Es un proyecto que va, lógicamente, para largo, pero poco a poco la idea de conectar con trenes las grandes áreas metropolitanas de las dos islas capitalinas canarias con sus principales zonas turísticas, las del Sur en ambos casos, sigue dando sus pasos. Con los proyectos ya hechos, ahora toca la fase más complicada: conseguir los miles de millones de euros que costarán. Para hacerse una idea de las cantidades que se manejan, solo para el de Tenerife se estiman necesarios “entre 2.200 y 2.500 millones”, como reconoció hace ahora casi un año el presidente insular, Pedro Martín.
En el afán por conseguir dicha financiación, será el próximo lunes cuando una delegación tripartita del Gobierno autonómico y ambas corporaciones llegue a Bruselas para mantener varias reuniones a este respecto y continuar al día siguiente a Hamburgo, donde, además, podrán estudiar modelos ferroviarios que puedan resultar de interés.
En concreto, por parte del Ejecutivo regional se desplazarán el vicepresidente del Gobierno y consejero de Hacienda, Presupuestos y Asuntos Europeos, Román Rodríguez; el consejero de Obras Públicas, Transportes y Vivienda, Sebastián Franquis, y el director general de Patrimonio y Contratación, José Julián Isturitz.
Los cabildos estarán representados por sus respectivos responsables de las áreas en cuestión: los consejeros insulares de Obras Públicas y Transporte de Tenerife y de Gran Canaria, Enrique Arriaga y Miguel Ángel Pérez, respectivamente.
Como reconoció ayer el propio Román Rodríguez, esta visita a la capital belga y sede de las principales instituciones de la Unión Europea (UE) pretende dar un impulso a los proyectos ferroviarios “como alternativa a la asignatura pendiente de la movilidad terrestre en las islas capitalinas en el transporte colectivo con criterios de ecoeficiencia, modernidad y seguridad”.
A este respecto, el vicepresidente de Canarias observó que la participación de la UE se podría canalizar mediante fondos específicos o mediante préstamos, si bien a esa financiación tendría que sumarse el Gobierno de España, a través de la Estrategia Indicativa del desarrollo, mantenimiento y renovación de la infraestructura ferroviaria y otras políticas estatales, así como de los propios cabildos, que tendrán que aportar fondos.
Interesa un modelo de Alstom que usa el hidrógeno como combustible
Si para el próximo lunes están previstos los contactos en busca de financiación en Bruselas, en la jornada del martes se podrá comprobar en Hamburgo si ya existe un candidato en lo que respecta al modelo de tren.
En cuanto a Bélgica, serán Román Rodríguez y Sebastián Franquis quienes trasladen los planteamientos de los canarios a la directora general de la Agencia Ejecutiva de Infraestructuras, Cambio Climático y Medio Ambiente, Paloma Aba Garrote, así como al jefe de la unidad de Inversiones de Transportes de la Dirección General de Movilidad, Philippe Chantraine.
Ya en Alemania, toda la delegación isleña se trasladará a la citada ciudad portuaria para conocer en detalle las instalaciones y el funcionamiento del tren de hidrógeno Coradia iLint fabricado por el grupo Alstom (el mismo que construyó los vagones del tranvía tinerfeño) y que cubre una ruta regional en el país. El interés por este modelo en concreto radica en que se trata del primer tren de pasajeros del mundo que utiliza el hidrógeno como combustible y que al parecer emite solo vapor de agua.
Tal dato no es baladí en la medida que pueda reducir la oposición existente en Tenerife por parte de fuerzas como Podemos y varios movimientos ecologistas.
En Gran Canaria, hay unanimidad política a favor de un proyecto que transformaría ambas islas.
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