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El juicio por el asesinato de Romina Celeste en Lanzarote ya tiene fecha

La sección segunda de la Audiencia de Las Palmas fija para el 2 de junio el inicio del proceso judicial contra Raúl D.C., el acusado de haberla matado en enero de 2019
El juicio por el asesinato de Romina Celeste en Lanzarote ya tiene fecha
El juicio por el asesinato de Romina Celeste en Lanzarote ya tiene fecha. EFE

La sección segunda de la Audiencia de Las Palmas ha fijado para el próximo 2 de junio el inicio del juicio contra el marido de la joven paraguaya Romina Celeste, acusado de haberla matado en enero de 2019 y de haber hecho desaparecer sus restos, quemándolos y arrojándolos al mar.

En un auto hecho difundido este martes por el Tribunal Superior de Justicia de Canarias, se fija el 16 de junio como el día previsto para que finalicen las sesiones para enjuiciar al acusado, Raúl D.C., que se encuentra en libertad desde el pasado mes de enero, tras cuatro años de prisión preventiva (el máximo legal) y se enfrenta a una solicitud de condena más de 20 años de cárcel por maltratar y matar a su mujer.

En total son seis delitos los que le atribuye el Ministerio Fiscal: homicidio, maltrato habitual, lesiones (en este caso dos), profanación de cadáver y simulación de delito.

Por su parte, el Instituto Canario de Igualdad (ICI) plantea como acusación popular los mismos delitos, salvo que entiende que la muerte de Romina Celeste no fue un homicidio sino un asesinato.

La defensa de Raúl D.C. considera que los hechos que se le pueden atribuir a su cliente son los de profanación de cadáver, pues alega que el marido halló a su mujer muerta en la bañera de la casa en la que vivían, la intentó reanimar sin éxito y, debido a la afectación de su voluntad por el alcohol y la cocaína, sufrió un ‘shock’ y un cuadro de delirio que le impulsó a deshacerse del cuerpo de la joven.

Durante la instrucción del caso, el procesado reconoció que intentó hacer desaparecer el cadáver de su esposa porque temía que le culparan de su muerte (Romina Celeste le había denunciado hacía tiempo por malos tratos), pero siempre ha negado haberla matado.

Las acusaciones, sin embargo, mantienen que el Raúl D.C. hizo creer a los amigos y familiares que su mujer se había marchado de casa tras una discusión y hasta denunció su desaparición a la Guardia Civil; sostienen además que consideraba a su esposa un ser inferior en el que podía desatar su rabia y “ello por ser joven, extranjera y sin recursos que ejercía la prostitución para mantenerse económicamente”.

Además, durante la relación que mantuvieron, el acusado agredió a su pareja y la trató con menosprecio, según la Fiscalía y el Instituto de Igualdad.

En agosto de 2018, cuando ambos estaban alojados en un hotel, el acusado la golpeó y, en días previos a su muerte, entre el 27 y 29 de diciembre de ese año, la volvió a pegar y ella tuvo que acudir a urgencias del hospital de la isla, aunque no fue atendida por el médico al presentarse allí el procesado, siembre según la versión de las acusaciones.

Ya en la madrugada del 1 de enero de 2019, el acusado golpeó de nuevo a su mujer en distintas partes del cuerpo y la mató, aunque se desconocen los mecanismos que causaron su fallecimiento.

El Instituto de Igualdad plantea que el procesado mató a su esposa de forma sorpresiva, limitando su defensa e incrementando su sufrimiento y dolor, lo que le lleva a elevar a los cargos a asesinato.

Para deshacerse de su cuerpo, el acusado lo quemó en la barbacoa de su casa, después lo desmembró y empleó dos días para ocultarlo en bolsas de basura que arrojó al mar en Costa Teguise en dos veces: primero, una parte en la zona de Los Ancones, y después otra en la de Los Hervideros, para lo que alquiló un vehículo el 3 de enero.

Así mismo, según las acusaciones, el procesado se deshizo de la barbacoa e instrumentos empleados para desmembrar el cadáver y demás objetos que pudieran incriminarlo.

El marido de Romina Celeste fue detenido el día 13 de enero de 2019 y tras su puesta en libertad cambió su residencia a Madrid, donde tiene la obligación de presentarse ante un juzgado semanalmente desde que salió de la cárcel de Tahíche, en Lanzarote.

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