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El otro gran ‘atasco’ de Tenerife: más de 2.200 coches abandonados al año

Hasta noviembre se ha constatado la existencia de más de 2.200 coches dejados en espacios públicos en el conjunto de los municipios con mayor población de la Isla, una situación que se incrementó notablemente a raíz del confinamiento
El otro gran ‘atasco’ de Tenerife: más de 2.200 coches abandonados al año

N. T. / Y. R. / N.Ch. / G.G. | Tenerife cuenta con datos escalofriantes en cuanto al número de vehículos censados, dado que ya hay casi uno por cada habitante de la Isla. Esto se traduce en los graves problemas de circulación vial y de movilidad existentes en la actualidad, sustanciados en los consabidos atascos, especialmente los que viven a diario la autopista del Norte (TF-5), las principales zonas turísticas del Sur o el área metropolitana en las horas punta. Sin embargo, el abundante parque móvil también genera otro inconveniente: los vehículos que son abandonados a su suerte por sus propietarios. Se trata de un antiguo problema que afecta a la Isla y que ha ido in crescendo, sobre todo a raíz de la pandemia y del confinamiento, donde este fenómeno se incrementó notablemente.

DIARIO DE AVISOS ha querido escrutar esta situación en los municipios más poblados de la Isla (los de más de 20.000 habitantes), donde hasta noviembre pasado se ha constatado la existencia de más de 2.200 vehículos abandonados en espacios públicos, según la adición de las cifras proporcionadas por los propios ayuntamientos, y lo que ello supone para el paisaje urbano y periurbano: suciedad, chatarra, focos de insalubridad, y también inseguridad. Los consistorios subrayan que el trámite legal para desprenderse de un vehículo es gratuito: para ello se cede la titularidad al ayuntamiento, vía comunicación previa a la Policía Local. El problema radica cuando no aparece o no se localiza el titular del coche. Aquí entran en escena las ordenanzas que regulan este apartado, con la apertura de un expediente que establece un plazo legal para darlo de baja, declarándolo residuo sólido urbano y luego enviándolo a un centro autorizado de tratamiento para su destrucción, protocolo que aplican todas las instituciones municipales.

El otro gran ‘atasco’ de Tenerife: más de 2.200 coches abandonados al año
El otro gran ‘atasco’ de Tenerife: más de 2.200 coches abandonados al año

piden MÁS CAMPAÑAS

Aunque algún que otro ayuntamiento ha llevado a cabo diversas campañas informativas, desde organizaciones ecologistas, como la Fundación Telesforo Bravo-Juan Coello, creen que deben hacerse más y de manera continuada, así como imponer más sanciones -proporcionales a los daños ocasionados en el medio ambiente-, y una ágil coordinación de las administraciones públicas para afrontar el problema.

El sur de Tenerife es uno de los lugares donde el problema del abandono de vehículos resulta más evidente. Entre las zonas afectadas destaca el polígono industrial de Las Chafiras, en San Miguel de Abona, donde existen más de 200 coches abandonados, según los datos de la Policía Local. Otro medio centenar de unidades esperan a ser retiradas en el entorno de Guargacho, a pocos kilómetros de allí. “Hemos detectado que en los lugares próximos a los talleres de reparación se agrava el problema, se ven cada vez más casos, quizás por no poder pagar los arreglos”, abunda Antonio Manuel Rodríguez, concejal de Tráfico de San Miguel de Abona, quien no se explica cómo tantos ciudadanos recurren a esta “mala costumbre”, cuando “la solución es tan sencilla como ir a la Policía Local y rellenar un formulario autorizando la retirada del vehículo, sin coste alguno”.

Arona ha llegado a acoger en su depósito municipal más de 400 coches inservibles retirados de las calles. Ahora, la cifra ronda los 200. Cuando se detecta un vehículo con evidentes signos de abandono, como gomas en el suelo, cristales rotos o la ITV vencida desde hace tiempo, este se lleva al depósito y se inicia el preceptivo expediente, remarcan desde el Consistorio.

El Ayuntamiento de Granadilla de Abona emprendió el pasado 1 de agosto una campaña de retirada de vehículos abandonados, la tercera, después de deshacerse de “centenares” en las dos anteriores. En lo que va de año, se han registrado más de 200 coches abandonados. La edil de Seguridad, María Candelaria Rodríguez, insiste en pedir la colaboración ciudadana para comunicar los casos. En Güímar, el número de coches abandonados que tiene censados la Policía Local alcanza los 81, sin ITV, aparcados más tiempo del debido y en situación de deterioro, mientras que en Candelaria, hasta el pasado noviembre, había 20 expedientes abiertos y seis estaban en proceso, una vez concluidos los plazos establecidos al no haber sido retirados por sus propietarios. Desde 2020 se han retirado por este procedimiento 20 vehículos de las vías públicas.

El otro gran ‘atasco’ de Tenerife: más de 2.200 coches abandonados al año

Adeje ha evacuado desde enero a noviembre 33 coches y en la actualidad hay expedientes abiertos para retirar otros 34. Por su parte, en Guía de Isora, desde enero a octubre, se ha incrementado la cifra de retiradas de vehículo, con 39 coches, cuando en todo 2021 la cifra total fue de 26. “Cuando un coche está en la vía mucho tiempo sin cambiar de sitio, por avería, etcétera, se establece el sistema de avisos a través de pegatinas para que sean retirados de manera inmediata, si no, se actúa según la ordenanza municipal”, enfatizan desde el Consistorio.

Santa Cruz de Tenerife retira una media de 100 vehículos abandonados al año, pero abre un millar de expedientes para ello. Esto supone que solo el 10% de todos los expedientes incoados consiguen cerrarse con la retirada del vehículo, que adquiere la condición de abandonado.

En La Laguna, por ejemplo, desde agosto hasta noviembre se han retirado más de 40 vehículos de la vía pública, fundamentalmente en la zona La Cuesta-Taco. En la comarca del Norte, las cifras también apuntan a que el problema es engorroso. El Puerto de la Cruz es el municipio con mayor número de vehículos abandonados, llegando a 108 hasta noviembre, a los que se les ha abierto una investigación por parte de la unidad de la Policía Local dedicada a ello y creada en enero de este mismo año. De ese total, 59 han continuado su expediente correspondiente al no encontrarse su propietario.

Desde el Ayuntamiento de La Orotava, a través del Área de Seguridad, se trabaja de “forma contundente” frente a quienes dejan su vehículo abandonado en las vías del municipio, debido al impacto medioambiental y paisajístico que ocasionan. Hasta el mes pasado llevaban 61 coches, una cantidad muy inferior a la del año anterior, en el que se intervinieron 198 vehículos abandonados en las calles de la Villa. No obstante, desde la Policía Local apuntan que muchos de ellos no tienen titularidad en La Orotava, siendo de otros municipios, islas, incluso de la Península, y algún que otro país europeo.

Los Realejos es el municipio que menos coches abandonados ha constatado de los consultados en esta comarca, controlando un total de 27 hasta noviembre (de ellos, 14 ya han sido retirados, y el resto se está tramitando su expediente), seguido de Icod de los Vinos, con 55 vehículos retirados de las calles de la Ciudad del Drago y llevados al desguace, una cantidad apenas superior a la de 2021, año en el que se registraron 49 coches, por los 61 de 2020.

Poner en marcha el procedimiento para retirar un coche abandonado es “demasiado gravoso”, a juicio del alcalde de Tacoronte, José Daniel Díaz, y por eso, recuerda, se le pide autorización al propietario para poder retirar el vehículo, tramitar la baja y llevarlo al desguace. Por tal motivo, casi todos los cuerpos de Policía Local tienen agentes destinados a localizar a los propietarios. Díaz asegura que a partir de la pandemia ha habido un aumento de coches abandonados, sobre todo de familias con escasos recursos económicos, que ni siquiera pudieron pasar la ITV. Así, la cifra hasta noviembre asciende a 97 coches abandonados en las calles. En esta localidad, la recogida de vehículos se realiza a través de la Mancomunidad del Nordeste.

LA TRAMITACIÓN PARA LA RETIRADA

Pero ¿cómo actúan los ayuntamientos, la administración pública facultada para este fin, cuando se topan con esta situación? Si la persona propietaria del vehículo no comunica al ayuntamiento en el que lo tiene censado que lo quiere quitar, facilitando de paso el trabajo, el camino lo marca la ordenanza municipal correspondiente, que regula la tasa por los servicios de retirada de vehículos. En este caso, el procedimiento se inicia con la incoación de un expediente.

Como explica Israel Galán, uno de los tres agentes de la Policía Local que integran el Grupo de Vehículos Abandonados de Santa Cruz (Gruva), “el trámite administrativo para cerrar un expediente de este tipo es muy complicado”. Lo primero de lo que deben asegurarse los agentes es que se trata de un coche abandonado. La forma de cerciorarse es mediante la realización de inspecciones, que realizan de paisano. “Es mucho más fácil hacer el trabajo sin que haya interferencias de terceros cuando nos ven de uniforme junto a un coche” explica Galán. “Los avisos nos llegan o por compañeros que ven un vehículo que lleva mucho tiempo en la vía pública, o a través de un ciudadano que nos alerta. Tras ese primer aviso, nos desplazamos hasta el lugar y, si tenemos la matrícula, sacamos la información de tráfico”, apostilla.

Hay signos que indican que un coche puede estar abandonado y que son comprobados por los agentes, como, por ejemplo, “si los discos de freno están oxidados; eso implica que no ha circulado en mucho tiempo, o la falta de presión en los neumáticos, la basura acumulada alrededor o la suciedad generalizada”, precisa el agente del Gruva. Después de estas comprobaciones, se inicia el expediente para la retirada del coche que, recuerda Galán, “sigue siendo una propiedad privada”. “Por lo que tenemos que asegurarnos de que se dan todos los pasos necesarios que garantizan que se hace todo acorde al marco jurídico”.

Si se dan las condiciones normales, se tarda entre cuatro y seis meses en finalizar el expediente. Un trámite que se inicia colocando una pegatina roja, “que, además de llamar la atención del propietario, refleja que se ha iniciado un expediente de abandono, en el que aparece un teléfono por si quiere dar alguna explicación”. Así, cada paso que se da, se documenta y acredita con un informe fotográfico. “A partir de los 10 días -continúa Galán-, si sigue en el mismo sitio, se denuncia por infracción de un artículo de la ordenanza. Al mes, se coloca una pegatina verde para indicar que el expediente se encuentra en proceso de notificación, que supone mandársela al domicilio fiscal que consta en la documentación en tráfico. Con esta pegatina se vuelve a hacer un informe fotográfico. Y si esa notificación por correo no es posible en dos ocasiones, el siguiente paso es publicar en el BOE, comunicación que se considera efectiva al mes”.

Al mes, se hace otro informe fotográfico para comprobar que sigue en el mismo sitio, y entonces se solicita un decreto para poder retirarlo, algo de lo que se encarga el servicio de grúas municipales, que lo lleva a compactar y reciclar, para, finalmente, dar de baja el vehículo. Pero, si en todo este procedimiento, el propietario mueve el coche aunque sea dos metros, “se cierra el expediente y tenemos que empezar de nuevo”, aclara. En el periodo de confinamiento, rememora Galán, se encontraron con situaciones poco habituales: “Gente que estaba teletrabajando y no movía el coche, también, muchas de las veces, el titular había fallecido, por ejemplo, y el coche no se movió nunca más”. Precisamente, una de las situaciones más complicadas son los temas hereditarios. “Mientras no haya aceptación no hay reparto, el coche se queda en la calle, se puede acabar vandalizando…”. Otra fórmula que usan a menudo es la de la cesión inmediata. “Si logramos localizar a los propietarios, les informamos que pueden ceder la titularidad al Ayuntamiento y entonces no tenemos que agotar todo el expediente, puesto que al ser propietario el Consistorio, ya lo retiramos de forma directa”, concluye Galán.

Desde la Policía Local se aclara que los coches quemados se consideran residuos, por lo que no les corresponde a ellos tal gestión.

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