Después de casi 18 años de espera, la playa de Martiánez, también conocida como La Barranquera, por ser la desembocadura del barranco de Martiánez, será objeto de rehabilitación y mejora una vez que la Dirección General de Costas del Ministerio de Transición Ecológica publicara el martes el trámite de información pública del proyecto, cuyo presupuesto asciende a 10,8 millones, más del doble que el inicial, que era de cinco, para ajustarse al mercado actual. El plazo para presentar alegaciones culmina el 28 de febrero.
La playa ha ido perdiendo arena de manera continuada y ello ha conllevado que queden al descubierto bolos y gravas que dificultan su disfrute para el uso de sol y playa propio de estos ambientes, en especial en lo relativo al acceso a las zonas de baño, ofreciendo en la actualidad un servicio impropio de esta zona turística, muy frecuentada por residentes y visitantes.
La regeneración de la Playa Martiánez tiene como principal objetivo recuperar este espacio costero para su uso y disfrute. Así, para resolver las pérdidas de arena se contempla la construcción de un nuevo espigón de defensa en el extremo suroeste de la playa de 100 metros de longitud formado por un núcleo de escollera basáltica de 1,5 toneladas sobre el que se dispone una doble capa de bloques cúbicos de hormigón de 15 toneladas.
A ello se añade el aporte de unos 132.500 metros cúbicos de arena negra de machaqueo, procedente de canteras legalizadas e instalaciones de tratamientos de áridos autorizadas en la Isla, y la construcción de un acceso a la playa adaptado para el acceso de personas con movilidad reducida. Este último consistirá en una rampa recubierta por un pavimento de madera tropical con un único tramo de longitud inferior a los 20 metros y una pendiente del 7%.
El pasado octubre, el alcalde, Marco González, se reunió en Madrid con la directora general de Costas, Ana Oñoro, para requerir la agilización de este procedimiento. “Estamos muy satisfechos de que los compromisos que se adquirieron en esa reunión se vayan cumpliendo y no cejaremos en el empeño de que la ciudad pueda disfrutar de esta mejora tan necesaria de nuestra costa”, señala el regidor.
Fin de la tramitación
Ejecutado el nuevo estudio ambiental, se ha culminado así esta tramitación, que ahora espera para cumplimentar el nuevo plazo de información pública de los tres proyectos, refundidos en uno para agilizar aún más el proceso. Tras este periodo, y estudiadas (si las hubiere) las alegaciones al proyecto, se estaría a la espera solo de la declaración ambiental positiva para licitar y adjudicar las obras.
Hay que recordar que la anterior evaluación ambiental caducó a finales de 2019, lo que hizo inviable el primer convenio que firmó el Ayuntamiento meses antes con el Cabildo de Tenerife, “el primero y único en 15 años”, subraya González, para afrontar la licitación y financiación del proyecto. “Seguimos empujando desde el municipio en todas las instancias para que se cumplimenten todos los trámites necesarios con la máxima celeridad para mejorar esta zona costera de nuestra ciudad”, remarca el alcalde.