El alcalde de Los Realejos, Adolfo González, y el representante del equipo redactor del proyecto de Rehabilitación, conservación, consolidación y restauración de la Hacienda de La Gorvorana, el arquitecto Fernando Arocha, a quien en su momento se le adjudicó la redacción del mismo, presentaron ayer el documento técnico que plantea la ejecución de esta demandada intervención, con un presupuesto de 8.227.687 euros. “Un documento que nos acerca a la ansiada reforma integral de este señero inmueble del catálogo patrimonial realejero y referente en la historia de Canarias para su recuperación y reconversión en espacio cultural y turístico”, señaló el alcalde.
“Tras un exhaustivo análisis y trabajo técnico, al fin disponemos del documento que nos ofrece una valoración mucho más realista del coste de rehabilitación y puesta en uso de esta histórica infraestructura, en torno a los 8,2 millones de euros, difíciles de asumir desde las arcas municipales, por lo que me comprometo de manera inmediata a iniciar las negociaciones pertinentes con el Cabildo de Tenerife y el Gobierno de Canarias para lograr la cofinanciación plurianual de la ejecución material del proyecto”, manifestó Adolfo González.
El documento presentado por el equipo redactor, integrado por Fernando Arocha Ferreiro, Carlos Arocha Isidro, Pedro Domínguez Anadón y Deiene González Uriarte, cuenta con unas 2.400 páginas, partiendo su minuciosa redacción desde un levantamiento topográfico con estudio milimétrico al detalle de la hacienda en su conjunto y por partes, con tecnologías avanzadas como el escáner 3D, para continuar enriqueciéndose desde una perspectiva multidisciplinar.
En este sentido, Fernando Arocha señaló que “durante todo el proceso de estudio y redacción se ha ido aglutinando a un grupo de profesionales desde distintos ámbitos conformado por una veintena de personas entre arquitectos, paisajistas, historiadores, especialistas en arquitectura de la madera, restauradores o expertos en flora y jardinería, entre otros, cada uno con sus aportaciones técnicas correspondientes, a los que se han sumado los resultados de un proceso previo de participación ciudadana municipal y otras aportaciones desde la Universidad Europea de Canarias o del Colegio de Arquitectos de Tenerife”.
En este ambicioso proyecto destaca el exhaustivo análisis y la descripción histórica de la hacienda y su entorno, los antecedentes y el contexto, los valores patrimoniales, los distintos elementos constructivos y sus fases, su evolución en el tiempo, así como el estado de conservación pormenorizado de todos y cada uno de los elementos de la edificación, “para entender el origen y estado actual y poder plantear la mejor solución futura”, subrayó González.
El mandatario subrayó la estrecha coordinación y colaboración durante todo el proceso entre el equipo redactor y la Gerencia Municipal de Urbanismo para poder resolver dificultades de acceso al inmueble para el propio trabajo técnico e intervenir en el apuntalamiento y toma de medidas de seguridad estructural en determinadas zonas para evitar el derrumbe.
Conservación
En cuanto a los riesgos de conservación que sigue padeciendo el inmueble y a tenor del interés que históricamente han generado los frescos que el afamado artista Francisco Bonnín plasmó en paredes interiores de esta casona, el arquitecto explicó que “han sido arrancados y llevados a restauración en taller para ser devueltos a su lugar de origen en cuanto se acometa la rehabilitación de la hacienda”.
Entre otros espacios, la hacienda reformada contaría con una zona administrativa, dos salas de exposiciones, un área multiusos en el patio central al aire libre de más de 750 metros cuadrados, sala de conferencias con aforo para unas 100 personas, aulas taller y formativas, salas de estudio o uso cultural, zona para residencia temporal de artistas o docentes, taquilla guardarropa, aseos y cafetería. La zona de instalaciones y dotaciones de ingeniería como puede ser protección contra incendios, maquinaria y cuarto de instalaciones se plantean integradas en un antiguo bancal agrícola en sótano del edificio anexo.