes muy altos”, de ahí que insistiera en que deben resolverse las trabas de carácter administrativo.

Y para sustentar su idea de agilizar los trámites, ejemplificó con Estados Unidos, donde en muy poco tiempo pusieron en marcha las construcciones necesarias para la explotación de la eólica offshore. “En California está todo aprobado”, dijo, detallando que si se espera mucho más, se corre el riesgo de que la tecnología quede obsoleta o que, pudiendo estar en las primeras posiciones a nivel global, nos quedemos atrás en la carrera.

Pablo Alcón, por su parte, elevó aún más las expectativas, declarando que “dar el pistoletazo de salida en España” se puede traducir en que, desde Tenerife, se “exporte el modelo a Europa, América o África”. “Estamos en el momento perfecto para empezar a desarrollarlo; las inversiones privadas están ahí, estamos preparados para realizar todos los proyectos”. Es por eso que se manifestó optimista con la previsión de 2023, augurando la atracción de más capital si se da “certidumbre”.

“La industria de la eólica marina está creciendo en todo el mundo, y la capacidad de desarrollo va a ser limitada. Tenemos que evitar que nos tomen la delantera. Es importante empezar cuanto antes”, remachó.

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