La autopsia practicada al cadáver de Álvaro Prieto, hallado este lunes entre dos vagones de un tren en la estación de Santa Justa en Sevilla, ha confirmado que el joven cordobés desparecido desde el pasado jueves murió electrocutado, según han informado a EFE fuentes de la investigación.
El cuerpo fue encontrado en directo por un equipo de televisión, poniendo fin a una búsqueda incesante del joven que duró más de cien horas hasta un desenlace macabro. Según las primeras teorías, Álvaro habría recibido una descarga de 3.500 voltios de forma accidental.
El chico fue captado por una cámara de seguridad ubicada en una gasolinera cercana mientras subía al tren y tocaba el pantógrafo, el brazo articulado que obtiene energía de la catenaria. Según un informe del Diario de Sevilla, este acto resultó en una descarga eléctrica que ingresó por su abdomen y salió por sus manos.
El joven, que formaba parte de los equipos juveniles del Córdoba C.F. y acababa de iniciar sus estudios universitarios, decidió infringir las normas de seguridad con el fin de intentar abordar un tren de alta velocidad que se dirigía a Barcelona, con parada en Córdoba, después de perder su propio tren, que partió a las 07.35h. El personal de la estación se percató de su acto, lo detuvo y le impidió subirse al vagón.
Su última imagen vivo es la tomada por las cámaras de Santa Justa saliendo de la estación hacia la avenida de Kansas City, una vía muy larga que es la salida por carretera de Sevilla hacia Córdoba.
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