El edificio que alberga el Magma Arte y Congresos, en Costa Adeje, es una joya arquitectónica que fue inaugurada por los Reyes de España en noviembre de 2005. Con su construcción, que costó 30 millones de euros, se pretendía dotar a Tenerife de instalaciones para que el sector turístico ganara en competitividad, profundizando en el segmento del turismo MICE (fundamentalmente, viajes de negocios, de incentivos, empresariales y de congresos).
Sin embargo, mal utilizado, su modelo de explotación podía generar serios problemas que, según denuncian asociaciones, empresas, expertos e instituciones consultados por este periódico, se materializaron a partir de 2015 o 2016, de manera que este palacio lleva al menos siete años “paralizado” para lo que se concibió. No en cuanto a eventos como fiestas y conciertos e, incluso, “vacunódromo”. Aquí se inoculó la vacuna contra la COVID-19 a buena parte de la población de la comarca sur de la Isla.
Se da la circunstancia de que el modelo de explotación es una concesión administrativa por el cual su explotación es otorgada por Canarias Congress Bureau Tenerife Sur (CCB Tenerife), dependiente del Gobierno de Canarias, con un “canon inverso”: si la empresa que lo gestiona -en este caso Blue Marketing Events SLU- declara pérdidas auditadas, puede percibir hasta 227.000 euros en cada ejercicio. También tendría que aportar parte de los beneficios, si los hubiera.
Recibió dinero público en 2020
Lo primero ocurrió en 2020, cuando se le otorgaron 120.000 euros de fondos públicos en concepto de “colaboración económica” por el cierre debido a la pandemia, tal y como confirmó a DIARIO DE AVISOS la Consejería de Turismo. El contrato formalizado en 2014 -por 20 años- entre Canarias Congress Bureau Tenerife Sur y Blue Marketing Events SLU contempla que la cooperación económica “se devengaría únicamente en el caso de esta última acreditase obtener pérdidas (…). Hasta el momento no ha acreditado la obtención de pérdidas en los informes de auditoría que ha entregado de los ejercicios 2014-2018 (…). CCB Tenerife no ha realizado pagos a excepción de 120.000 euros en 2020”, afirmó este departamento autonómico, que no dado más datos acerca de los ejercicios posteriores a 2018, salvo ese dato de 2020.
La realidad es que las empresas del sector, las asociaciones que las aglutina e, incluso, organismos y responsables públicos han mantenido en los últimos años reuniones con responsables autonómicos del Gobierno de Canarias para quejarse, no ya de este modelo, sino de la propia gestión, al considerar que estaba perjudicando al Sur como destino, logrando únicamente “la afirmación de que entendían la situación para, después, poner el asunto debajo de la alfombra”, explicó ayer un directivo de las agencias que operan en Canarias el segmento MICE.
Ningún evento de alto nivel desde 2015
“No hemos vuelto a ofrecer el Magma desde nuestra última experiencia en 2017”, apunta Marcos Albornoz, director de la agencia TenTravel DMC. “Es un tema que llevo años reivindicando. Hay un maravilloso palacio de congresos en Tenerife, que costó treinta millones de euros, pero no tiene prácticamente gestión. ¿Dónde está ese retorno para el contribuyente?”, se pregunta.
En la misma línea, Mauricio Alemán, presidente de la Asociación Canaria de la Industria MICE, asegura que “en la asociación se ha hablado. La mayoría de los agentes ya no trabajan con el Magma. No lo ofrecen a sus clientes y, en caso de que insista, le invitamos a que contacte directamente con la empresa”, subraya, al tiempo que explica que “se está utilizando para fiestas y conciertos”. “Es una pena porque en Tenerife solo está el Magma y el Gobierno de Canarias conoce la situación”, agrega.
Por su parte, el director de TenTravel recuerda que “hay que tener en cuenta que Santa Cruz tiene infraestructura, pero no la planta alojativa. Es en el Sur donde hay planta alojativa con capacidad y nivel y donde está el aeropuerto al que llegan los vuelos internacionales”.
Expertos conocedores de la industria afirman que el último gran congreso en el Magma fue en 2015, “la International Golf Travel Market”.
Albornoz, por su parte, asegura que “los problemas surgieron en 2016, en el congreso de una empresa de Estados Unidos, cuando no nos quieren presentar documentación fundamental, como el seguro de responsabilidad civil, y el aire acondicionado no funcionaba. Tuvimos que descontarlo al cliente y nos supo muy mal”.
“El definitivo fue con una empresa de Reino Unido a quien le presentamos un presupuesto cerrado y la empresa gestora del Magma, días antes, nos pidió un coste mayor”, recuerda.