Los Realejos se ha convertido en los últimos años en un verdadero museo de arte urbano, un punto de atracción cultural y artístico que cada año atrae a más visitantes. Los vecinos y amantes de la pintura y el arte se unen a los turistas, ávidos por descubrir las historias que se esconden en esos dibujos, colores y formas que se encuentran a la vista de todos y no dejan indiferente a nadie.
El municipio norteño cuenta con un total de 59 obras al aire libre localizadas por todos los barrios y zonas en diferentes espacios, que incluyen desde paredes, grandes edificaciones públicas y privadas y equipamientos deportivos hasta fachadas de centros educativos, escaleras, marquesinas, muros y el perímetro de plazas públicas. Todas ellas permiten conocer la idiosincrasia y las características de cada uno de ellos y, al mismo tiempo, la versatilidad de los artistas participantes.
Así, en Icod el Alto, un gran mural de Matías Mata (Sabotaje Al Montaje) testifica la práctica tradicional de la siega del cereal y el gofio como seña de identidad cultural y patrimonio de este barrio.
El mismo artista dejó plasmado en la Avenida de Los Remedios, en el Realejo Alto, un amplio retrato de los rostros del escritor, historiador y biólogo, entre otros muchos desempeños, José de Viera y Clavijo y del profesor y químico Antonio González, dos de los vecinos más ilustres de Los Realejos; y en 2018 convirtió al antiguo mercado municipal en el primer edificio mural de grafiti en Canarias. Un total de 1.225 metros cuadrados convertidos en una sinfonía de colores en una edificación cuya gran estructura circular ya de por sí es llamativa.
A ellos se suman, entre otros, el gran rostro de la artista mexicana Frida Kahlo, que colorea la Asociación de Mujeres Fellapa, en La Ferruja, una creación del artista local Adán Pérez Farrái, y una marioneta bajo temática infantil, acorde a una Ciudad Amiga de la Infancia como Los Realejos, próxima al CEIP Palo Blanco, así como manzanas que aluden a la tradición agrícola y productiva en este entorno.
El catálogo de arte urbano se completa con muchas más obras, entre las que se encuentran un muro de grandes dimensiones en La Montaña, frente a la plaza y edificio comercial de este núcleo, o el que rinde homenaje a las tradiciones crusanteras, en La Cruz Santa, por citar algunos ejemplos.
La idea nació en 2016 con un taller de formación en arte urbano en las Escuelas Artísticas de Los Realejos-Afaver, al que se le han ido sumando por parte del Ayuntamiento encargos concretos a diferentes artistas. En ese momento, el alcalde, Adolfo González, era el concejal de Cultura y tuvo la idea de decorar un espacio público. La idea gustó y el Consistorio empezó a contratar de manera puntual a los artistas para hacer intervenciones en los exteriores de los centros educativos.
Pero fue en 2019 cuando la iniciativa recibió un impulso con el Festival Seis de Doce, un proyecto coordinado por el artista local Víctor Pacheco, KOB Tropikal, que consiste en crear seis nuevas obras cada año conviertiendo a Los Realejos en un referente de este tipo de arte en España y en el municipio con más murales por habitante de Canarias. Un objetivo que ni la pandemia de COVID-19 logró alterar.
El Festival Seis de Doce es libre, cada autor plantea la obra como quiera, elige la temática y, por tanto, se enriquece con cada nuevo trabajo. A los artistas se le ofrecen varias paredes de distintas dimensiones y en diferentes localizaciones y cada uno elige la que más se adapte a sus necesidades y proyecto. Eso sí, todas deben cumplir ciertas condiciones, como estar preparadas con un esfoscado y ser lisas. Además, deben permitirles trabajar con la colocación de una grúa y que esta cuente con dispositivos de elevación, porque no pueden pintar sobre un andamio.
Personajes conocidos, dibujos y formas geométricas, líneas onduladas, animales y tradiciones. Todo es válido cuando se trata de convertir una pared en un verdadero atractivo artístico y no solo por creadores locales, ya que se han sumado al proyecto otros nacionales y europeos.
Debido a la dimensión que ha adquirido, desde el Ayuntamiento, y en concreto, desde la Concejalía de Turismo, se ha procedido recientemente a catalogar todas las obras con la información principal de cada una de ellas: autor, año de creación, material utilizado, características y localización.
Hasta el momento, ninguna de las intervenciones presenta una degradación notable porque los materiales y las pinturas que se han utilizado son específicas para ello. En cualquier caso, el alcalde confirma que solo se han restaurado aquellas obras que se encuentran muy accesibles, como las del exterior de los centros educativos. “El mural tiene su vida natural, es arte efímero, por lo tanto, cuando se deteriore y su estado sea irrecuperable, se le ofrecerá el paño a otro artista y se creará uno nuevo por encima”, explica.
Una manera de decir que el arte urbano siempre tendrá un lugar en Los Realejos.
Una ruta guiada que sirva de atractivo turístico
La idea del Ayuntamiento es, en un futuro no muy lejano, promocionar Los Realejos a través de sus murales. En concreto, se trata de ofrecer una ruta turística guiada por este museo de arte urbano en el que cada obra tendrá un código QR, mediante el cual se accederá a la información principal, de la misma manera que en la actualidad se puede conseguir a través de la web municipal, pero de una manera más rápida y cómoda gracias al teléfono móvil. “Es el único municipio de Canarias que tiene un festival de arte urbano de manera permanente y eso hay que aprovecharlo”, subraya el alcalde, Adolfo González.