Los pozos de nieve de Tenerife son uno de los atractivos más desconocidos, pero a la vez llamativos, de la Isla. Arafo y La Orotava cuentan con hasta 19 pozos documentados, pero detrás de ellos, más allá de lo curioso que pueda parecer con ojos del siglo XXI, lo cierto es que fueron parte de una industria pujante.
Los pozos de nieve de Tenerife servían, además de los de La Palma y Gran Canaria, para comerciar con con toda aquel hielo que había podido ser recogido. Ya en 1850, en La Orotava, se expidieron permisos para poner en marcha varios de estos pozos en los que no solo se recogía la nieve, sino que se protegía para ser llevada, por ejemplo, al Puerto de Santa Cuz de Tenerife. Allí se utilizaba para conservar los alimentos o para fines terapéuticos. La nieve también era llevada a La Laguna y La Orotava.
¿Cómo funcionaban los pozos de nieve de Tenerife?
Una vez caída la nieve, la misma se guardaba de manera protegida y compactada. Se podían recoger de modo natural, en cuevas, o en neveros, que eran construcciones revestidas con prismas basálticos sin labrar a modo de bloques. “Durante el deshielo, la nieve acumulada en estos recipientes excavados en el terreno, era cubierta con ramas de retama y pinocha, maderas y material piroclástico, para posteriormente ser recolectado y transportado por arrieros a lomo de bestias hasta los núcleos de población”, tal y como recoge el Ayuntamiento de La Orotava.
Los pozos de nieve tenían forma circular con un diámetro que oscilaba entre los cuatro y los ocho metros y una profundidad variable entre los cinco y los ocho metros. Dentro de ellos la nive podía durar hasta dos años, según varios registros.
¿Dónde puedo verlos en Tenerife?
En los municipios de Arafo y La Orotava existían hasta 19 pozos de nieve. El mayor de ellos está situado en la zona norte de la Montaña de Izaña y cuenta con un diámetro de seis metros y una profundidad de ocho.
Por desgracia, otros dos pozos de nieve de los más significativos e encuentran semiderruidos y enterrados: los Pozos de Abajo y el Pozo de Arriba mantienen parte de su estructura en pie y de manera visible. El Sitio Etnológico el Pozo de la Fuente de Mal Abrigo está en peor estado de conservación a día de hoy.
El 3 de marzo de 2009 y mediante Decreto del Gobierno de Canarias se declaró Bien de Interés Cultural bajo la categoría de Sitio Etnológico, a favor de los Pozos de Nieve de Izaña, también conocidos como los Neveros de Izaña.