El Carnaval es sinónimo de transgresión y libertad por su carácter reivindicativo, sobre todo en momentos como en la dictadura franquista, en la que los chicharreros encontraron en febrero una vía de escape para ser libres. Con el tiempo, el Carnaval de Santa Cruz también ha servido como estímulo para que personas como La Lecherita, personaje singular de la fiesta y transexual, encuentren un espacio en el que poder ser quienes quieren ser, pero ¿es el Carnaval realmente un espacio seguro para el colectivo LGTBI+?
La realidad ha ido cambiando con el tiempo, tal y como afirma Exuberancia Carey, uno de los iconos del movimiento LGTBI+ en Tenerife: “En la época de la Plaza Europa viví un año en el que iban a por los maricones, tiraban botellas al aire y al que le caía, le pegaban una paliza”. Titi Sober la acompaña en esta representatividad y ratifica lo que cuenta Exhuberencia: “A una amiga transexual un grupo de tíos la empezó a increpar y le pegó con una botella en la boca. Casi se muere”.
Frente a experiencias tan traumáticas como estas, el avance social ha permitido que los incidentes se vayan reduciendo. La prueba es que ha habido cero denuncias por delitos de odio en los últimos tres carnavales, según los datos proporcionados por la Policía Nacional.
Esa normalización hace que este año haya dos zonas LGTBI+ en las que actuará más de una treintena de artistas queer de Canarias, una en la Plaza San Francisco y otra en la Alameda.
Las zonas LGTBI+ sirven para crear espacios seguros para el colectivo donde ser libres, pero esta zona “no es solo para personas LGTBI+, simplemente es un tipo de música, una forma de expresarnos, un ambiente”, tal y como afirma Eva Harrington, otro de los referentes del movimiento, que, junto a Dita Dubois, también protagonista, añade que “está muy bien que haya una zona LGTBI+, porque la gente se siente segura y sabe que va a estar su entorno allí”.
Las transformistas entrevistadas han participado de forma activa en el Carnaval, pero todas afirman que no se les da un espacio representativo y que no se cuenta con ellas para actos de gran envergadura. “Hay transformistas que han presentado galas de la tercera edad, pero nunca de la Reina adulta, ¿por qué no estamos representadas en esa gala si somos parte del Carnaval?”, afirma Dita.
Por otro lado, todas coinciden en que debería haber un evento específico en el que se visibilizase el trabajo de los artistas queer, tal y como explica Exhuberancia: “Por parte de Fiestas no ha salido el darle un espacio a la variedad y a las drags, que puede ser un jueves de Carnaval, que no hay nada”.
A lo que Eva Harrington añade que verá “un avance cuando nos den un espacio en el carnaval para visibilizarnos”.
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