El Juzgado de Instrucción Número 3 de Santa Cruz de Tenerife ha decretado el cierre de la investigación sobre el llamado caso Tradex, una presunta estafa millonaria denunciada por más de centenar y medio de personas, la inmensa mayoría vecinos de la capital tinerfeña, que reclaman en su conjunto una cantidad que supera los tres millones de euros, tal y como confirma la magistrada aludida en el auto que, con fecha de ayer, decide poner fin a esta fase de instrucción y cuya copia obra en poder de DIARIO DE AVISOS.
La principal consecuencia de dicho auto es que el juzgado solo considera responsable penal de lo sucedido a Mukesh D., líder de la presunta trama que nos ocupa y que permanece -en prisión provisional- encerrado en el centro penitenciario de Soto del Real (Madrid) en relación a estos hechos desde que fue extraditado por Emiratos Árabes Unidos, a donde voló en cuanto los primeros afectados acudieron a reclamar su dinero a la sede que Tradex tenía en la céntrica calle del Castillo.
No menos importante es que, a su vez, la magistrada exime -sobreseimiento provisional, en estricto lenguaje procesal- tanto a la compañera sentimental de Mukesh como al considerado como su número dos, si bien hay que tener en cuenta que esta decisión no es firme, por cuanto se puede presentar recurso contra la misma durante los próximos días.
Es más, también se libera de posibles consecuencias penales a una sociedad denominada Pomares&Daswani S.L. al no existir -reza el auto respecto a las dos personas físicas y la firma en cuestión- “indicios suficientes de la comisión de delito”.
Fuentes conocedoras de este caso dan por hecho que representantes legales de los afectados tienen previsto mostrar su disconformidad con el contenido del auto, por lo cual a buen seguro que será la Audiencia Provincial tinerfeña la que decida al respecto.
Los delitos por los que se acusa a Mukesh D. tras esta conclusión provisional de la fase de instrucción son los de “estafa agravada, blanqueo de capitales y frustración de la ejecución”, detalla el auto.
Cabe añadir que, si bien solo algo más de centenar y medio de personas han reclamado ante este tribunal para exigir la devolución del dinero invertido en lo que la jueza califica como “una presunta estafa piramidal” a nombre de una empresa que, además, ni siquiera estaba inscrita como tal (o sea, un chiringuito financiero), se estima que los afectados son muchos más y, por ende, la cantidad presuntamente defraudada es todavía mayor, pero si no pueden justificar legalmente el origen de sus ingresos, les imposibilita ahora que la Justicia los compense.
Resta añadir que el caso Tradex tuvo lugar durante apenas un año en el que, eso sí, Mukesh -bien conocido en la capital, no solo por ser exalumno de uno de los mejores colegios de Santa Cruz, sino por pasearse al volante de dos Mercedes, un Porsche Cayenne y al final un Ferrari- hasta invitaba a champán en las discotecas de moda mientras prometía rentabilidades de incluso el 50% gracias a las criptomonedas.
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