Joel Domínguez ha sido informado de que no seguirá formando parte de la UD Las Palmas por “motivos disciplinarios”. El club ha tomado la decisión de rescindir su contrato y se le ha comunicado oficialmente al jugador tras considerar que su comportamiento no cumple con valores de la entidad amarilla.
El exjugador fue denunciado por su exnovia y condenado el pasado mes de marzo al reconocerse culpable de un delito de maltrato de obra en el ámbito familiar.
En su momento, la adolescente agredida por Domínguez no quiso denunciar al jugador ni emprender acciones legales contra él, pero los hechos (empujones, patadas y agarrones) fueron presenciados por varios testigos, entre ellos un policía libre de servicio, por lo que llegaron igualmente a manos del Juzgado de Violencia sobre la Mujer.
La condena de Domínguez por golpear a la que entonces era su novia llevaba aparejada una orden de alejamiento durante un año, lo que incluía no contactar con ella por ninguna vía. En estos momentos, el jugador tiene abierto otro procedimiento penal en el que la menor y su madre le acusan de haber incumplido esa medida de protección, algo que él niega.
Tras conocerse la sentencia, la Unión Deportiva Las Palmas sancionó a Joel Domínguez con un periodo de 40 días de entrenamiento en solitario, apartado de sus compañeros, equivalente al tiempo que iban a durar los trabajos a beneficio de la comunidad que debía realizar como condena.
Además, a pesar de la gravedad del caso, el equipo directivo anunciaba en junio que el jugador haría la pretemporada con el primer equipo, lo que generó un fuerte rechazo en la ciudadanía.
Numerosos aficionados de la UD han expresado durante meses su indignación y decepción ante las decisiones del club y han exigiendo la expulsión del jugador de la plantilla, que ahora se hace efectiva.
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