Cuatro activistas de Greenpeace International, a dos días de la publicación de beneficios de la multinacional Shell, han ascendido de forma pacífica a un barco contratado por esta compañía en altamar al norte de la costa canaria con una pancarta con el mensaje ‘Dejad de perforar. Pagad los daños’.
Según ha informado la organización ecologista en un comunicado, con este acto pretende “alertar de la devastación climática provocada en todo el mundo por Shell y el resto de la industria de combustibles fósiles, que no se han hecho responsables de sus acciones ni han costeado las pérdidas y daños ocasionados”.
A las 08.00 horas (GMT) de hoy, los activistas se han dirigido al buque de 51.000 toneladas en tres botes lanzados desde el Arctic Sunrise de Greenpeace y han utilizado escaleras plegables para llegar a cubierta. Los activistas aún permanecen a bordo de la plataforma de extracción de gas y petróleo de Shell que transporta el barco al que se han subido. Otros dos activistas intentaron acceder también pero no consiguieron subir a bordo.
Según señalan desde Greenpeace, esta plataforma es una pieza clave de equipamiento que le permitirá a Shell trabajar en ocho nuevos pozos de gas y petróleo en el Penguins North Sea Oil, en el Mar del Norte, y añaden que los activistas llevan víveres suficientes para permanecer varios días a bordo de la plataforma.
Saño, director ejecutivo de Greenpeace en el Sudeste Asiático y previamente jefe de la delegación oficial de Filipinas en las negociaciones climáticas internacionales (COP), se ha unido como activista a Greenpeace International en esta acción y se encuentra ahora mismo a bordo del Arctic Sunrise.
“Shell debe dejar de perforar y asumir su responsabilidad en la crisis climática. Estamos realizando esta acción hoy porque, cuando Shell extrae combustibles fósiles, provoca una ola de muerte, destrucción y desplazamientos en todo el mundo, que golpea más intensamente a las personas más vulnerables y con menor grado de responsabilidad en la crisis climática”, comenta.
Según el activista, “Shell y la industria de los combustibles fósiles están trayendo la crisis climática a nuestros hogares, nuestras familias, nuestros paisajes y nuestros océanos. Los vamos a confrontar en el mar, en sus reuniones de accionistas, en los tribunales, en las redes sociales y en sus oficinas. No nos detendremos hasta lograr justicia climática. Conseguiremos que los que contaminan, paguen”.
Añade, también, que deben “asumir su responsabilidad tras décadas de ganancias a costa de la injusticia climática, y pagar por las pérdidas y daños que han ocasionado. Necesitamos una transición justa hacia las energías renovables, que son limpias y baratas, de forma que beneficie a las comunidades, los trabajadores y el clima”.
UNA FÁBRICA DE CAMBIO CLIMÁTICO
Greenpeace ha explicado que el White Marlin transporta una plataforma flotante de producción, almacenamiento y descarga [FPSO] con el objetivo de que Shell pueda extraer todas las reservas de petróleo y gas del pozo Penguins. Esta plataforma es la primera nueva FPSO de Shell en el Mar del Norte en los últimos 30 años. En su pico de producción, puede llegar a obtener 45.000 barriles de petróleo equivalentes por día (en torno al 10% del consumo detransporte en España), aunque la multinacional espera también que se puedan abrir nuevas áreas de exploración.
La organización ecologista indica que la acción de hoy tiene lugar unas semanas después de que Wael Sawan asumiera su puesto como director ejecutivo de Shell y recuerda que está previsto que esta semana Shell anuncie los beneficios obtenidos durante el año pasado [FEB 2], al tiempo que denuncia que la compañía “ya ha obtenido ganancias exorbitantes gracias a los elevados precios de la energía, impulsados por la guerra entre Rusia y Ucrania”.
Francisco del Pozo Campos, coordinador de la campaña contra los combustibles fósiles en Greenpeace España, ha declarado que en España “la Ley de cambio climático prohíbe nuevas prospecciones fósiles, pero faltan compromisos para evitar la dependencia del crudo y el gas de fuera de nuestras fronteras, incluido el Mar del Norte”.
“Los científicos coordinados por Naciones Unidas (IPCC) han sido claros y cristalinos: si queremos luchar contra los peores efectos sociales y ambientales de la crisis climática, no podemos perforar ningún nuevo pozo de petróleo o gas. Nuestra única tabla de salvación realista es reducir urgentemente nuestra demanda con energías renovables”, ha concluido del Pozo.