La réplica dada ayer durante el debate de investidura por el candidato a la Presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez (PSOE), al líder de la oposición, Alberto Núñez Feijóo (PP), pasará sin duda a la historia a modo de ejemplo de cómo desmontar un discurso tan alarmista y populista como vacío de contenido, en el que se acusa al socialista de dar un golpe de Estado por pactar con otras fuerzas democráticas con representación en el Congreso una solución a la gravísima quiebra territorial que supuso para España el llamado procés catalán.
Más allá de que ahora -como no puede ser de otra manera- serán los tribunales de Justicia los que decidan si la Proposición de Ley de Amnistía presentada por el PSOE para indultar tanto a los independentistas como a los miembros de las fuerzas y cuerpos de seguridad procesados y/o condenados por dicho proceso a cambio de que los catalanistas implicados (ERC y Junts) renuncien a la vía de la unilateralidad, Sánchez mostró su mejor versión parlamentaria ayer, primer día del debate de investidura, que, salvo sorpresa, culminará al mediodía de hoy con una votación favorable por 179 votos a favor.
Feijóo no estuvo deslucido y mostró maneras que desmienten su flaccidez oratoria al llegar a Madrid desde su Galicia natal, pero el argumentario fue exageradamente alarmista.

Sánchez, en su afán por desmontar el dramatismo dialéctico de la oposición, desde donde no se ha dudado en acusarle de golpista y en fomentar protestas callejeras contra sedes del PSOE que han derivado en un vandalismo generalizado contra las mismas e incidentes en los que han resultado heridos decenas de agentes de la Policía Nacional, recurrió desde el minuto uno al sentido del humor para responder a Núñez Feijóo, desternillándose de risa por unas declaraciones del gallego en las que aseguraba ser el primer español que no era presidente del Gobierno porque no quería, pese a la obviedad de que su candidatura fue derrotada el pasado septiembre por la mayoría de la Cámara Baja en su turno de investidura.
Sánchez reconoció que el PP ganó las elecciones del 23-J, pero sin lograr reunir los 176 votos necesarios para que Feijóo fuera investido presidente, aunque intentase cosechar el respaldo primero del PNV, que se negó, y luego de Junts, a la par que se puso serio para pedir explicaciones sobre las negociaciones del PP con este partido independentista, lo que contrapuso con la transparencia del PSOE.
Tampoco bromeaba Sánchez cuando advirtió de la deriva hacia la ultraderecha a la que, aseguró, está llevando a su partido Feijóo, a quien tildó de “falso moderado”. En su opinión, es “el dirigente de la derecha que ha ido más lejos en la cercanía con la extrema derecha”, recordándole los gobiernos pactados por el PP con Vox en cinco comunidades autónomas y 135 ayuntamientos.
Fraga y Feijóo
Pero no le faltaba ironía al socialista cuando sostuvo que el actual líder del PP ha seguido la trayectoria opuesta al fundador de su partido, Manuel Fraga, que dejó de ser jefe de la oposición para ser presidente de Galicia, mientras que Feijóo ha dejado la presidencia gallega para liderar la oposición. Fraga “estuvo más perspicaz, fue también más útil a la democracia”, apostilló Sánchez, mientras que él [Feijóo] “irremediable, definitiva y radicalmente ha unido a la derecha tradicional a la ultraderecha de Vox para siempre”, dijo el socialista.
Tras recordar que Feijóo sigue sin dar explicaciones sobre su demostrada amistad con un narcotráfico gallego y ofrecer datos negativos de su etapa como presidente gallego, el candidato concluyó que “nadie ha hecho más por Vox que usted al frente del PP”, después de reconocer que se había “equivocado estrepitosamente” sobre su perfil político, ya que no es “ni moderado, ni experto, ni buen gestor”.
Abascal miente sobre Canarias y Díaz Ayuso insulta desde la tribuna
No cabe duda de que el de ayer no fue el mejor debate parlamentario para la derecha y la ultraderecha española.
Si el candidato socialista a la Presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez, atinó en su réplica al líder opositor, el popular Alberto Núñez Feijóo, a la hora de desmontar el discurso alarmista de que “se rompe España” por pactar un acuerdo conciliatorio con el independentismo catalán, el líder ultraderechista de Vox, Santiago Abascal, mintió durante su intervención sobre Canarias asegurando que mientras los afectados por el volcán de La Palma residen ahora “en barracones”, se aloja a los migrantes “en hoteles”, amplificando así uno de los bulos más recurridos desde ese extremo del espectro político.
Para colmo, Abascal se cuidó mucho de sufrir el mismo repaso que se llevó Núñez Feijóo abandonando su escaño cuando llegó el turno de la réplica de Sánchez, no sin que antes, por petición del portavoz del PSOE, Patxi López, sus faltas de respeto a la Cámara y al propio candidato fueran anuladas del Diario de Sesiones por la Presidencia del Congreso en aplicación del reglamento vigente.
En cuanto a Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, fue cazada llamando hijo de p… a Sánchez desde la tribuna de invitados, lo que su propio partido ha reconocido en una falta de decoro más que impropia en el templo de la democracia.