La principal vía que da acceso a Las Galletas, que permite entrar y salir de esta localidad, quedó reabierta al tráfico en la mañana de ayer, después de que el pasado domingo tuviera que ser cerrada al tránsito de vehículos y peatones.
El fuerte oleaje de la zona, que afectó, incluso, a los locales de restauración que se encuentran en el litoral, obligó a tomar esta medida.
El paseo marítimo, que es parte de la carretera TF-66, entre Guaza y Las Galletas, se encuentra ubicado en una de las zonas de riesgo por la subida del nivel del mar. De hecho, se trata de uno de los 47 puntos de toda Canarias considerados de alto riesgo en el estudio realizado en la pasada legislatura por la entonces Consejería de Transición Ecológica del Gobierno de Canarias.
Tanto es así que sufre continuos episodios de inundaciones y daños cuando hay mareas fuertes.
De hecho, el último de importancia se produjo en el mismo mes de agosto, pero de hace dos años, cuando la pleamar afectó con tanta dureza al paseo que hundió una parte de él, lo que obligó a delimitar la zona dañada y a mantener cerrado al tráfico uno de los carriles.
En esta ocasión las olas llevaron hasta la avenida arenas, piedras y cantos, que hubieron de ser retirados en colaboración con el servicio de mantenimiento de vías del Cabildo de Tenerife.
Fuentes del Ayuntamiento de Arona explicaron que, a pesar de la apertura, se está pendiente de lo que suceda en las próximas semanas, ya que no se descartan episodios similares que puedan afectar a la normal circulación en la zona.
