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Un tesoro patrimonial por descubrir en La Victoria

La Victoria cuenta con el mayor número de obras del artista Julio Nieto y por eso el grupo de gobierno diseña una ruta para difundirlas y, al mismo tiempo, divulgar las riquezas que tiene la localidad
Un tesoro patrimonial por descubrir
Foto: Fran Pallero

La calle Añate tiene una subida pronunciada. Sobre todo al final de la misma cuando se bifurca en dos. Son apenas unos 400 metros en los que se concentran la mayor parte de los edificios públicos de La Victoria de Acentejo: la Casa de la Castaña y de la Alfarería, la Biblioteca Municipal, el Pabellón de Deportes, la residencia sociosanitaria, la Escuela Infantil, el Terrero de Lucha Canaria y el centro de salud. Pero también es una especie de lienzo en blanco en la que el escultor Julio Nieto ha plasmado por encargo del Ayuntamiento varias obras, siendo el municipio de España con mayor número de creaciones de este artista, cerca de una decena.

La primera pieza que el Consistorio compró fue la puerta del Centro de Día de Mayores, hace exactamente 20 años. A partir de ese momento y más allá del color político de los diferentes gobiernos, hubo una especie de “enamoramiento” con la obra del artista vizcaíno que se fue plasmando poco a poco con el objetivo de dar soluciones estéticas en edificios municipales que se concretaron en diferentes puertas y algunas esculturas a las que es imposible permanecer indiferentes.

En este proceso, hay algunos trabajos más artísticos y otros que tienen más contenido detrás. Un ejemplo es el cierre del centro cultural Santo Domingo, en el que dos manos “de un supuesto santo” están cerradas pero cuando se abren invitan a las personas a entrar. “Vienen a decir que algo va a suceder allí hoy. El juego que hubo allí ha sido uno de los más divertidos”, recuerda un artista que por sobre todas las cosas, disfruta de su trabajo.
Su intervención en el cementerio municipal también capta la atención de aquellas personas que no saben que el camposanto tiene una ubicación estratégica en el pueblo, entre la calle de arriba y la que conecta con el Ayuntamiento, y por lo tanto, resulta ser un paso muy frecuentado por los vecinos y vecinas de la localidad.

En este caso, Julio Nieto partió de otra mirada, esa que refleja que la visita a un cementerio no tiene por qué ser triste y por lo tanto, puede haber allí una belleza que rompa con este sentimiento. Y de hecho la hay, no solo por el ángel de colores que vigila la puerta sino por la “naturalidad que los vecinos lo cruzan porque es práctico, no porque vayan a visitar a sus familiares ya fallecidos, sino que hay gente que camina por allí mientras habla de sus cosas”, comenta.

Por eso se planteó usar colores, cuya luz se filtra por los cristales, una idea que cuajó muy bien en aquel momento, alejada de la imagen sombría de un cementerio, y que combina con las barandas que protegen las rampas, también creadas por él.

Estas soluciones artísticas se entremezclan con sus esculturas, entre las que se encuentra Evolution, una mujer de metal, empoderada, con el pecho hacia adelante, que destaca en la plaza de La Castaña, entre el pabellón municipal y el parque de calistenia. Lo mismo ocurre con una gran hoja de parra ubicada en la calle Vista Alegre. Es la última pieza que adquirió el Ayuntamiento y con ella se rinde homenaje a la identidad vitícola del municipio, al tiempo que sirve de contenedor para el depósito de tapones de plástico.

La idea del grupo de gobierno es diseñar una exposición abierta de las obras del artista, que forman parte del tesoro patrimonial de La Victoria, y que al mismo tiempo éstas sirvan para divulgar las riquezas que tiene el municipio “que son únicas y exclusivas”. Así, a través de un código QR que se podrá escanear con el teléfono móvil la gente podrá descubrir qué lo inspiró en cada obra, los materiales que utilizó y el año en que fue creada, confirma el alcalde, Juan Antonio García Abreu.

Nieto está encantado con una propuesta que condice con su filosofía del arte, que es compartirlo, aunque ello no siempre es posible a través de los canales tradicionales como pueden ser los museos o las galerías. “Las obras están ahí, en la calle, la gente pasea y las ve. Se puede organizar para que llegue a más personas, pero lo cierto es que la exposición es una realidad”, declara.

“Vivimos una época en la que visibilizamos todo, desde pensamientos internos, puntos de vista, sentimientos y expresiones artísticas, y organizar una especie de ruta que te permita descubrir una serie de cosas en un municipio es una iniciativa fantástica”, subraya Julio Nieto.

No obstante, el Gobierno municipal pretende ampliar esta ruta y elevó un proyecto al Cabildo de Tenerife para conseguir financiación. Al mismo tiempo, se trabaja junto con el escultor en dos nuevas propuestas, otra puerta en la calle Añate, y una escultura que estará en la parte alta del municipio.

Igual que lo ha hecho siempre, Julio Nieto está volcado en dar forma a estos dos encargos que seguramente serán de acero y metal, dos materiales con los que confecciona casi todas sus esculturas porque son más resistentes. Y mientras lo hace se divierte y disfruta un trabajo que lo apasiona y cuyos resultados están a la vista de todos.

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