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Santa Cruz toma posesión del Castillo de Paso Alto con el objetivo de recuperarlo para la ciudad

Las instalaciones se adecentarán con la idea de darles un uso inmediato, a la vez que se inicia la redacción del proyecto de rehabilitación para convertirlas en un museo que cuente su historia
Castillo de Paso Alto
Foto: Fran Pallero

El tiempo parece haberse detenido en el interior del Castillo de Paso Alto. Sus salas vacías permiten imaginar el eco de las bombas que cayeron entre sus muros en 1797 lanzadas por los británicos, con Nelson a la cabeza, y que, cuentan las crónicas de la época, ni una sola alcanzó al Cristo del Buen Paso que presidía el altar de la capilla. Incluso los restos de una de las que se lanzaron y no se abrió se conservan en el Museo Militar del Almeyda.

Unos restos que podrían formar parte del futuro museo que el Ayuntamiento de Santa Cruz quiere abrir en este enclave del litoral chicharrero y que, desde el pasado mes de febrero, ya ha pasado a manos municipales, después de que el Estado haya cedido al Ayuntamiento su propiedad.

También resulta fácil imaginar a los prisioneros que en otra época permanecieron retenidos entre sus muros, como el pirata Cabeza de Perro o el alcalde republicano José Carlos Schwartz, último lugar en el que se le vio con vida. Ayer, el alcalde, José Manuel Bermúdez, acompañado del concejal de Patrimonio, Juan José Martínez; el presidente de la Asociación Histórico Cultural Gesta del 25 de Julio, Andrés Méndez, y el cronista oficial y miembro de la Tertulia Amigos del 25 de Julio, José Manuel Ledesma, visitó el castillo para comprobar el estado en el que se encuentra y que, según avanzó Bermúdez, hay intención de darle uso de inmediato mientras se prepara el proyecto de rehabilitación.

“Lo primero que tenemos que hacer es sentarnos para ver el plan de usos que permite el espacio. El siguiente paso será encargar el proyecto, en el que tendremos que abordar cuestiones como la accesibilidad. Mientras tanto, en la medida de lo que sea posible, vamos a ir haciendo cosas aquí. Lo primero es hacer labores de limpieza y mantenimiento y que Parques y Jardines entre para adecentar los jardines”, explicó.

Las tres naves que están bajo la plaza en la que se ubicaban las réplicas de los cañones que defendían la batería militar, que se pretenden que también regresen, están cerradas con verjas y sus respectivos candados. Para poder abrir una de ellas, encajada por el paso del tiempo, una certera patada del escolta del alcalde permitió desatascarla y que la comitiva entrara para comprobar el estado de este espacio, hasta ahora en manos de Estado.

En una de ellas se puede ver el altar pegado a una de las ventanas, cuando aún las misas se daban de espalda a los asistentes. Existen otras dos naves cuyas puertas se encuentran tapiadas y que se desconoce que puede haber dentro y el estado en el que se encuentran.

La intención es que el proyecto recoja la historia del castillo de Paso Alto, desde su vida como batería militar que defendió a la ciudad del ataque de Nelson, pasando por sus funciones como cárcel. “Nuestra intención es que se recoja toda la historia del castillo”, insistió el regidor municipal.

Una historia que supondrá colocar una recreación del Cristo de Paso Alto, pero también recuperar la romería de San Agustín, que finalizaba en este enclave, o retirar la placas franquistas que figuran en sus muros y que incumplen la ley de memoria histórica.

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