crimen machista en adeje

El detenido por el crimen de Adeje llevó un cuchillo enorme y guantes, y vigiló los últimos pasos de la víctima

La jueza titular refleja en el auto, donde dicta el encarcelamiento del varón, indicios evidentes de que hubo premeditación
El presunto asesino de Adeje, ayer, a su entrada en el juzgado de Arona antes de ser enviado a prisión.
El presunto asesino de Adeje, ayer, a su entrada en el juzgado de Arona antes de ser enviado a prisión. DA

Hay indicios evidentes de que el crimen de Armeñime fue premeditado. Así lo refleja la jueza titular del Juzgado de Violencia contra la Mujer Número 1 de Arona, quien en el auto, donde se ordena la entrada en prisión provisional para el varón de 44 años y expareja de la mujer asesinada, refleja no pocos indicios de que, efectivamente, lo sucedido fue fruto de un plan preconcebido, tal y como prueba el hecho de que le fuera incautado un arma blanca de grandes dimensiones y unos guantes de látex que llevaba para no dejar huellas.

Por ahora, al arrestado por el asesinato de Hayat, de 46 años, se le acusa de homicidio, pero también de un delito de lesiones graves a uno de los hijos de la víctima y de malos tratos habituales. Cabe recordar que uno de los hijos de la víctima mortal intentó defender a su madre, a resultas de lo cual resultó herido.
Otro de los indicios de que este crimen pudo ser premeditado es un clásico en este tipo de atrocidades, por cuanto la jueza considera probado que el sujeto esperó en el exterior de la vivienda a la mujer hasta que saliera de su trabajo como recepcionista (sobre las 23.20 horas) y que, “con una clara finalidad homicida”, comenzó a discutir con ella. Aquella refriega terminó con las puñaladas que le costaron la vida.

En cuanto a la orden de protección de los menores, “se desprende que el investigado era una persona agresiva que lesionaba y humillaba con frecuencia a la víctima y a sus hijos”. A ello, se suman sus antecedentes penales y el “riesgo evidente para la vida de los hijos mayores de la víctima”.

Por ello, concluye la prohibición de acercarse al menor lesionado a menos de 500 metros y prohíbe comunicarse con él o acercarse a su centro de trabajo o de estudios.

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