Cerca de 250 personas se concentraron ayer en la Punta del Viento, uno de los puntos del Puerto de la Cruz, donde se representó el Mataculebra, un tradicional rito carnavalero de origen afrocubano que llegó a Tenerife a finales del siglo XIX de manos de los emigrantes tinerfeños que regresaron a Cuba y que se revive todos los años en la ciudad turística.
Más de 300 lo hicieron en la Plaza del Charco, según fuentes municipales, y también lograron una amplia convocatoria en la placeta, donde se recreó este baile que se interpretaba en las fiestas afrocubanas del día de Reyes, como una gran celebración en la que se utilizaban linternas e imaginería de santos (el sincretismo religioso sudamericano), con un baile que imitaba el avance rítmico de la serpiente, cuya muerte simbolizaba la victoria del bien sobre el mal.