Canarias contará este año con un Laboratorio de Calidad del Aire que estudiará los aerosoles y las calimas de polvo desértico, según el acuerdo suscrito entre el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Consejería de Transición Ecológica, Lucha contra el Cambio Climático y Planificación Territorial. Este proyecto precisará de una financiación de 2,6 millones de euros.
La infraestructura orientada al análisis de muestras estará ubicada en las instalaciones del Instituto de Productos Naturales y Agrobiología (IPNA-CSIC), en La Laguna, mientras que las estaciones de observación estarán repartidas en puntos estratégicos del archipiélago.
La calidad del aire se ha convertido en una preocupación global, pues afecta a la salud, a los ecosistemas y al clima. La contaminación del aire ambiente (de exteriores) causa 300.000 muertes en Europa y cuatro millones de fallecimientos a nivel mundial anuales, principalmente a causa de afecciones respiratorias, cardiovasculares y al cáncer. Los aerosoles o partículas en suspensión son el contaminante que mayor número de muertes causa.
El responsable científico del Laboratorio de Calidad del Aire de Canarias e investigador del IPNA-CSIC, Sergio Rodríguez, explicó que permitirá “conocer el origen y composición química” de las partículas que se respiran en el archipiélago. “Se cuantificará cuánto contribuyen las emisiones de los automóviles, barcos, producción industrial y las calimas de polvo desértico a los niveles de partículas PM10 y PM2.5 en el aire ambiente de Canarias.
Además, se determinará cuánta de esta contaminación tiene su origen en Canarias y cuánta procede de regiones del entorno, pues las calimas de polvo desértico vienen mezcladas con contaminantes (sulfato, aerosoles orgánicos y un cóctel de metales, entre otros) emitidos por la industria del Norte de África, precisó Rodríguez.
La variabilidad del clima y el cambio climático están influyendo en la circulación general de la atmósfera, y, por tanto, en los patrones e intensidad de los eventos de polvo desértico sahariano. “Canarias es la región de la Unión Europea donde se alcanzan los mayores niveles de partículas en suspensión, y no es debido a la contaminación local, de ahí la necesidad de disponer de esta infraestructura”, detalló.
Las calimas de polvo desértico serán uno de principales objeto de estudio, pues se estudiará la variabilidad de la composición del polvo desértico y otros aerosoles que llegan a Canarias. En los últimos años, las Islas se han visto afectadas por fenómenos atmosféricos extremos (2002, 2020, 2022 y febrero de 2023), cuando se han llegado a alcanzar concentraciones de partículas PM10 extremadamente altas, con valores medios diarios superiores a 1.800 microgramos/m3, concentraciones muy superiores a los 45 µg/m3 que recomienda la OMS como límite máximo.
La infraestructura también podrá analizar los aerosoles emitidos en futuras erupciones volcánicas, dando una respuesta rápida a crisis de calidad del aire como la vivida en La Palma.