carnaval de santa cruz 2023

Las reliquias automovilísticas pasean por el Carnaval de Santa Cruz

La 52 edición del Concurso de Coches Antiguos volvió a poner ayer por las calles capitalinas, a pesar de la lluvia, un broche de historia en el Carnaval chicharrero
Carnaval de Santa Cruz
Foto: Sergio Méndez

A pesar de la presencia discontinua de la lluvia, de la ausencia en algunos tramos de la Policía Local y de incidencias mecánicas, el Concurso de Coches Antiguos de Santa Cruz de Tenerife volvió a poner el broche final al Carnaval chicharrero, con una demostración del gran patrimonio automovilístico que tenemos en la isla, con monturas aún vigentes desde 1920 a 1936.

Ayer, en la 52 edición del concurso, se dieron cita una treintena de vehículos que impresionaron por su conservación y belleza a cientos de visitantes, tanto en el parque García Sanabria como en la exposición final en la avenida de Anaga, antes de que se procediera a la entrega de distinciones en un almuerzo en el Real Club Náutico.

Se cumplían ayer 52 años de una paseo que organiza el Club de Automóviles Antiguos de Tenerife, que tiene un año más de existencia. Casi la mitad ha sido presidido por Abel Febles, un apasionado de los coches desde muy pequeño hasta que se convirtió casi en una manera de vivir, como casi todos los socios, venidos de todas partes de Tenerife, impulsados por una tradición que tratan de inculcar a sus familiares, como hace Zósimo Álvarez, propietario de un espectacular Chevrolet, con su nieto.

En esta edición se habían inscrito 33 vehículos, aunque finalmente solo terminaron el concurso, 29. El Amstrong Siddeley Phaeton, de 1920, que condujo José Santana Aguiar, matrícula TF-557, fue el de mayor antigüedad, propiedad de los hermanos Laureano y Hortensia Fernández, una familia empeñada en que el gran patrimonio automovilístico de Tenerife no siga saliendo fuera de la Isla.

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