callejero de la laguna

Calle Anchieta (antes Los Olivos, Jardín, Laurel, Calderón y Ecce Homo)

Fue empedrada en 1762, y conserva varios edificios del siglo XVIII que pertenecieron a importantes familias de la época, como los flamencos Van Damme o los Fonseca, descendientes del gobernador de Tenerife, en el siglo XVI, don Juan Álvarez de Fonseca
Calle Anchieta (antes Los Olivos, Jardín, Laurel, Calderón y Ecce Homo)

El nombre más antiguo de esta calle aparece en la tazmía de 1559 como “calle de Diego de Los Olivos”, en referencia a varias familias con ese apellido de “Los Olivos” que vivían en ella.

A partir de 1855 aparece con el nombre de calle El Laurel, mientras al mismo tiempo se mantenía la de Los Olivos, lo que hace pensar que se refiere a dos tramos distintos de la misma, siendo El Laurel el comienzo de la calle. Esta vía que lleva el nombre del santo lagunero José de Anchieta empieza en su encuentro con Nava y Grimón y termina en Silverio Alonso.

Fue empedrada en 1762, y conserva varios edificios del siglo XVIII que pertenecieron a importantes familias de la época, como los flamencos Van Damme o los Fonseca, descendientes del gobernador de Tenerife, en el siglo XVI, don Juan Álvarez de Fonseca.

Otros vecinos ilustres han vivido en esta calle, como el poeta Manuel Verdugo y familia, o el senador y director del Instituto Cabrera Pinto, don Ramón García Rojas. El sacerdote Cándido Rodríguez Suárez (La Laguna 1775-1857), capellán de la entonces ermita de San Juan y el cementerio. Fue quien contrató con el joven imaginero orotavense Fernando Estévez, obras de relevante importancia del siglo XIX como San Plácido (iglesia de San Juan de La Laguna), La Concepción (La Laguna), conjunto escultórico de Las Lágrimas de San Pedro (iglesia de La Concepción de La Laguna), etc. En la misma vivienda del sacerdote Rodríguez Suárez, vivió hasta su fallecimiento el cronista deportivo, especialista en la Lucha Canaria, el lagunero Pedro Martín Hernández (1 de mayo de 1923-12 de noviembre de 1995). Colaboró en distintos medios informativos de la Isla, especialmente el “Aire Libre” y Radio Club Tenerife. Fue el primer narrador, en los terreros, de las competiciones de Lucha Canaria.

También a esta calle se le conoce como el Jardín, uno de sus antiguos nombres, porque durante mucho tiempo en un amplio espacio entre esta vía, haciendo esquina con Tabares de Cala (los Álamos), el VI marqués de Villanueva del Prado, don Alonso de Nava y Grimón, su propietario, convirtió esta huerta en un hermoso jardín de estilo francés, donde destacaba un estanque de cantería labrada y paseos arbolados. Se celebraban veladas, actuaciones musicales y las tertulias literarias de Nava, así como reuniones de la Junta Suprema de Canarias. Tristemente este jardín botánico desapareció, que había sido costeado durante cuarenta años por don Alonso, mientras que su hijo el VII marqués de Villanueva del Prado lo allanó y lo dedicó al cultivo de papas.

Antes de llegar al cruce con Juan de Vera, por el lado izquierdo, en una casa canaria, la número 23 de esta calle, desde noviembre de 2004, está ubicado el Archivo Diocesano de San Cristóbal de La Laguna, donde se guardan documentos de antes de la Conquista de la Isla. Este centro tiene su origen en la división de la Diócesis de Canarias y la creación de la de San Cristóbal de La Laguna (1819). El archivo tal como se conoce hoy fue fundado en el año 1993 por el obispo don Felipe Hernández García.

En este edificio, donde hoy se encuentra el Archivo Diocesano, estuvo ubicado el taller-escuela San Alberto Magno, Centro de Formación Profesional Industrial de La Laguna, creado el 28 de febrero de 1962.

Anexo a esta vivienda se localiza la “Cancha Anchieta”, la cual no era otra cosa que, ante la falta de instalaciones deportivas en la Ciudad, un espacio que servía como cancha de baloncesto y, en ocasiones, como terrero de Lucha Canaria. En esta modesta instalación deportiva jugaron durante muchos años los dos equipos de baloncesto de referencia en La Laguna: el Juventud Católica, decano del baloncesto en Canarias y ahora Juventud Laguna, fundado en 1932, y el Club Baloncesto Canarias que actualmente milita en la máxima competición nacional.

Casi finalizando la calle, se sitúa el edificio del I.E.S. Canaria Cabrera Pinto, donde se localizan las aulas, instalaciones deportivas y laboratorios, quedando las antiguas instalaciones del primer Instituto de Canarias como espacio dedicado a actividades culturales, museos, jardines, etc.

Estas nuevas dependencias docentes se construyeron en la vivienda y amplio jardín, que fue propiedad de la familia Saviñón, de origen genovés, que ocupó un relevante papel en la sociedad lagunera del siglo XVIII. En este lugar se celebraban una de las tres tertulias literarias más importantes de la época. A finales del siglo XIX, se transformó en el hotel Battemberg, dotado de un hermoso jardín. El hotel cerró sus puertas en el año 1950, quedando sus instalaciones abandonadas, hasta que se utilizaron como gallera y, más tarde, en este espacio se construyeron las dependencias, arriba citadas, del Instituto lagunero.

Anchieta 60 es una casona antigua canaria, recientemente rehabilitada. En este lugar estuvo durante años la Casa-Cuartel de la Guardia Civil y la Jefatura de Línea del citado Cuerpo.

Esta calle, se cruza con la de El Remojo, hoy denominada Rodríguez Moure, en referencia al sacerdote lagunero, historiador, escritor y autor, entre otras obras, de la primera Guía Histórica de La Laguna. Falleció en 1936, en su vivienda, frente a la capilla de la Cruz bendecida en el año 1758. Esta edificación, bajo la iniciativa del sacerdote Cándido Rodríguez Suárez, se reconstruye y se reabre en 1841 y se le conoce como la “Capilla de Moure”.

¿QUIÉN FUE ANCHIETA?

José de Anchieta nació en San Cristóbal de La Laguna el 19 de marzo de 1534, en la calle “que va al hospital de San Sebastián” (hoy calle Viana). A los dos años de su nacimiento se trasladó con sus padres, el escribano Juan de Anchieta y Mencía Díaz de Clavijo, a la vivienda que construyeron en la plaza del Adelantado.

Fue bautizado el 7 de abril de 1534 en la parroquia de Nuestra Señora de Los Remedios (la pila bautismal se encuentra en la parroquia de Santo Domingo). En 1548, a los 14 años, partió a Coimbra, en Portugal, con su hermano mayor y sacerdote, con objeto de cursar estudios religiosos en el Colegio das Artes. Distinguido alumno, amante de la poesía y de la buena prosa.

El 1 de mayo de 1551 ingresó en la Compañía de Jesús y en 1553 llegó a Salvador de Bahía con la expedición de los jesuitas. Aprendió rápidamente la lengua indígena del lugar, el tupi, en la que llegaría a escribir versos y obras de teatro.

Con 49 años había conseguido reputación de santidad en la colonia brasileña, donde muchos acudían a él en busca de ayuda espiritual y curación. A partir de 1588 ya era considerado “El Apóstol del Brasil”. Escribió libros de medicina, fauna y flora de Brasil, otros de poseías y de cánticos.

Fue beatificado por el Papa Juan Pablo II el 22 de julio de 1980 en una solemne ceremonia realizada en la Basílica de San Pedro y canonizado el 3 de abril de 2014, por el Papa Francisco.

Falleció en Reritiba (Brasil) el 9 de junio de 1597, fecha de su festividad en el santoral católico. Se venera su imagen en la Santa Iglesia Catedral de La Laguna, donde tiene su sede la Hermandad de los Caballeros y Damas de Anchieta.

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