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“No hay pueblos más parecidos que Cuba y Canarias. En las Islas viven 50.000 cubanos de todas las edades”

La cónsul de Cuba ha estado estos días en Tenerife para reunirse con diferentes asociaciones de cubanos que residen en la isla y conocer más de cerca sus problemas
Elsa Agramonte Hernández, cónsul general de Cuba en Canarias
Elsa Agramonte Hernández, cónsul general de Cuba en Canarias. | Fran Pallero

Elsa Agramonte Hernández llegó a Canarias, islas que no conocía, para ejercer de cónsul de Cuba, en el año 2020, justo antes de declararse la pandemia de la COVID. Licenciada en Derecho Internacional en Moscú (Rusia), quedamos citados en el hotel Adonis Plaza, en la plaza de la Candelaria, de Santa Cruz, a primera hora de la mañana cuando los termómetros ya anunciaban máximas de calor para este pasado viernes. Agramonte Hernández, casada, vive el consulado como una oficina permanente para atender las necesidades de los 50.000 cubanos que residen en las islas. Ella se muestra agradecida con este destino que le ha dado la posibilidad de vivir una grata experiencia. “Aquí he sido acogida como una más y cualquier canario, sea el de la tienda a la que voy a comprar o un representante del Gobierno autónomo, han sido como un hermano, han sido solidarios, han sido cercanos. Eso es fundamental, esto se repite con los canarios a los cubanos y a la inversa. Tenemos que seguir firmes y fuertes con esa solidaridad. Y si el mundo hiciera lo mismo, el mundo sería de otra manera”. La cónsul de Cuba ha estado estos días en Tenerife para reunirse con diferentes asociaciones de cubanos que residen en la isla y conocer más de cerca sus problemas. Intensa agenda de reuniones que no le ha permitido subir al Teide, objetivo que persigue desde que llegó a su nuevo destino. Pero optimista como demuestra ser, ya prepara una próxima visita que incluya una excursión al parque nacional. Otro de los objetivos ha sido mantener una reunión por videoconferencia con autoridades cubanas y canarias, para recuperar la Asociación Canaria de La Habana Leonor Pérez Cabrera, ubicada en una céntrica calle de la capital, y que ha sido la representación de la casa madre de los canarios en aquella isla. Ha sido reconocida por su invaluable labor en la promoción y difusión de la cultura canaria en Cuba. Además de punto de encuentro para los canarios residentes en la isla y un espacio de conexión con sus raíces y tradiciones.

-¿Cuál es el motivo de su visita a Tenerife y qué reuniones ha mantenido con las autoridades canarias?

“Fui invitada como una cortesía del Gobierno canario, y mi principal objetivo es participar en una videoconferencia con el viceministro de Cultura de Cuba, Fernando Rojas, que es la persona que está, digamos, centrando el equipo de trabajo que en Cuba se ocupa de la organización de la Asociación Canaria de La Habana Leonor Pérez Cabrera. Por determinadas situaciones que se dieron, fue necesario, de acuerdo con la ley cubana, que la autoridad contraparte de esa asociación se hiciera cargo para poner a tono de nuevo la actividad de la asociación y que pueda continuar su camino. Pienso que fue una decisión muy, muy atinada, por parte del director general de Emigración del actual Gobierno de Canarias, José Téllez, pues recibir de primera mano toda la información posible de la parte cubana que está atendiendo esta labor para saber qué pasos dar y cómo se va a trabajar de forma conjunta entre las autoridades cubanas y las canarias para recuperar la actividad de esta asociación. Eso fue importante para saber cuál es la situación actual, lo que falta por hacer y desarrollar es plan de trabajo para poder llevar a cabo en el menor tiempo posible, porque tampoco eso es coser y cantar, llevar a la asociación a lo que fue”.

-¿Cuánta gente agrupa esta asociación?

“A bastantes personas, muchas de ellas ya van siendo mayores, pero están las nuevas generaciones que muchos incluso pueden no conocer Canarias, pero mantienen la tradición de sus antepasados, de padres y abuelos. Y realmente la asociación Leonor Pérez tiene una cantidad de miembros importante y una de las cosas que se está haciendo es actualizar el listado de los que forman parte de la misma. Se está realizando un trabajo general para que cuando se ceda, se haga con la mayor y más veraz información posible”.

-¿Qué funciones desarrolla la Asociación Canaria de La Habana Leonor Pérez Cabrera?

“Es la casa central de la representación canaria en Cuba y es reconocida por su invaluable labor en la promoción y difusión de la cultura canaria en aquella isla: después, hay muchas asociaciones repartidas por muchas localidades. Y al fallar la casa central falla mucho el tema de información, subvenciones… Además, la casa central en La Habana ejercía un tema social muy importante, aparte de mantener sus tradiciones y las del país en que viven, actividades sociales complementarias para las personas mayores”.

-¿Y por qué falla la casa central?

“Se produjeron determinadas ausencias y el relevo yo no digo que no lo haya hecho bien pero se dieron determinadas situaciones que hizo necesario intervenir. De ahí las negociaciones para que la casa canaria vuelva a ser un referente para todos los canarios y los cubanos. Es verdad que hubo por medio problemas y también la aparición de la pandemia de COVID y sus consecuencias derivadas que obligó a mantenerla cerrada y a demorar las soluciones”.

– ¿Tras las reuniones mantenidas con responsables del Gobierno de Canarias y de Cuba se puede ser optimista y encontrar pronto una solución?

“Yo he sido optimista siempre. Primero, porque se ha tomado con la seriedad debida por parte del Gobierno cubano, precisamente por las implicaciones que tiene, máxime teniendo en cuenta las relaciones históricas que se mantienen con Canarias y por respeto también. Y en homenaje a esas relaciones es una labor de primera línea para el Gobierno cubano acometerlo, que se haga de la mejor manera posible, lo más rápido posible, para que la asociación vuelva a ser un referente como era antes.

Hay que recordar que de las casas regionales que hay en Cuba, que son cinco,la más importante, era la de Canarias, la de Leonor Pérez Cabrera, porque además tuvo la suerte de contar con el mejor local en el casco histórico de La Habana. La casa tiene una anécdota y es que fue cedida en usufructo por el propio expresidente ya fallecido, Fidel Castro, al expresidente canario Manuel Hermoso en uno de los viajes, aunque es propiedad del Gobierno cubano. Ahora se están acometiendo obras de reforma, hablamos de un edificio que tiene muchos años y el cierre por la COVID acentuó el daño y es más caro el mantenimiento, pero el Gobierno canario ha dado su apoyo para que la casa canaria en el sentido más amplio vuelva a ser lo que fue”.

-¿Cómo se encuentra la colonia canaria en Cuba? ¿Hay ayudas por parte del Gobierno canario? ¿Esas ayudas llegan?

“Hay ayudas. Yo siempre hago hincapié en que canarios puros ya no queda casi ninguno por los años que han pasado. Los que están son esas generaciones de canarios que llegaron a Cuba, formaron su familia… Muchos son muchachos jóvenes, nietos y biznietos de canarios”.

-¿Los descendientes de los antiguos canarios tienen una situación solvente, viven bien?

“Los descendientes de los antiguos canarios son cubanos, viven en iguales condiciones y no hay diferencias. Hay que partir de un hecho, Cuba, desde enero del 59 salió a buscar una cosa: evitar las diferencias entre las personas. Todo el mundo tiene los mismos derechos, las mismas obligaciones, las mismas prestaciones. Y esos ciudadanos descendientes de canarios tienen las mismas posibilidades que cualquier otro cubano”.

-¿Cuántos cubanos residen en las Islas Canarias?

“Nosotros realmente tenemos registrados más de 50.000 cubanos de todos los grupos de edades. Pueden ser más o menos, le explico hay un flujo importante entre Canarias y Cuba. Hay un sector destacado, que es el joven; muchos jóvenes y bien preparados que vienen precisamente buscando otro lugar donde proyectarse y quieren vivir aquí. Y realmente se han fundido, igual que cuando el canario fue allá. Y las referencias que tengo son positivas, se han sabido implicar en el lugar donde viven y son uno más. Eso es importante. Si la emigración de canarios hacia Cuba fue positiva lo mismo pasa con los cubanos que vienen a las Islas. Tenerife es la isla donde más cubanos hay, seguida de Gran Canaria y Lanzarote”.

Elsa Agramonte Hernández, cónsul general de Cuba en Canarias
Elsa Agramonte Hernández, cónsul general de Cuba en Canarias. | Fran Pallero

-El anterior presidente canario, Ángel Víctor Torres, estuvo en Cuba recientemente, y mantuvo entrevistas con altos representantes de su país, abriéndose las puertas a una visita de Miguel Díaz-Canel, su homólogo cubano…

“Ángel Víctor Torres fue precisamente a estar allá con su comunidad canaria. Y tuvo una reunión con el ministro de Asuntos Exteriores, entre otros. La visita fue bonita en el sentido de que ahí se pudo palpar la unión que existe entre cubanos y canarios. Y todas las autoridades que se reunieron con él quedaron impresionados de su talla como presidente y como persona”.

-¿Cabe la posibilidad de que en algún momento el presidente de Cuba Díaz-Canel visite Canarias?

“Esa posibilidad siempre está ahí. Por ejemplo, yo que nunca había estado en Canarias, hoy digo que no hay pueblos más parecidos que Cuba y Canarias. El ciudadano de a pie, cuando escuchas las cosas que habla, las experiencias incluso que ha tenido, te preguntas cómo nos podemos parecer tanto. En Cuba hay un cariño especial por los canarios”.

-¿Es posible que aprovechando que Pedro Sánchez ocupa la presidencia de turno de la UE, se puedan recuperar las relaciones que había antes entre ambos países?

“Que hay buenas relaciones entre los dos gobiernos, las hay. Pero España está en un proceso tras las elecciones en las que es necesario estar en casa, pienso yo. ¿Si se va a Cuba? Pues se puede dar, además están en un proceso de acercamiento con países de Sudamérica”.

-¿Y el turismo en Cuba como motor económico de la isla en qué fase se encuentra?

“El turismo está, entre comillas, recuperándose todavía de la COVID. Un poco como vemos aquí. Ha aumentado la afluencia de turistas pero no a los niveles que tuvo en 2019. Seguimos trabajando porque es una fuente de ingresos para la economía de Cuba. Pero desde la Revolución se dijo que no podíamos depender solo del turismo, que es muy volátil, de ahí los avances en biotecnología e investigación y otras muchas materias”.

-¿Los canarios siguen yendo a Cuba de vacaciones?

“Sí van, y principalmente por las relaciones familiares. Hay un movimiento importante. Y los españoles en general siguen yendo a Cuba”.

-¿Siguen siendo utópicas unas buenas relaciones con Estados Unidos?

“Todavía es una utopía, desgraciadamente. No porque Cuba no haya dicho que, siempre bajo las bases del respeto, está dispuesta a dialogar. Pero ellos van a la fuerza y así no puede ser. Cada día las sanciones son más fuertes. Siempre a Cuba la han visto como el traspatio de Estados Unidos y la política de la fruta madura sigue siendo la misma. Estados Unidos siempre tuvo intereses en América Latina y dentro de América Latina, en Cuba. Si ese pedacito de tierra es independiente, ya es un problema para Estados Unidos. Para nosotros, no. Lo que nos dan son problemas, eso sí. Quieren doblegarnos, quieren que bajemos la cabeza y no la vamos a bajar. Se están pasando dificultades muy tremendas en Cuba, en plena COVID aplicaron más medidas, pero ahí estamos. Aguantando. Sin bajar la cabeza”.

-¿Cómo ven la convulsión en Centroamérica, Sudamérica, el reciente asesinato del candidato presidencial en Ecuador, Fernando Villavicencio…?

“Por suerte, Cuba nunca ha sido partícipe de la fuerza, de la violencia. Yo pienso que eso no ayuda para nada. Hay que dialogar, hay que conversar. Estas cosas hacen daño a todos. América latina tiene que unirse y cuando digo unirse no es para buscar problemas, sino para apoyarnos. Cuba es un país de paz y un país solidario”.

Agramonte se despide para acudir a nuevas reuniones y conocer la realidad de los cubanos que dice que no son muy problemáticos, aunque “algún caso hay. Nadie va a un consulado de visita. Van los que tienen algún problema y se ven imposibilitados de resolverlo por sí mismos. Y nosotros trabajamos para solucionar sus asuntos”.

Una cónsul que defiende a sus compatriotas

Elsa Agramonte Hernández nació en La Habana (Cuba), en una familia obrera y, “sin pagar un centavo”, se licenció en Derecho Internacional en Moscú (Rusia). Pronto empezó un periplo que le ha llevado a viajar por múltiples países. El doctorado en Derecho Internacional Humanitario, cuenta que algunos lo llaman el derecho de la guerra, lo presentó cuando estaba trabajando como cónsul en Ucrania. Luego se sucedieron diferentes empleos de dirección jurídica en una empresa marítima y otra dedicada al turismo y asustos relativos al género y la mujer en la Organización de Mujeres Cubanas ante diferentes comisiones de la ONU. Una vez dentro del Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba, donde lleva 35 años, ha desempañado funciones en países de Europa Occidental y Oriental y más tarde en Venezuela. Luego fue destinada a Canarias, donde afirma contundente que está viviendo experiencias muy gratas y emocionantes que las lleva en el corazón y donde además se la ve entregada a su trabajo de cónsul, que para ella es como una oficina abierta las 24 horas del día, para buscar soluciones a los problemas de sus compatriotas.

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