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Los caseríos de Masca y Teno Alto: la Tenerife vaciada

Pierden más del 30% de habitantes en las dos últimas décadas, una cifra que no se corresponde con su considerable crecimiento comercial y turístico
Los caseríos de Masca y Teno Alto, la Tenerife vaciada. DA

En Masca viven actualmente 86 personas. Veinte años atrás había 129, un 33,3% más. La realidad de Teno Alto es similar. En el año 2000 contaba con 101 residentes y apenas quedan 65, una cifra que supone el 35% menos, según los últimos datos del Instituto Canario de Estadística (ISTAC).

El despoblamiento rural es un fenómeno demográfico que no solo afecta a los pueblos de la Península, es una realidad de la que Tenerife no queda al margen y Buenavista del Norte, con 4.753 habitantes, es uno de los ejemplos más significativos por contar con caseríos que se encuentran bastante aislados del casco o de zonas más pobladas y que tienen un denominador común: la carencia de los servicios básicos pese a que la población en ambos núcleos es gente mayor. En Masca ya no hay niños y niñas en edad escolar y en Teno Alto solo jóvenes en su última fase de secundaria.

Si ya de por sí vivir en Buenavista implica una doble insularidad, al hacerlo en Teno Alto y en Masca, ambos enclavados en el Espacio Natural Protegido del Parque Rural de Teno, se ve multiplicada por dos.

No hay farmacias y tampoco supermercados. La más cercana, en el caso de Teno Alto es la de El Palmar, que es una extensión, y en Masca, la que se encuentra más próxima es la de Santiago del Teide.

Teno tiene un pequeño punto de venta de alimentación pero en Masca ni siquiera hay eso aunque sí puntos de restauración, orientados al turismo y al visitante y explotaciones ganaderas y agrícolas.

Es la mayor queja de sus habitantes, que todo su desarrollo esté enfocado y proyectado para el turismo y deje de lado a la población residente, aunque sea una mínima proporción.

Un diagnóstico “completamente acertado”, subraya el alcalde, Antonio González Fortes. “Todo lo que los vecinos han ido demandando a lo largo de los años está basado en su experiencia y refleja bien cómo se enfrenta un territorio rural donde residen personas, a una actividad turística masiva y lo que les implica para el día a día. Si a ello se suma el grado de protección que tiene el caserío, declarado Bien de Interés Cultural (BIC), se tiene la combinación perfecta para que no se dé ninguno de los condicionantes para que la gente que quiera vivir allí”, certifica el mandatario.

González sostiene que en la mayoría de los casos en los que se registra una pérdida de población importante, ésta es directamente proporcional a la de actividad comercial o turística en la zona. Sin embargo, en ambos caseríos ocurre todo lo contrario, ambos no han hecho más que crecer en los últimos 20 años, tiempo en el que, de forma paralela, no han dejado de reducir el número de habitantes.

“Es la pescadilla que se muerde la cola, volvemos a generar actividad económica ajena a lo que es la residencia y el crecimiento del lugar y quedan como plató de cine donde la gente va a pasar sus vacaciones y eso es precisamente lo que no queremos”, apunta González.

En ambos casos son actividades ligadas al consumo de naturaleza y de paisaje en diferentes vertientes del macizo de Teno que permiten disfrutar de la parte Norte y Sur de la Isla. Masca es un destino absolutamente consolidado en este sentido, dirigido a disfrutar del barranco y la playa pero también del propio caserío, mientras que Teno se han afianzado debido al auge de los deportes al aire libre.

Ello abre la puerta a otro tipo de argumentos y debate sobre los motivos de la despoblación. Los análisis que se manejan desde el Ayuntamiento son bastante variables porque se trata de dos realidades diferentes, la de Masca, con una climatología mucho menos adversa, y la de Teno Alto, donde la vida es mucho más dura porque su clima es muy rudo. Y aunque es un paraíso, los días de mucho frío o calor, son difíciles de soportar y por eso mucha gente ha optado por irse a vivir al casco del municipio.

Desde el Consistorio consideran que es fundamental que el transporte, la sanidad y las telecomunicaciones se acerquen a la población. “Lo mismo que en los años 50 estos núcleos estaban apartados por la inexistencia de la carretera en Teno Alto o las condiciones que tenía la de Masca, hoy en día, en una sociedad 2.0, es fundamental contar con una buena red de telecomunicaciones”, insiste el regidor.

En ese sentido, el Ayuntamiento busca que todos los servicios que presta en el municipio sean iguales más allá de la zona o barrio en la que se resida. Incluso las actividades que se organizan para personas mayores, como las de animación, se intentan llevar a Masca y Teno Alto o a barrios más próximo a ambos como puede ser El Palmar.

Titsa cuenta con un servicio regular de transportes a Masca (la línea 355 que une el caserío con Santiago del Teide), pero el Gobierno municipal considera que es insuficiente y no responde a la demanda de los vecinos. Tampoco a la atracción turística que supone de por sí Masca, “ya que debe enfocarse con el doble de vehículos que tiene en la actualidad y con unas características que se adapten a esta zona de la Isla de una manera moderna”, defiende González Fortes.

A Teno Alto no llegan las guaguas de Titsa aunque el Ayuntamiento tiene la promesa de implementar la combinación guagua-taxi, confirma el mandatario. Para paliar esta carencia, hay un servicio de transporte municipal dos veces por semana y va a domicilio. Se costea íntegramente a través de las arcas municipales y se utiliza un poco “a la carta”, en coordinación con los vecinos para acudir al centro de salud, realizar trámites administrativos y aprovechar para realizar compras.

Otra de las patas de la mesa de este debate es el Plan Rector de Uso y Gestión (PRUG), es decir, qué tipo de crecimiento se ha propuesto a nivel urbanístico para estos enclaves. Hasta el momento, el que propone este documento es muy limitado y se basa solo en la recuperación de las bolsas que ya están constituidas y eso se antoja claramente insuficiente y ha desprotegido mucha de la edificación que se encuentra fuera.

En Teno Alto, donde residen vecinos de forma habitual, el cambio del PRUG se vuelve una prioridad para que haya crecimiento poblacional, se perpetúe, y motive a la gente a instalarse allí. El hecho de que se pueda construir alguna vivienda más tiene que estar, en opinión del alcalde, enfocada únicamente al ámbito residencial, para recuperar población y dejar de ser la ‘Tenerife vaciada’. Y para eso es primordial que haya servicios, caso contrario, “nadie se va a vivir allí”, remarca.

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