Un partido que claramente tendría que haber finalizado con el reparto de puntos, lo sentenció el colegiado señalando un penalti excesivamente académico de esos que ahora los árbitros tienen la moda de señalar. Salas fue el autor y Carlos Martínez el ejecutor de una pena máxima que no pudo parar Soriano. Así se quebró el dulce momento con la que el CD Tenerife se presentaba en el Principado. Un partido claramente de postemporada en el que no había nada en juego.
El ritmo de choque, como el once inicial planteado por Luis Miguel Ramis, fue de escasa intensidad desde el pitido inicial. Los visitantes, al igual que sucediese en el partido de la primera vuelta jugado en el Heliodoro, se atrincheraron en bloque medio y le concedieron la posesión del esférico al cuadro andorrano, que en el primer cuarto de hora acumuló dos disparos al palo. Iván Gil, en el minuto 4, le pegó con la derecha desde fuera del área. Fue el primer susto para la meta defendida por un Soriano que en el minuto 16 vio como de nuevo Iván Gil remató al poste izquierdo.
Poco antes del paso del partido por la primera media hora de choque, el Tenerife despertó y se estiró con internadas por el carril izquierdo. Buñuel, de cabeza, tuvo la mejor ocasión en esta fase, aunque no llegó intimidar del todo a Marc Vidal, portero del Andorra.
Tras este tímido despertar de los de Ramis, el choque volvió a dormirse. Volvió todo al principio, con el Andorra manejando la pelota ante un Tenerife que cerraba bien los espacios y esperaba a su rival en medio campo. Los de Sarabia volvieron a tener alguna ocasión de gol, como cuando el exblanquiazul Varela le pilló la espalda a Buñuel y remató de cabeza por encima de la meta insular.
La segunda parte arrancó con la mísma tónica, que pudo haber cambiado si el colegiado de la contienda hubiese dado como válido el tanto que marcó Waldo en el 55. En el inicio de esta acción pudo existir un fuera de juego de Gallego que las imágenes de televisión no aclararon, pero lo que no existió y el colegiado señaló fue una falta del propio Waldo en el momento de rematar.
En el 61 Teto tuvo otra ocasión para adelantar a su equipo en el marcador. La puso al primer palo Corredera y el canterano remató de cabeza con poca potencia al palo opuesta. El Tenerife ahora sí se acercaba con claridad a la meta andorrana.
Tras esta oportunidad, Ramis empezó a mover el banquillo e introdujo un triple cambio: entraron al campo José Ángel, Mo Dauda e Iván Romero. Se fueron del terreno de juego Teto, Larrea y Garcés. El técnico local también hizo cambios: entraron Dani Morer y Hector Hevel, mientras que salieron del campo Petxa i Rubén Bover.
El Andorra también se acercó al gol por mediación del exblanquiazul Germán, que se fue por velocidad por la izquierda y en el mano a mano ante Soriano, falló. Se hizo grande el meta blanquiazul, que paró abajo para evitar el 1-0.
En el 81 reapareció con el Tenerife Elady Zorrilla, que ya está recuperado de la lesión que lo ha mantenido en el dique seco durante bastante tiempo. Salió del campo Waldo Rubio en el minuto 81.
El partido se rompió en el minuto 87 con un penalti que se equivocó el colegiado al pitarlo trs intervenir el VAR. Kike Salas pisó mínimamente a Hector Hevel cuando al jugador del Andorra ya se le había escapado el control. ‘Penaltito’ de esos que ahora los árbitros tienen la moda de señalar, en este caso con el apoyo de la sala del videoarbitraje. Carlos Martínez se encargó de tirarlo en el minuto 89, batiendo con facilidad a Soriano. Así acabó un partido en el que no había nada en juego, circunstancia que quedó de manifiesto sobre el terreno de juego.
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